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Guía práctica y completa para podar árboles de mango con éxito

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Árbol con mangos.

Podar un árbol de mango correctamente es una de las tareas más importantes para asegurar su desarrollo saludable y obtener frutos de calidad abundante. Aunque a simple vista puede parecer complicado, con las indicaciones adecuadas y algunas recomendaciones clave, cualquier persona interesada en el cuidado de frutales puede llevar a cabo la poda del mango con buenos resultados.

Aquí descubrirás cuándo y cómo debes podar, los tipos de poda que existen según la edad o necesidad del mango, qué herramientas te facilitarán la labor y otros trucos de profesionales para evitar errores comunes. Vamos a sumergirnos juntos en el apasionante mundo de la poda del mango.

¿Por qué es importante podar un mango?

La poda del mango es una operación clave para garantizar que tu árbol tenga un crecimiento adecuado, se mantenga sano y produzca frutos de mayor calidad. Los mangos, en climas tropicales, suelen desarrollar copas muy frondosas. Si no se controlan, estas copas densas bloquean la luz, impiden una buena circulación de aire en el interior y facilitan la aparición de plagas y enfermedades. Además, la falta de poda puede provocar que el mango crezca demasiado alto, dificultando la cosecha y reduciendo el rendimiento frutal.

Objetivos y beneficios de la poda del mango

  • Aumentar la producción de frutos: Al favorecer el desarrollo de ramas fructíferas y eliminar partes improductivas, el árbol dedica su energía a lo que realmente importa: dar mangos de calidad.
  • Mejorar la salud del árbol: La eliminación de ramas secas, enfermas o dañadas previene la propagación de enfermedades y mejora la resistencia del árbol frente a plagas.
  • Formar una estructura fuerte y equilibrada: Desde joven, la poda ayuda a darle una forma adecuada que facilita futuras intervenciones y la cosecha.
  • Controlar el tamaño: Puedes mantener la altura y el ancho del mango para que se adapte al espacio de tu huerto o jardín y sea manejable.
  • Facilitar la entrada de luz y aire: Una copa más abierta asegura que todas las partes del árbol reciban luz solar, lo que se traduce en mejores brotes y frutos.

¿Cuál es el mejor momento para podar un mango?

Un aspecto fundamental es el momento de la poda. Los expertos coinciden en que la mejor época para podar mangos es justo después de la cosecha, cuando el árbol entra en un periodo de reposo vegetativo. En la mayoría de climas, esto suele coincidir con el final del invierno o principios de primavera, antes de la reactivación del crecimiento. Si se poda justo antes de la floración o cuando el árbol está muy activo, puedes perjudicar la formación de flores y frutos.

En zonas tropicales, se recomienda evitar la poda en pleno periodo seco, a menos que se disponga de riego suficiente para ayudar a la recuperación del árbol. En plantaciones comerciales, el periodo ideal abarca normalmente de mayo a septiembre, finalizando antes de que el árbol empiece a formar flores para la siguiente campaña.

Herramientas esenciales para podar tu mango

  • Tijeras de podar: Para ramas delgadas y brotes nuevos. Es fundamental que estén bien afiladas y limpias para hacer cortes precisos y evitar contagiar enfermedades.
  • Serrucho de poda: Imprescindible para cortar ramas más gruesas. Busca uno de hoja resistente y con dientes afilados.
  • Cortasetos: Muy útil para dar forma general y controlar el crecimiento excesivo de la copa, sobre todo en árboles jóvenes o pequeñas plantaciones domésticas.
  • Escalera de poda: Si tu árbol ha crecido bastante, una escalera estable es casi obligatoria para alcanzar las ramas superiores.
  • Guantes de jardinería: Tus manos te lo agradecerán, ya que las ramas del mango pueden ser duras y producir cortes o rasguños.
  • Protectores para ojos y cabeza: Especialmente si trabajas a altura, ya que alguna rama o astilla puede caer inesperadamente.
  • Desinfectante para herramientas: Limpiar las tijeras y serruchos antes y después de podar reduce mucho el riesgo de transmitir enfermedades de un árbol a otro.
  • Ropa cómoda y resistente: Protégete de los arañazos y del sol con manga larga y, si hace calor, un buen sombrero o gorra.
  • Correas o cuerdas: Te pueden ayudar a asegurar o dirigir la caída de ramas grandes, evitando daños a personas, al propio árbol o a otras plantas.

Tipos de poda en el mango: ¿cómo saber cuál necesita tu árbol?

Mangos en el árbol.

Dependiendo de la edad, el tamaño y los objetivos de cultivo, existen distintas técnicas de poda para el mango. Cada una responde a necesidades concretas y el éxito depende de aplicarlas correctamente en el momento adecuado.

Poda de formación

La poda de formación se practica en los primeros años de vida del árbol. El objetivo es crear una estructura sólida y bien distribuida, generalmente con una forma de pirámide invertida, que permita que la copa reciba luz y aire en todas sus partes. El proceso clásico consiste en lo siguiente:

  • Deja crecer el mango en un solo tallo hasta que alcance entre 70 y 100 cm de altura.
  • A los 80 cm, corta la planta por debajo del último nudo de crecimiento. Esto estimulará la aparición de entre 3 y 4 ramas laterales separadas de manera equilibrada.
  • Cuando esos brotes hayan crecido entre 10 a 20 cm, vuelve a pinzarlos (cortar la punta ligeramente) por debajo de la yema terminal para fomentar una mayor ramificación.
  • Durante los dos o tres primeros años, repite estos pinzados después de cada brotación. Así, la copa adoptará una forma piramidal irregular pero funcional.
  • Evita pinzar brotes débiles o que no tengan fuerza suficiente para formar ramas principales.
  • En plantaciones densas, pinza el mismo número de ramas a ambos lados para mantener el equilibrio.

Consejo: No tengas miedo de ser selectivo. Los primeros años son clave, y el trabajo que realices aquí te ahorrará problemas en el futuro.

Poda de mantenimiento o saneamiento

La poda de mantenimiento (también llamada de saneamiento) se lleva a cabo normalmente después de cada cosecha. Elimina todas las ramas que estén secas, enfermas, mal orientadas (hacia el interior o cruzadas), además de restos de inflorescencias, panículas y pedúnculos. Esto ayuda a revitalizar el árbol y preparar la copa para el siguiente ciclo productivo.

Algunos consejos prácticos para esta poda:

  • Haz los cortes siempre por debajo del nudo de crecimiento para evitar desgarros.
  • Elimina los chupones o brotes verticales que surgen en el centro y no sirven para fructificar.
  • No dudes en quitar inflorescencias que estén enfermas, no fructificadas, o frutos abortados.
  • Protege los cortes grandes con pasta fungicida, y si alguna rama queda muy expuesta, puedes pintarla de blanco con pintura vinílica para evitar golpes de sol.

Poda de aclareo

La poda de aclareo es una variante de la anterior, pensada sobre todo para mangos en producción comercial pero también muy útil en ejemplares grandes. Consiste en abrir «ventanas» en el centro de la copa, eliminando ramas que se cruzan o tienen un ángulo menor de 45 grados respecto al tronco principal. Esto permite que la luz y el aire penetren hasta el centro de la copa, lo que favorece el desarrollo de flores y frutos incluso en zonas de madera vieja.

En general, elimina brotes con tendencia a crecer hacia el centro y valora dejar la copa con forma de cono, lo que beneficia la entrada de luz y la aireación.

Poda de rehabilitación o rejuvenecimiento

Esta técnica se emplea en árboles de mango muy viejos o que han crecido tanto que ya no son manejables ni productivos. Se trata de rebajar el árbol drásticamente, cortando el tronco a 1–1,5 metros desde el suelo, siempre que sea posible dejar varias ramas laterales que sirvan de punto de partida para la formación de nueva copa.

Después de esta poda fuerte, selecciona los 3 o 4 brotes mejor situados para formar la estructura y realiza pinzados sucesivos, tal y como harías en la poda de formación. Es esencial evitar una excesiva densidad de ramas en el interior para mantener la copa abierta y permitir la entrada de luz.

Advertencia: No realices podas tan drásticas durante la estación seca si no tienes asegurado el riego, ya que el árbol puede resentirse y llegar a morir.

Otros consejos y operaciones para una poda de mango exitosa

  • Desinfección de herramientas: Antes y después de podar, limpia y desinfecta tijeras y serruchos con alcohol o desinfectante comercial para evitar transmitir enfermedades entre árboles.
  • Eliminación de residuos: No dejes nunca los restos de poda bajo el árbol. Recógelos rápidamente y apílalos en un lugar donde se puedan compostar o eliminar. Esto es fundamental para evitar plagas y hongos.
  • Cuidado pos-poda: Cuando termines, riega moderadamente (sin encharcar) y, si lo necesitas, aplica un fertilizante equilibrado. El árbol necesitará energía para recuperarse y brotar con fuerza.
  • Protección solar: Si tus cortes dejan partes del tronco o ramas principales muy expuestas, protégelas pintándolas de blanco o usando productos especiales para evitar quemaduras solares.
  • Consulta con expertos: Si tu variedad de mango es especialmente delicada o tienes dudas, no dudes en preguntar a un técnico agrícola local o agrónomo.

Errores comunes que debes evitar al podar un mango

Mangos.

  • Poda excesiva: No elimines más de un tercio de la copa en una sola intervención. Un exceso puede debilitar gravemente al árbol.
  • Cortes irregulares o desgarrados: Usa siempre herramientas afiladas y realiza los cortes de forma limpia. Los cortes irregulares se infectan con mayor facilidad.
  • Poda en época inadecuada: No podes cuando el árbol está pleno de flores o frutos, salvo que sea estrictamente necesario por enfermedad.
  • No eliminar ramas enfermas: Si dejas ramas secas, podridas o enfermas, el problema puede extenderse a todo el árbol.
  • Cortes sin protección: Recuerda aplicar pasta cicatrizante o fungicida en los cortes grandes.

Peculiaridades según la variedad y el entorno

Cada variedad de mango puede responder de forma diferente a la poda. Hay variedades más compactas o más abiertas, y algunas tienen una mayor capacidad de rebrote. Además, el clima y las condiciones del suelo también influyen en la estrategia de poda. Por ejemplo, en zonas más húmedas suele ser conveniente hacer la copa más abierta para que se seque bien tras las lluvias y así minimizar enfermedades fúngicas.

Por eso, aunque esta guía es válida para la mayoría de mangos, ten en cuenta las peculiaridades de tu zona y, ante cualquier duda, adapta los consejos a tus circunstancias concretas.

Preguntas frecuentes sobre la poda del mango

  • ¿Debo podar un mango recién plantado? En los primeros años es mejor limitarse a formar la estructura básica, evitando cortar en exceso.
  • ¿Qué pasa si no podo mi mango? El árbol crecerá desordenadamente, será más propenso a enfermedades, y la cosecha será menor y de peor calidad.
  • ¿Cada cuánto hay que podar? Lo habitual es una poda anual después de la cosecha, aunque pequeñas intervenciones pueden hacerse más a menudo si se detectan ramas secas o enfermas.
  • ¿Qué hago con los residuos de poda? Lo más recomendable es compostarlos en una zona separada o eliminarlos, nunca dejarlos bajo el árbol.
  • ¿Hay que abonar tras podar? Un abonado ligero con fertilizante equilibrado ayuda a la recuperación del árbol tras la poda.

La poda del mango es una práctica esencial que mejora la salud, la productividad y la facilidad de manejo del árbol. Con las herramientas, técnicas y cuidados adecuados, podrás lograr ejemplares más fuertes y con frutos de mayor calidad, optimizando cada ciclo productivo y prolongando la vida de tu árbol de mango.


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