Si tienes un rincón amplio en el jardín y estás pensando en cultivar tus propios árboles frutales, te animo a que te hagas con unas cuantas avellanas. Las puedes adquirir en los supermercados, aunque te recomiendo que, si tienes uno cerca, te acerques a una tienda donde vendan alimentos ecológicos ya que sus frutos suelen germinar con más facilidad que los del supermercado.
Y, ¿por qué el avellano? Bueno, es un árbol muy bonito cuyo crecimiento es rápido. Pero lo más interesante son sus frutos: las avellanas tienen un sabor exquisito, son muy nutritivas, fáciles de digerir y, además, alivian los síntomas del resfriado. ¿Qué más se puede pedir?
Para conseguir un árbol de avellano desde semilla lo primero que tenemos que hacer es, por supuesto, conseguir las semillas en otoño. Una vez las tengamos, tenemos que estratificarlas en la nevera a 7ºC, esto es, tenemos que hacerles pasar un poco de frío durante dos meses para que puedan germinar durante la primavera. Así pues, rellenaremos un tupperware con vermiculita hasta la mitad, colocaremos las avellanas, y las cubriremos con más vermiculita.
Como los hongos harán todo lo posible por perjudicarlas, es muy recomendable espolvorear un poco con azufre o cobre el tupperware antes de regarlo. Además, tendremos que ir revisándolo de tanto en cuando (por ejemplo, una vez a la semana), para que el aire del interior se renueve.
Cuando pasen finalmente las ocho semanas, habrá llegado el momento de sembrar las avellanas en semillero. Éste puede ser cualquier cosa: macetas, envases de leche de yogur,… Eso sí, es aconsejable poner un máximo de dos semillas en cada uno, utilizando sustrato universal para plantas mezclado con un 20% de perlita.
Ubicado en una zona expuesta al sol directamente y regándolo regularmente, tendrás tus propios avellanos en tan sólo dos meses. Asombroso, ¿no crees? 
El artículo Cómo sembrar un avellano ha sido originalmente publicado en Jardineria On.