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¿Cómo cuidar un granado en maceta?

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El granado es un árbol pequeño

El granado es un arbusto que tolera muy, muy bien la poda, pero es que además es una planta de tamaño relativamente bajo, cosa que hace que se pueda cultivar en maceta siempre. Por si fuera poco, existe una variedad, la Punica granatum »Nana», que es aún más interesante ya que no supera los dos metros de altura.

Así que si quieres tener un frutal, te recomendamos elegir un granado. Seguro que no te arrepentirás, sobre todo después de conocer los -pocos- cuidados que necesita un granado en maceta.

¿Dónde colocar el granado en maceta?

El granado en maceta se cuida fácilmente en el exterior

El granado, cuyo nombre científico es Punica granatum, es un arbusto o arbolito frutal que no supera los cinco metros de altura. Es una planta que mantiene sus hojas en primavera y en verano, pero durante el otoño empiezan a caer y en invierno se queda sin ellas, por lo que decimos que es caducifolio.

Pero además, es una especie que quiere y necesita que los rayos solares incidan sobre él. Y es que en condiciones de poca luz le es imposible crecer bien. Por este motivo, es importante que se ponga en el exterior.

¿Cuándo y cómo regarlo?

Cuando se cultiva en el suelo es una planta que resiste muy bien la sequía; de hecho, en la región mediterránea donde pueden pasar buena parte de la primavera y el verano sin ver llover durante semanas, como ocurre en mi zona por ejemplo, se mantiene bien sin problemas. Pero cuando se tiene en maceta la cosa cambia.

En maceta un granado se vuelve dependiente de su cuidador. Vive en un espacio de reducidas dimensiones, con una tierra que en verano se puede secar con rapidez. Así que se ha de regar unas dos veces por semana durante la temporada cálida y seca, y una vez por semana o cada dos el resto del año.

¿Qué sustrato ponerle?

Si quieres tener un granado en maceta, has de tener en cuenta que es muy sensible al exceso de agua. Además, has de plantarlo en sustratos cuyo pH sea entre 6.5 y 7.5, pues no tolera los suelos ácidos.

Pero no te preocupes, que hoy en día es fácil conseguir tierras adecuadas para esta planta. Por ejemplo los siguientes:

  • Sustrato universal (en venta aquí)
  • Sustrato para huerto urbano (en venta aquí)

O incluso puedes hacer tú la mezcla:

  • Mantillo (en venta aquí) con perlita (en venta aquí) a partes iguales
  • 60% turba con 30% perlita y 10% humus de lombriz (en venta aquí)

¿Se puede abonar un granado en maceta?

Sí. Pero no solo se puede, si no que se debe. Hay que abonarlo desde comienzos de primavera hasta finales del verano, con abonos orgánicos líquidos. Por ejemplo, con guano (en venta aquí) o abono extracto de algas (en venta aquí). Aunque sea naturales, es necesario seguir las indicaciones del envase, pues están muy concentrados y una sobredosis podría ser fatal.

¿Cómo plantar un granado en maceta?

El granado enano se cultiva en macetas

Imagen – Flickr/Scott Zona

Para plantar un granado en maceta vas a necesitar guantes de jardinería, sustrato, una regadera con agua y por supuesto una maceta. Esta tiene que ser unos 6-7 centímetros más grande que la que ya tiene, puesto que es una planta que crece rápido. Después, has de seguir estos pasos:

  1. El primero es coger un poco de sustrato y echarlo dentro de la maceta nueva. Eso sí, has de tener en cuenta el tamaño de la »vieja» maceta, pues de lo contrario la planta te quedaría o muy alta o muy baja con respecto al borde del recipiente.
  2. Ahora, extrae el granado con cuidado, e introdúcelo en la nueva maceta, centrado.
  3. Luego, echa sustrato para terminar de rellenar la maceta nueva.
  4. Por último, riega y coloca la maceta en un lugar soleado.

Eso sí, nunca saques un granado de un recipiente si no ha enraizado bien; es decir, si no ves raíces asomando por los agujeros de desagüe de la misma. Además, tienes que tener en cuenta que la época ideal para el trasplante es a principios/mediados de primavera, que es cuando las temperaturas son suaves y la planta empieza a crecer.

¿Cuáles son las enfermedades del granado en maceta?

El granado es muy resistente. De hecho, las enfermedades que puede tener aparecen cuando se riega en exceso, o cuando llueve mucho y la tierra tiene dificultades para secarse.

Así, puede tener:

  • Alternariosis: es un hongo que ataca las hojas, causándoles manchas marrones en los bordes, y en los frutos pudriéndolos. Se trata con cobre.
  • Cribado: lo causa el hongo Clasterosporium carpophilum. Afecta sobre todo a los frutos, donde aparecen manchas necróticas con el borde rosa. Se puede tratar con cobre.
  • Phytophtora: es un hongo que daña a las raíces, pudriéndolas. En el tronco se verán manchas marrones y alargadas, y las hojas se secarán rápidamente. Se trata con fungicidas específicos, pero lo mejor es mejorar el drenaje de la maceta poniéndole un sustrato ligero que lleve perlita.

¿Cuándo y cómo podarlo?

El granado se poda en otoño o bien a finales del invierno. Para ello, necesitarás unas tijeras de podar previamente desinfectadas y unos guantes. Una vez lo tengas todo, has de eliminar todas las ramas que estén secas, rotas o enfermas. Asimismo, es importante que recortes todas aquellas que crezcan demasiado, pues al cultivarlo en maceta el espacio del que dispone es limitado, y por consiguiente la disponibilidad de nutrientes también.

Lo más aconsejable es dejarle una copa redondeada y el tronco al descubierto, pero esto va a un poco a gusto del propietario. En cualquier caso, es importante evitar las podas drásticas, pues estas lo debilitarían.

Granado en maceta con hojas amarillas: ¿qué le ocurre?

Hay tres posibles causas que hacen que las hojas del granado se vuelvan amarillas. Son las siguientes:

Exceso de agua

Las hojas amarillas en un granado suelen ser indicador de exceso de agua, ya sea porque se ha regado demasiado, ha llovido mucho, o porque el sustrato que se le ha puesto no es adecuado. Por lo tanto, es importante asegurarse primero de que el sustrato es ligero, y que lleva perlita o similares (alita, pómice, etc.), ya que si no es así, tendríamos que sacar el granado de la maceta, retirar con cuidado la tierra que se pueda sin manipular mucho las raíces, y después plantarlo en otra maceta, nueva y limpia, con la tierra adecuada.

Además, es necesario que el recipiente tenga agujeros en su base para que el exceso de agua pueda seguir su curso. Por este motivo, no hay que ponerle un plato debajo, a menos que se escurra después de regar. Y hablando de riego, hay que regar muy pocas veces a la semana (ver el apartado ¿Cuándo y cómo regarlo? para más información).

Falta de agua

Si las hojas que se vuelven amarillas son las más jóvenes, entonces podría ser que estuviese pasando sed. Si vemos la tierra seca, y si al coger la maceta notamos que pesa poco, la meteremos en un recipiente con agua durante una media hora.

Así, la tierra se rehidratará y la planta podrá recuperarse.

Es otoño/invierno

En el caso de que sea otoño/invierno, no tendremos que preocuparnos si vemos que las hojas se vuelven amarillas pues el granado es caducifolio.

¿Dónde comprar un granado en maceta?

Si quieres tener tu propio granado, no dudes en hacer clic aquí abajo:


Cuidados del Árbol de mandarinas

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árbol mandarino

¿Te apetece una mandarina? Tienen un sabor exquisito, un poco menos intenso que el de las naranjas, y también son fáciles de pelar sin necesidad de utilizar un cuchillo. Sin embargo, no sabe igual una comprada en un supermercado, que una que se ha cultivado en casa, incluso aunque hubiesen tenido los mismos cuidados.

Y hablando de cuidados, ¿sabías que el árbol de mandarinas es muy fácil de mantener? 

Características principales del árbol de mandarinas

Características principales del árbol de mandarinas

Esta planta, cuyo nombre científico es Citrus reticulata, es originaria de China y de Indochina. Crece hasta una altura de 4m como máximo, con una copa redondeada la cual da una sombra muy interesante, gracias a la cual podrás recoger sus frutos sin tener que preocuparte demasiado del sol. Aún así, si crees que 4m es mucho, puedes podarlo sin problemas a principios de primavera, después de que haya pasado el riesgo de heladas.

Por su reducido tamaño, es uno de los frutales más recomendados para tener en maceta, o en el jardín plantado en pequeños grupos.

¿Cómo se cuida una planta de mandarina?

Si vas a plantar un mandarino en tu casa, lo primero que necesitas es conocer cuáles van a ser las necesidades para que tu árbol crezca sano y fuerte. Es fácil de conseguir, más si prestas atención a lo que le hace falta para estar bien. Te lo contamos a continuación.

¿Qué clima necesita la mandarina?

Para que un mandarino esté «feliz» en el entorno en el que le toca crecer, la temperatura ideal que debería tener estaría entre 23 y 35 grados. Este sería el mejor clima, por lo que zonas donde se mantenga todo el año esa temperatura sería lo mejor.

Ten en cuenta que, cuando el mandarino siente temperaturas por debajo de los 13 grados, este empieza a frenar su crecimiento, y si bajan de los 2 grados bajo cero, empieza a tener daños serios en su salud (pudiendo incluso llegar a morir). Al contrario, si la temperatura alta supera los 39 grados, su actividad vegetativa se frena de golpe, y si supera los 50 grados la temperatura ambiental, provocará daños en el árbol.

Por eso, a la hora de plantarlo, ya sea en maceta o en el suelo, debes tener en cuenta la temperatura media que haga en la zona. Además, no te olvides de los vientos o la humedad (tanto en el suelo como en el ambiente) que puede repercutir en la salud del árbol.

¿Dónde poner un mandarino?

El mandarino, como muchos otros árboles frutales, necesita de la luz del sol para poder desarrollarse y crecer de manera adecuada. Por eso, es imprescindible que lo coloques a pleno sol.

Que no te dé miedo que el árbol tenga demasiadas horas solares, de hecho lo agradecerá, aunque sí vas a tener que estar muy pendiente del riego para que este no sufra por una escasez de agua (algo que te comentaremos a continuación).

¿Qué suelo necesita el mandarino?

¿Qué suelo necesita el mandarino?

No es exigente si se cultiva en el huerto o jardín; en cambio, si se tiene en maceta te recomiendo mezclar 60% turba negra con 30% perlita (u otro sustrato similar) y que le añadas un poco de abono orgánico en polvo, como humus de lombriz o estiércol de caballo.

Según los expertos, el mandarino es un árbol que se desarrolla muy bien en suelos con un pH de entre 6 y 7. Ahora bien, puede haber una variación de un grado arriba o uno abajo sin que sufra. ¿Y qué pasa si el pH es inferior a 4 o superior a 9? Pues que podríamos hablar de riesgos de toxicidad en el árbol, así como deficiencias minerales. Es por eso que debes saber a ciencia cierta el tipo de suelo que hay en tu jardín para, en caso de que no estar en ese rango, aportarle lo que necesite para suplir las carencias o el exceso que necesita o debe eliminar.

Además, a la hora de plantarlo, ten en cuenta que necesita una profundidad superior a los 60 centímetros para que se asiente bien.

¿Cómo regar un mandarino en maceta?

El riego de un mandarino debes tener en cuenta que dependerá de si está en la tierra o bien en una maceta. Por ejemplo, si es en la tierra, el riego ha de ser muy frecuente, a ser posible, en invierno, cada 5-6 días, mientras que, en verano, debe ser de al menos 2-3 veces a la semana (es decir, regar cada 2 días aproximadamente).

¿Por qué necesita tanta agua? Pues, como sabes, las mandarinas llevan agua, y necesita ese riego para poder desarrollar sus frutos de manera adecuada. De lo contrario, notarás que las mandarinas que te da son secas y casi sin sabor.

¿Qué abono necesita un mandarino?

Si tienes un mandarino, es importante que, en la época de desarrollo del fruto, le aportes nutrientes para que pueda sacarlos adelante sin hacer que el árbol pierda su energía o se desgaste antes de tiempo. Por eso, durante la primavera y el verano, has de abonar con abonos orgánicos. Nosotros te recomendamos el guano, pero dependiendo del tipo de suelo que tengas en tu casa irá mejor un abono u otro.

En este caso, puedes preguntar en alguna tienda de plantas del barrio para saber el tipo de abono según el frutal y el suelo que tenga.

¿Cuánto frío aguanta un mandarino?

Esta planta es de muy fácil cultivo, ya que además resiste bastante bien las heladas (hasta -7ºC). Ahora bien, si está fuera, plantado en la tierra, y vives en una zona donde los inviernos suelen ser duros, puedes proteger sus raíces y ramas echándole por encima un plástico (con agujeros). Ten en cuenta que eso mantendrá el calor y una temperatura más estable.

Pero has de vigilar los días de más sol ya que la temperatura puede elevarse mucho y provocar que el árbol empiece a florecer antes de tiempo, o a obligarle a estar activo cuando debería estar parado (afectará a su rendimiento y salud).

En caso de que lo tengas en una maceta, para evitar este problema podrías meterlo dentro de casa si la temperatura baja mucho, aunque no suele ser lo habitual.

¿Cómo es el árbol de mandarinas?

¿Cómo es el árbol de mandarinas?

Un aspecto que tienes que controlar del mandarino es que, como el naranjo, suele desarrollar espinas, bastante duras y afiladas, con lo que si metes la mano entre sus ramas puedes acabar con algún corte en ellas.

Además, has de tener en cuenta que los frutos son las llamadas mandarinas. Muchos piensan que mandarinas y clementinas son iguales, pero en realidad no es así. Las clementinas crecen de los árboles de clementino, que son un cruce entre el naranjo y el mandarino y se diferencian en que no producen pepitas, cosa que sí hace el mandarino en sus frutos.

¿Cuándo florece la planta de mandarina?

La época de floración de un mandarino, como la de muchos cítricos, es en la primavera. Cuando esta comienza, las flores empiezan a brotar de las ramas y te dan un espectáculo impresionante por el color blanco de estas.

Ahora bien, que no te asuste que, a las pocas semanas, esas flores acaben en el suelo después de abrirse, es algo natural en el árbol y su «ley de vida».

¿Cuánto vive un árbol de mandarina?

Como muchos otros frutales, el árbol mandarina no te va a durar toda la vida. Tiene una esperanza de vida larga, aproximadamente de unos 40 años los ejemplares mejor cuidados, pero para conseguirlo, has de estar pendiente de él para evitar problemas en el suelo, abonado, riego, etc.

Durante ese tiempo, el mandarino, como muchos cítricos, pasará por distintas fases en las que habrá crecimiento, maduración, vejez… y cada una de ellas durará varios años. Por ejemplo, la primera etapa, que es la de nacimiento, puede durar 1-3 años, mientras que la siguiente, cuando ya está asentado al árbol, será de 2-3 años. Solo cuando llegue a tener 3-6 años empezarás a ver la vida productiva del mandarino, ya que es cuando comienza su juventud (pocos frutos al principio que van siendo mayores en cantidad año a año).

¿Te animas a tener tu propio árbol de mandarinas?

Níspero (Eriobotrya japonica)

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Los nísperos maduran en verano

El níspero es un frutal que, aunque es natural de Asia Oriental, ha conseguido adaptarse muy bien al clima templado de Europa e incluso a las temperaturas suaves de algunas partes de América. Además, es una planta que que proporciona sombra durante todo el año, ya que tiene hojas grandes que se mantienen en el árbol durante meses, y que enseguida que se secan son sustituidas por otras nuevas.

Así, mientras te tomas un refresco o disfrutas de un helado apoyado sobre su tronco en primavera, puedes aprovechar y degustar sus frutas. Estas están deliciosas recién cogidas del árbol, así que en este artículo te enseñaremos a cuidar de tu níspero para que la cosecha sea excelente.

Origen y características del níspero

El níspero es un frutal perennifolio

Imagen – Wikimedia/JMK

El níspero, nisperero o nisperero de Japón o níspero japonés, es un árbol de hoja perenne que al contrario de lo que se suele pensar es originario de China. Lo que ocurrió es que se introdujo en Japón hace más de un milenio, y ha conseguido naturalizarse, por eso se suele caer en el error de pensar que es propio de esa parte del mundo.

Pertenece a la familia Rosaceae y es una planta cuyo nombre científico es Eriobotrya japonica que alcanza los 10 metros de altura. Su tronco es recto, no muy alto ya que ramifica a poca distancia del suelo y forma una copa redondeada. Las hojas son de color verde oscuro por el haz y más claras por el envés, coriáceas, y miden hasta 30 centímetros de largo por 10 centímetros de ancho.

Sus flores, que aparecen en panículas de unos 15 centímetros de largo durante el otoño-invierno, son hermafroditas, de color blanco y fragantes, con un tamaño de hasta 2 centímetros de diámetro. Y las frutas maduran en primavera.

¿Qué tipo de fruta es el níspero?

Se trata de una fruta con forma ovoide, con la piel anaranjada y la pulpa amarillenta/anaranjada. Esta es compacta y aromática, además tiene un sabor ligeramente ácido.

Al momento de consumirla se recomienda pelarla, y cortarla por la mitad para extraer las semillas (puede haber entre 1 y 5) que tiene en su interior. Estas son muy fáciles de sacar, ya que miden aproximadamente 1,5 centímetros, y son duras.

¿Cuánto tiempo tarda un níspero en dar frutos?

El níspero es un árbol que puede sorprendernos mucho, y es que desde que la semilla germina hasta que la planta crece lo suficiente para fructificar pueden pasar tan solo unos 4-5 años si está bien cuidado.

Por este motivo, es muy interesante comprar algunos nísperos -mejor si son ecológicos- en nuestra frutería de confianza, y después de limpiar bien las semillas, sembrarlas (más abajo te explicamos paso a paso cómo se han de sembrar).

¿Cuáles son las propiedades del níspero?

El níspero es una fruta que se usa como expectorante, demulcente y digestiva. En su país de origen es muy común su consumo para prevenir o tratar las molestias de garganta.

Aunque no podemos olvidarnos de su riqueza nutricional: contiene fibra, minerales tan importantes como el magnesio, fósforo, hierro, y el potasio, y vitaminas A, B1, B2, B3, B6 y C, gracias a los cuales se puede tener una buena salud.

¿Cuáles son las variedades de níspero?

Los nísperos son frutas comestibles

A grosso modo, se distinguen dos tipos de níspero: el chino y el japonés. El primero da frutos más tardíos, de color más oscuro y con más semillas; mientras que el segundo es justo lo contrario; es decir, sus frutos maduran pronto, la piel es más clara y tiene menos semillas. Pero estas últimas tienen un inconveniente, y es que el sabor no siempre es el mejor.

Las variedades más conocidas son:

  • Algar o Argelino: es una variedad precoz que tiene frutos con piel y pulpa de un color amarillo-anaranjado. Su sabor es agridulce.
  • Golden Nuget: es precoz. Produce frutas redondeadas, de piel oscura y con la pulpa jugosa aunque algo ácida.
  • Peluche: es una variedad precoz que produce frutas con poco sabor.
  • Tanaka: es una variedad tardía, que produce frutas pirifomes (con forma de pera), de color anaranjado. Su pulpa es muy jugosa y tiene un sabor dulce.

¿Cómo es el cultivo del nisperero?

La Eriobotrya japonica es un árbol muy, muy fácil de cuidar. Se trata de una planta que no necesita pasar muchas horas de frío, es decir, horas durante las cuales la temperatura se mantiene por debajo de los 7 grados, para producir sus frutas. Por este motivo, puede cultivar sin ningún problema en gran parte de España, incluyendo la región mediterránea.

Pero es importante conocer sus necesidades básicas para que pueda crecer como queremos que lo haga:

Ubicación

El níspero es un árbol que se tiene que poner en un lugar soleado. Asimismo, hay que tener en cuenta las dimensiones que tendrá una vez llegue a la edad adulta, ya que es importante que se plante a una distancia de dos metros, como mínimo, de la pared.

Las raíces de esta planta son superficiales y no invasivas, de modo que por este tema no tendremos que preocuparnos.

Tierra

  • Jardín: crece en casi todo tipo de suelos. Solo hay que evitar plantarlo en aquellos que se encharcan con facilidad, ya que el exceso de agua es muy perjudicial para él.
  • Maceta: si optamos por tenerlo en maceta, se podrá llenar esta con sustratos preparados como el de huerto urbano (en venta aquí), ya que así nos aseguraremos de que tendrá todos los nutrientes que necesita para crecer un tiempo.

Riego

El nisperero se ha de regar de vez en cuando. No soporta la sequía, por lo que hay que procurar que no pase demasiada sed. Así, en verano es posible que tengamos regar unas 2 o 3 veces por semana, echando agua hasta que la tierra quede bien regada. Si está en el suelo, será muy recomendable hacerle un alcorque para aprovechar mejor esa agua, ya que se evitará que se pierda.

Por el contrario, durante el otoño y el invierno, que son meses en los que el clima refresca, se tendrá que regar menos.

Abonado

Mientras nuestro árbol frutal esté creciendo será muy recomendable abonarlo. La temporada de crecimiento empieza con la llegada de la primavera y termina cuando las temperaturas comienzan a bajar en otoño/invierno.

Ahora bien, cuando el clima es suave, florecerá muy temprano, quizás antes de que termine el invierno. Es por eso por lo que si vivimos en una zona donde no se registran heladas o si estas son muy débiles y puntuales, se empiece a abonar en esa estación.

¿Qué abonos usar? Pues dado que hablamos de un árbol que produce frutas comestibles, aconsejamos elegir abonos de origen orgánico, ya que estos no son tóxicos ni para la planta ni para el medio ambiente, y además tampoco tienen un »tiempo de espera» de recogida del fruto.

Algunos ejemplos son:

  • Abono de algas
  • Guano (en venta aquí)
  • Estiércol de animales (de gallina, de cabra, de vaca, etc.)
  • Humus de lombriz (en venta aquí)

Multiplicación

Los nísperos se multiplican por semillas

Imagen – Wikimedia/Frank Vincentz

Se multiplica por semillas en primavera-verano. Lo ideal es que se extraigan de frutos recién cogidos del árbol, aunque también sirven los comprados en una frutería (pero insisto: opta por los ecológicos ya que, si bien son un poco más caros, no solo no tienen pesticidas sino que además suelen germinar mejor).

Los pasos a seguir son los siguientes:

  1. Lo primero es limpiar la semilla con agua. Es importante que no tenga nada de pulpa adherida ya que de lo contrario podría llenarse de hongos.
  2. Después, se introduce en un vaso con agua. Si vemos que se hunde, es porque es viable.
  3. El siguiente paso es preparar una maceta que nos sirva de semillero. Si solo vamos a sembrar una, nos vale una maceta pequeña de 6,5 centímetros de diámetro (más o menos), pero ha de tener agujeros en su base. La rellenamos con sustrato preparado para semilleros, fibra de coco (en venta aquí) o vermiculita y regamos.
  4. Ahora, hacemos un pequeño agujero en el centro, por ejemplo con un dedo, e insertamos la semilla.
  5. Por último, la cubrimos con sustrato y con un poco de cobre en polvo para evitar que los hongos la destruyan, y colocamos la maceta en un lugar soleado.

Así, va a germinar en cuestión de un mes.

Otra forma de sembrarla es entre algodones, literalmente. Cogemos dos trozos de algodón, los humedecemos con agua y colocamos la semilla con un poco de cobre espolvoreado por encima en el centro de ambos. Para mantenerla húmeda se inserta todo en un recipiente de plástico con tapa, y se coloca en una habitación con luz.

Eso sí, hay que revisarlo a diario por si los algodones se secan y/o por si la semilla germina. En cuanto veamos que asoma una raíz, tendremos que plantarlo en una maceta.

A veces, el níspero se multiplica mediante injerto de escudete. Esto se hace más que nada para acelerar la fructificación, pero también para conseguir otras variedades.

Poda del níspero

Un níspero se empieza a podar más o menos cuando ha alcanzando una altura de 1,5-2 metros. Antes no es aconsejable hacerlo, ya que se debe esperar a que se fortalezca un poco.

Hay tres tipos de podas que hay que hacerle llegado el momento:

Formación

Se hace como su nombre indica para darle forma al árbol. Se hace a finales del invierno si el árbol aún no ha florecido, o a finales del verano en caso contrario.

Consiste en eliminar las ramas que estén brotando a menos de medio metro del suelo, así como aquellas que estén rotas, enfermas o las que se entrecrucen.

Fructificación

Para estimular la producción de frutos. Tiene que hacerse después de la recogida de los mismos. Se han de dejar las ramas que den frutos, y eliminar las que estén creciendo con tanto vigor que se sobresalgan de la forma de la copa.

Aclareo de los frutos

Se hace para evitar que haya ramas que se rompan debido al peso de los frutos, o que haya alguna que no reciba suficiente luz. Por supuesto, se ha de hacerse cuando la planta esté fructificando.

Consiste en seleccionar los mejores frutos de cada rama y eliminar el resto, pero evitando quitar demasiados ya que tampoco sería bueno para el árbol dejarlo con pocos nísperos.

Plantación

El níspero se planta en el jardín durante la primavera pero solo si no está fructificando. En caso de tenerlo en maceta, has de cambiarlo a otra mayor cuando las raíces asomen por los agujeros de la misma, o cuando veas que se ha quedado sin espacio para seguir creciendo.

Plagas

Básicamente le afecta una: la mosca de la fruta (Ceratitis capitata). Aunque se puede prevenir poniendo trampas específicas (en venta aquí).

Eso sí, si hay pájaros por la zona, también es recomendable poner algún espantapájaros ya que de lo contrario se comerían los frutos.

Enfermedades y problemas

Puede verse afectado por el hongo moteado o roña, cuyo nombre científico es Fusicladium eryobotryaea, que causa la aparición de manchas redondas de color oscuro tanto en hojas como en frutos. En caso de ver síntomas, se han de arrancar las partes afectadas y tratar el árbol con fungicidas que lleven cobre.

Asimismo, puede tener manchas rojas o rojizas en los frutos, más concretamente en la piel. Esto no es una enfermedad sino una fisiopatía causada por carencia de minerales (zinc o calcio) es lo más habitual en esta planta), o por falta de agua.

Rusticidad

Soporta bien las heladas de hasta los -5ºC, pero has de saber que las heladas tardías dañan los frutos. Si baja hasta los -10ºC sufrirá daños importantes.

Las flores del níspero son blancas

¿Te gusta el níspero?

Mandarino en maceta

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Mandarino en maceta

Cuando piensas en un árbol frutal, lo más normal es que lo primero que se te viene a la cabeza es que necesitas un jardín donde plantarlo, o mucho espacio donde tenerlo. Pero lo cierto es que la gran mayoría de ellos se pueden plantar en una maceta. Tal es el caso del mandarino en maceta.

¿No sabes cómo tener un mandarino en maceta pero te parece buena la idea? No te preocupes, nosotros te vamos a dar las claves para que esos cuidados que necesita (riego, abonado, poda, trasplante) no sean difíciles y, además, te prepararemos ante plagas y enfermedades que pueden afectarle. ¡Vamos a ello!

Cuidados del mandarino en maceta

Cuidados del mandarino en maceta

Fuente: cocinavital

Un mandarino en maceta es igual que un árbol plantado en la tierra, aunque con un espacio más limitado. Pero hasta podrías conseguir que te diera mandarinas y comértelas con mucho más placer (y mejor sabor) que las que compras en el supermercado. Pero, ¿cómo conseguir que se desarrolle bien y crezca lo suficiente para que eche mandarinas? Te lo contamos.

¿Qué tiesto es el más indicado para un mandarino en maceta?

Lo primero que tienes que saber para tener un mandarino en maceta es que no vale cualquier tiesto. Necesitas uno que le dé profundidad porque el árbol tiene muchas raíces y necesita espacio para «respirar» y «estirarse».

Si lo que buscas es un bonsái, lo primero es hacer que se acostumbre a esa condición, por lo que tendrás que ir trasplantándolo poco a poco conforme vayas viendo que el árbol se adapta a «hacerlo pequeñito», pero te advertimos que también las mandarinas se harán pequeñas y no podrás comértelas.

Esta es la mejor tierra para un mandarino en maceta

El siguiente paso es elegir la tierra que necesita. Te recomendamos que uses una fertilizada, y a ser posible con abonos altos en nitrógeno (en verano) y con potasio, magnesio, zinc y hierro en invierno.

¿Dónde poner un mandarino?

¿Sabes ya dónde vas a poner tu mandarino en maceta? Debes tener claro que los árboles frutales, y en este caso los cítricos, necesitan un lugar muy bien iluminado, a poder ser con sol directo en varios momentos del día. Por eso, escoge una zona donde vaya a tener esto, de lo contrario podría marchitarse y morir por no darle lo que necesita.

También te recomendamos que tengas cuidado con la temperatura. El mandarino no es un árbol que tolere las heladas y por eso se muere fácilmente en el exterior. Así que si lo vas a tener en una maceta, controla el frío que haga y cúbrelo con un plástico o mételo en casa cuando las temperaturas desciendan mucho.

Cuidados del mandarino en maceta

¿Cuánto regar un mandarino en maceta?

Para un mandarino, el riego es algo muy importante, pero debes tener en cuenta lo siguiente:

  • En invierno no requiere de un riego con frecuencia, y tampoco que quede el agua encharcada porque pudre sus raíces.
  • En primavera y verano necesita un riego constante y diario, pero sin darle demasiada cantidad de agua (no queremos ahogarlo).
  • En otoño has de ir rebajando los riegos para que sean cada vez menos y lo prepares para el invierno.

Controla, además, que tiene un buen sistema de drenaje para que no haya estancamientos de agua.

¿Cuánto tiempo tarda en crecer un árbol de mandarina?

Un árbol tarda sus años en crecer, y va a ser igual en una maceta. Además, al controlarle más el espacio, puede ralentizarse un poco su desarrollo pero lo normal es que, si lo cuidas bien, al año ya pueda darte los primeros frutos. Pero todo dependerá de cómo lo compres y la edad que tenga este, si está sano, etc.

¿Cuándo florece la planta de mandarina?

Uno de los espectáculos más bonitos de un mandarino en maceta es cuando florece. Ocurre al principio de la primavera y puedes verlo lleno de flores blancas con un olor a azahar muy agradable.

Eso sí, esto solo dura unos días, semanas como mucho, y las flores acaban cayéndose tras abrirse.

Cómo podar un mandarino en maceta

Igual que ocurre con otros árboles, la poda ha de ser constante. Y en un mandarino en maceta no iba a ser diferente. Los expertos recomiendan que se pode a principios de primavera, cortando los brotes nuevos para que esté más frondoso el árbol.

También debes guiarte por la forma del árbol y cómo quieras que se vea bien.

¿Qué enfermedades y plagas pueden afectar al mandarino?

¿Qué enfermedades y plagas pueden afectar al mandarino?

Fuente: Viverossoler

Hay que reconocer que si tienes un mandarino en maceta, lo normal es que este esté más protegido contra las plagas y las enfermedades. Pero desgraciadamente también pueden afectarle por igual y encontrarte con que, por más que le has dado los cuidados, se enferme. Por eso, la prevención es la mejor arma. Y conocer los síntomas que te pongan en alerta también.

En general, el mandarino es muy resistente a las plagas y a las enfermedades. Pero existen varias a las que es más propenso como son: araña roja, cochinilla, mosca blanca o minador de los cítricos. Su eliminación se basa en usar acaricidas (para la araña roja), tierra de diatomeas (para la cochinilla), trampas adhesivas (para la mosca blanca) y aceite de neem o usar una bacteria (para el minador de los cítricos).

Ahora bien, en cuanto a enfermedades, una que no tiene cura es el «virus de la tristeza», la psoriasis o la exocortis, que hace que el árbol se comporte de manera extraña (empieza a tirar las hojas sin motivo, echa demasiados frutos, se debilita…). Por último, debes controlar la Phytophthora, que es una enfermedad causada por un hongo debido a un exceso de humedad y una temperatura entre 15 y 30 grados. Para este caso, los fungicidas te pueden ayudar a combatirlo (siempre ricos en cobre).

No podemos augurarte que, siguiendo todos estos consejos tu mandarino en maceta va a estar libre de problemas y a desarrollarse correctamente, pero al menos sí que habrás puesto todos los medios para proporcionarle todas las necesidades que estos cítricos tienen para que esté sano y te ofrezca una visión increíble día a día.

¿Cuáles son las diferencias entre brevas e higos?

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Higos listos para su consumo

¿Alguna vez te has preguntado cuáles son las diferencias entre brevas e higos? Aunque son ambos deliciosos, y los produce la misma especie de árbol (Ficus carica) es importante saber identificar las características de unos y otros para que no haya lugar a dudas a la hora de adquirir una variedad u otra.

Por lo que si tienes ganas de saber la respuesta a esta duda tan común, a continuación te la vamos a decir.

Higueras bíferas, las que producen brevas e higos

Son aquellas que tienen una sola fructificación pero que, a diferencia de las uníferas, esta se puede dividir en dos: la primera comenzaría en verano, y la segunda durante la primavera del año siguiente. Esto se debe a que son más resistentes al frío, lo cual hace que los frutos que salen a partir de octubre (del hemisferio norte) puedan sobrevivir al invierno.

¿Qué son las brevas?

Brevas

Imagen – Wikimedia/Emi Yanez

Las brevas son los frutos tardíos que brotaron el año anterior y que, con la llegada del calor primaveral, despertaron y reanudaron su crecimiento. Son, por haber tenido más tiempo para crecer, más grandes y carnosos, con la piel más fina y quebradiza y poco lechosas (con poco látex).

Se cosechan a principios de verano.

¿Qué son los higos?

Los higos son los frutos que han »nacido» ese mismo año, en ejemplares dioicos femeninos autofértiles (como los que suele haber en los campos que crecen casi sin recibir ningún tipo de cuidado). Son blancos por fuera, con una piel más gruesa, y al romperse sale un líquido lechoso (látex). Además, son más aromáticos que las brevas.

Su temporada de cosecha es de a mediados a finales del verano. Son buenos para comer frescos, para hacer mermeladas o incluso para desecar.

¿Cuál es la diferencia entre el higo y la breva?

Tanto los higos como las brevas vienen del mismo árbol, la higuera o Ficus carica. Pero lo cierto es que estas dos en realidad son muy diferentes entre sí. Hay quienes prefieren las brevas frente a los higos, aunque hay que decir que los dos son muy dulces debido a que tienen un alto contenido en azúcar. Pero, ¿sabes que los higos no se consideran frutas?

Y es que, para empezar, las brevas son una fruta. Pero los higos, no. A estos se les considera que son flores invertidas en una vaina. Es decir, que al contrario que otras plantas, el higo tiene las flores escondidas dentro de esa vaina. Ahora bien, esto no implica que sea difícil polinizarla, lo es. Pero también te puedes encontrar con la desagradable sorpresa de que haya una avispa. No es lo habitual, porque nosotros consumimos higos hembra, no macho, que son los que atraen a estos insectos y, además, los que se venden son los que no han sido polinizados aún, por lo que no tienen semillas en su interior (ni huevos de avispa).

Otra de las diferencias entre los higos y las brevas es su cosecha. Y es que, mientras que las brevas vienen de junio a julio; el higo aparece siempre de agosto a septiembre.

Esto tiene una explicación, y es que las brevas en realidad son higos de la temporada anterior. Debido a que empezaron a crecer cuando el frío hizo apto de presencia, la higuera detiene su desarrollo y entra en una especie de letargo. Cuando aparece la primavera y el calor, esta vuelve a reactivar el desarrollo de esos higos, solo que ya no son higos sino brevas.

A raíz de este parón, el tamaño de las brevas es mucho mayor, y de color morado. Son menos dulces y también menos calóricas que los higos.

Por último, otra diferencia entre ambos, es que las brevas se estropean muy fácil y rápidamente. No toleran el frío del frigorífico y tampoco tenerlos muchos días porque se pudren enseguida. Por eso se recomienda comprar solo los que se vayan a consumir.

Variedades de brevas

Para empezar, debes saber que existen en torno a 600 tipos diferentes de higueras que se diferencian por la forma, frutos, cantidad, color, etc. Esto implica que, a la hora de conocer las variedades de brevas, como las de higos que veremos a continuación, nos encontraremos con muchas variedades diferentes.

Sin embargo, a nivel de consumo y comercialización, se utilizan 10 variedades para el consumo en fresco, que son: ‘San Antonio’, ‘Banane’, ‘Cuello Dama Blanco’, Cuello Dama Negro’, ‘Tiberio’, ‘Tres Voltas L’Any’, ‘Colar Elche’, ‘Brown Turkey’, ‘Blanca Bétera’ y ‘De Rey’. Por supuesto, hay algunas más, como la ‘Goina’ que se cultiva en España también.

Variedades de higos

Variedades de higos

En el caso de los higos, en la actualidad te puedes encontrar con más de 750 especies de higos diferentes, dentro de los cuales hay algunos que son comestibles y otros que no. Ahora bien, nombrarlos a todos sería demasiado tedioso, por lo que sí podemos hablarte de su clasificación, en la que nos encontramos que las variedades se distribuyen en cuatro grandes grupos:

  • Higo común, también llamado persistente. Algunos de ellos son ‘Kadota’, ‘Conadria’, ‘Mission’, ‘Celeste’, ‘Brown Turkey’ o ‘Adriatic’.
  • Cabrahigo, un higo que no es comestible.
  • Higo Smyrna, también llamado Esmirna, el más común en todo el mundo.
  • Higo San Pedro, conocido por higo intermedio y que da lugar a las brevas. Algunos ejemplos son ‘San Pedro’, ‘Gentile’ o ‘King’.

Propiedades de los higos y brevas

Propiedades de los higos y brevas

A pesar de que los higos y las brevas son alimentos cargados de muchos azúcares (y por ende no se recomiendan a personas diabéticas o que tengan tendencia a una acumulación de azúcar en la sangre), lo cierto es que están cargadas de propiedades muy beneficiosas para el cuerpo.

La primera de ellas es, sin duda, el aporte energético que tienen, y es que esos azúcares dan energía.

Pero, además, los higos y brevas tienen:

  • Vitaminas A y C. La vitamina C es una de las mejores para fortalecer el sistema inmunológico, con lo que te protege de infecciones, gripes, resfriados, etc. Por su parte, la vitamina A está enfocada en la visión, reproducción y el sistema inmunitario. Se ocupa de que funcionen bien órganos como los riñones, el corazón o los pulmones.
  • Tienen un gran contenido de calcio, magnesio, fósforo y potasio. Todo esto ayuda al buen desarrollo del cuerpo, que obtendrá los nutrientes necesarios para que todo funcione correctamente.
  • Mejoran el tránsito intestinal, porque son capaces de regularlo para que no haya «acumulaciones» en él.
  • Bajan el colesterol.
  • Propiedades antioxidantes.
  • Aumentan las defensas del cuerpo.

¿Qué son los cabrahigos?

¿Qué son los cabrahigos?

Antes te hemos citado de manera muy somera los cabrahigos. Pero, ¿qué son esta variedad de higos? Pues se trata de uno de los cultivos más primitivos que aún se conserva.

Los cabrahigos son higueras macho que solo producen flores masculinas, llenas de polen. Su objetivo es polinizar las higueras hembras a fin de dar una cosecha de higos (si no, estos se caen sin llegar a madurar).

Existen muchas variedades de este higo, siendo una de ellas muy conocida en Andalucía, como es la ‘Tocal’, pero también hay otras como ‘Abretoune’, ‘Amellal’ o ‘Croisic’.

De estas higueras crecen tres tipos de frutos (aunque te recordamos que no son comestibles):

  • Mamas. Son aquellos que nacen de ramas de la temporada anterior (algo así como las brevas). Dentro de este puedes encontrarte restos del insecto que se ocupó de polinizarlo.
  • Prohigos. Se forman en las ramas nuevas.
  • Mamonas. Higos que se desarrollan durante el verano.

Si no son comestibles, ¿por qué se cultivan? Los cabrahigos tienen una razón de ser y es que, en su interior, se encuentra una avispa, la Bastophaga psenes, muy necesaria para la polinización de las higueras y para que los higos sigan existiendo.

¿Te queda más claro lo que son los higos y las brevas? ¿Y cuáles son sus diferencias? A pesar de que los dos están muy sabrosos y dulces, hay muchos que prefieren uno u otro, ¿por cuál te inclinas tú?

Espero que ahora sepas cuáles son las brevas y cuáles los higos.

Historia de la mandarina

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historia de la mandarina

La mandarina es uno de los cítricos que más gusta a grandes y pequeños. Y esto es debido a que, en la mayoría de los casos, es más dulce que las naranjas, y al ser más pequeña, no llena tanto. Además, tiene algo más de agua que sus «hermanas mayores». Pero, lo que quizá no sepas, es la historia de la mandarina. ¿Sabes que tiene un origen curioso?

Si quieres saber el motivo por el que existen las mandarinas, de dónde surgieron, o por qué se las llama con este nombre, a continuación echamos la vista atrás para que conozcas algo más sobre la historia de la mandarina. No te va a aburrir, te lo aseguramos.

De dónde vienen las mandarinas

historia de la mandarina

Lo primero que debes saber es que, como muchos cítricos, las mandarinas provienen de Asia. Concretamente de China y de Indochina, que era los principales lugares en los que se cultivaba. Aunque hay algunas investigaciones que datan a este cítrico en el Himalaya, concretamente en bosques donde creían varios cítricos.

La primera referencia que se tiene de la mandarina es del siglo 12 a.C., lo que nos ya nos avisa de lo antigua que es. Sin embargo, empezó solo en una pequeña región en la que se fue extendiendo, sobre todo por el sudeste de Asia, así como por la parte de la India.

Se dice que, en el siglo X, la mandarina ya era conocida en todas las prefecturas sur de Japón. Sin embargo, tuvieron que pasar más de 400 años para que empezara a conocerse en otros continentes, y para que esta se distribuyera. Se dice que en Europa no aterrizaron hasta el siglo XIX. Al parecer, la persona que hizo posible que se conociera la mandarina fue Sir Abraham Hume, un inglés que decidió importar a Inglaterra esos cítricos. En concreto, dos variedades de mandarinas de Guangzhow (Cantón).

Poco después, y al ver el éxito que había tenido esa primera importación se enviaron árboles a Malta. Y así, fueron creándose las variedades, siendo otra de ellas la que se cultivó en Italia (la mandarina mediterránea). Esta llegó casi al mismo tiempo que a Malta, y con el paso del tiempo las mandarinas fueron evolucionando a las que conocemos hoy día.

El curioso nombre de la mandarina

El curioso nombre de la mandarina

Dentro de la historia de la mandarina debemos hacer un inciso sobre el nombre de esta. Es cierto que, dependiendo de la zona donde se viva, se la llama de una manera o de otra.

Por ejemplo, en el caso de Inglaterra, para ellos es «mandarin». En Italia y España, mandarino. La India la llama Santara o Suntara; mientras que en Japón las mandarinas son las mikan. ¿Y en China? Se las llama Chu, Ju o Chieh.

Pero, ¿de dónde surgió llamar mandarina a este cítrico? Pues el culpable de todo no es otro que el color anaranjado de su piel. Así es. Los primeros frutos de mandarina cautivaron a muchos por ese vivo color naranja que tenían. Y a alguien se le ocurrió relacionar ese color naranja con los trajes que usaban los Mandarines en la antigua China (los gobernantes). Estos eran de vivos colores, principalmente rojos y naranjas, de ahí que empezaran a utilizar mandarinas para referirse a esta fruta. Y sí, vas por buen camino si piensas que esta fruta era considerada apta para «aristócratas».

La historia de la mandarina y su genealogía

La mandarina ancestral fue la primera de todas, y algo que sabe es que había tanto «hembras» como «machos». Es decir, es uno de los cítricos capaz de dar dos tipos de mandarinas.

Cada una de ellas, a su vez, desarrolla otros frutos, que son los que ahora podemos conocer mucho más. Por ejemplo, las mandarinas hembras daban lugar a la Lima Rangpur. Sin embargo, los machos son los que nos han dado la mandarina tradicional, la naranja amarga y también el calamondín. Y sí, de la mandarina tradicional se obtuvo la mandarina moderna y la naranja dulce.

La historia de la mandarina en España

La historia de la mandarina en España

Si nos centramos en la relación que existe entre la historia de la mandarina y el país de España, tenemos que pensar en una fecha más cercana a nuestros días. Y es que, aunque fue en 1805 cuando aterrizara el mandarino como un producto exótico en Inglaterra, tardó varios años más en llegar a España.

Según los investigadores, las primeras referencias que se encuentran acerca de este cítrico en España datan de 1845. Ese año, y a través del conde de Ripalda, se enviaron a Valencia unos injertos para estudiar el comportamiento que tenían esos frutos. Esto se llevó a cabo a través de la Real Sociedad Económica de Amigos del País, pero en ningún momento tenían como objetivo el cultivarse, sino investigar cómo se comportaban estos cítricos.

Tuvieron que pasar unos 11 años para que, en 1856, y gracias a Polo de Bernabé, se empezaran a cultivar. Para ello, se escogió la provincia de Castellón, más concretamente Burriana. Ese cultivo significó un gran desarrollo para esa zona, ya que prácticamente suplían las demandas de una gran parte de la producción total de estos cítricos.

¿Y qué variedad fue la que se cultivó? Pues al parecer, hablamos de la del Mandarino Común. Según se sabe, no fue hasta 1920-1930 que surgieron nuevas variedades, empezando por la Satsuma o la Clementina.

¿La mandarina original y la de ahora se parecen?

Lamentablemente, no. No tienen nada que ver porque, como todo, ha ido evolucionando. Las variaciones así como las pruebas que se han ido llevando a cabo ha hecho que el cultivo original, o la esencia de la mandarina, se vaya perdiendo.

Eso implica que la mandarina de hace tanto miles de años y la de ahora no se parezcan en nada, ni en cuanto a tamaño, color, textura, sabor, dulzura, etc. El paso del tiempo, la tierra y todo lo que afecta a los cultivos va haciendo que estos se adapten a las nuevas condiciones para sobrevivir, y eso es lo que ha hecho también este árbol.

Ahora que conoces un poco más de la historia de la mandarina, ¿la ves con otros ojos?

Cuándo podar frutales

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Cuándo podar frutales

Cuando el verano se acaba, muchos consideran que, la llegada del frío es la mejor estación para podar frutales. Otros, sin embargo, esperan al final del invierno y principios de la primavera para hacerlo. Pero, ¿cuándo podar los frutales? ¿Es mejor antes, después?

Has de saber que, dependiendo del tipo de frutal, su época de poda va a ser diferente. Por eso es tan importante conocer qué árbol es y en qué época es mejor podarlo. A continuación te hablamos de todo ello.

Qué se considera poda

Qué se considera poda

La acción de podar, o lo que llamamos poda, es en realidad el corte que le hacemos a ciertas partes del árbol con un objetivo claro. Y es que a la hora de podar podemos hacerlo con distintos fines:

  • Para darle una forma determinada, por ejemplo porque nos guste que sea un árbol con una estética redondeada.
  • Porque queremos sanearlo limpiando así las ramas muertas o que no le sirven porque no tienen hojas ni frutos.
  • Para impedir que se descontrole en su crecimiento.
  • Para mejorar la calidad de los frutos. Esto, en el caso de los árboles frutales, es muy importante porque ayudará al árbol a ganar más fuerza para el desarrollo de unos frutos más grandes y sabrosos.

Debes ver la poda como una forma de permitir que el árbol se airee (porque las ramas le permitan el paso del aire por entre ellas) al mismo tiempo que pueda tener una entrada de luz. De esta forma, todas las ramas quedarán expuestas y no acabará muerto por un lado y vivo por otro.

En general, la poda debe eliminar todas las ramas que son inservibles, como pueden ser:

  • Los chupones.
  • Las ramas colgantes.
  • Las ramas quebradas.
  • Aquellas ramas que se entrecruzan ya que impiden el buen desarrollo de la planta (y lo único que harán será enredar el árbol).

A pesar de que la época de poda empieza cuando caen las últimas hojas de los árboles, y hasta finales del invierno, dependiendo del tipo de árbol se debe escoger una época u otra.

Cuándo podar frutales

Cuándo podar frutales

En el caso de los árboles que nos ocupan, los frutales, la mejor época para hacerlo siempre es después de ese periodo de reposo que pasan los árboles, es decir, después del invierno. Concretamente, en los meses de febrero y primeros de marzo ha de llevarse a cabo la poda ya que es el momento en que la savia asciende y empieza a hinchar las yemas, produciendo nuevos brotes.

Ahora bien, hay una poda de otoño que podría ser interesante para los frutales. Sin embargo, esta se centra solo en pinzar los brotes vigorosos, ya que el objetivo es conseguir que haya más ramas laterales, pero estas con yemas de flor, lo que hará que su producción sea mayor al año siguiente. ¿Que quieres conseguir lo contrario?, entonces has de podarlo en agosto.

Lo que no se recomienda de ningún modo es que se pode a final de otoño y primeros del invierno. Y es que, cuando cortas las ramas, lo que le haces es una herida a la planta, y esta, salvo que la trates, queda expuesta durante todo el invierno, no cicatrizará hasta que este pase, lo que implicará que pueda sufrir de hongos, plagas y enfermedades que acaben con la vida del árbol.

¿Todos los frutales se podan en el mismo mes?

Lo cierto es que no. Cada frutal tiene una época de floración y otra de dar los frutos. Hay algunos que son tempraneros y en mayo-junio ya tienen los frutos; mientras que otros hasta septiembre u octubre no los dan. Por eso, es importante saber qué frutal es y qué especie para determinar cuáles son sus mejores épocas para podar frutales.

A modo de información, debes saber que:

  • Peral: se poda en julio.
  • Manzano: se poda en diciembre o enero.
  • Ciruelo, cerezo, almendro, albaricoquero: en febrero (el caso del almendro dependerá, ya que hay algunos tempraneros que, en diciembre, ya están en flor; si es así se podará en noviembre).
  • Limonero y naranjo: en marzo-abril.

Cómo podar frutales

Cómo podar frutales

Ha llegado la época y te toca podar frutales. Para ello, necesitas tener una serie de herramientas que acortarán el tiempo que tardarás en hacerlo y además evitará estrés en los árboles. No puedes cortar un árbol con unas tijeras solamente, necesitas más herramientas como:

  • Una tijera de mano. Son las habituales para cortar ramas de hasta 2cm de diámetro. Las que sean más grandes no podrá con ellas.
  • Tijeras de dos manos. Estas, aunque son más grandes, ya que llevan mangos más largos, solo están destinadas a ramas de hasta 3 cm de diámetro.
  • Serruchos de poda. Para las ramas con mayor diámetro, gruesas, o incluso troncos. Otra de estas herramientas es el arco tronzador.
  • Motosierra. Para ramas muy gruesas.

Es importante que desinfectes las herramientas que vayas a utilizar antes y después de cada uno, a fin de que no se transmitan enfermedades entre los árboles. Y, además, en los cortes que sean de ramas de más de 5cm de diámetro, conviene que selles las heridas con fungicidas o productos cicatrizantes porque tardarán más tiempo en cerrarse y pueden ser un foco de infección.

Cómo hacer los cortes de las ramas

Seguro que has escuchado muchas veces que los cortes han de ser inclinados. Pero, ¿cuánto? ¿Qué tan cerca de las ramitas que tiene? ¿Qué pasa si las cortas demasiado lejos?

El corte ideal es algo que queda algo inclinado, pero no demasiado, porque si lo haces así lo único que conseguirás es que la madera quede envejecida y no crezca nada. Además, has de dejar una separación mínima del último brotecito, no demasiado, pero sí lo suficiente. Piensa en cómo crecerá ese brote u hoja y así sabrás el espacio que debes dejar.

¿Y si dejas mucho? Pues al final esa parte de la rama se irá secando, y al intentar el árbol recuperarla, perderá fuerza.

Tipos de podas

A la hora de podar los frutales, debes tener en cuenta que hay tres tipos de poda:

  • De formación. Se produce durante los cuatro primeros años del frutal y sirve para conseguir que el árbol adquiera la forma que se desea que tenga.
  • La de limpieza. Cuyo objetivo es eliminar los chupones, las ramas rotas, viejas o que están mal…
  • De producción. Es la que se hace para ayudar a que los árboles den más frutos.

No tengas miedo a equivocarte. En la mayoría de los casos es la experiencia la que te dirá si lo haces bien o no, y para ello has de lanzarte a podar frutales. Si no sabes bien cómo hacerlo, prueba cortando poco para ver cómo reacciona el árbol. Conforme vayas viendo su evolución, irás tomando más conciencia de qué necesitas cortar y qué no.

Enfermedades del aguacate

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Enfermedades del aguacate

¿Tienes un aguacate en tu casa? ¿Has sido de los que ha conseguido sacar la planta de aguacate de un hueso y ahora disfrutas de una planta a la que mimas y no quieres que le pase nada? Entonces es importante que conozcas cuáles son las enfermedades del aguacate para prevenirlas y, sobre todo, para saber cómo actuar ante ellas.

Ha continuación vamos a hablarte de cada una de ellas para que sepas qué características tiene, cómo afectan al aguacate y lo que puedes hacer para vencerla y ayudar a tu planta a que se reponga. ¡Vamos a ello!

Las peores enfermedades del aguacate

Las peores enfermedades del aguacate

Hablarte de todas y cada una de las enfermedades del aguacate, así como de sus plagas, podría ser interminable, porque es un cultivo que, lamentablemente, se ve asediado por múltiples plagas y enfermedades. Pero sí que podemos hablarte de cuáles son las más habituales y las peores para que sepas cómo debes actuar.

Phytophthora cinnamomi

Es muy probable que esta enfermedad no la hayas oído por ese nombre, que es del organismo que lo ataca, pero sí que te sonará la llamada «tristeza del aguacatero». Se trata de un problema que afecta sobre todo a las raíces del árbol y que puede darse en cualquier momento.

Esto es debido a un oomycetes, un organismo que produce un líquido, tinta del castaño, atacando a las raíces. A través de ellas va subiendo hasta el centro del árbol y este muere sin remedio.

¿Qué notarás en el aguacatero? Pues no verás las raíces podridas, pero sí empezarás a notar una clorosis en las hojas, se paran, no crecen y además se vuelven amarillos. También habrá defoliación, porque se le irán cayendo las hojas y, por la parte de arriba, notarás que el árbol se ha parado y que parece que va muriendo.

¿Se puede salvar? Sí, a pesar de que se ve como una de las peores enfermedades del aguacate, lo cierto es que se puede salvar. Para ello puedes usar fungicidas que atacan a este hongo. Otra opción son inductores de autodefensas, es decir, fertilizantes que le dan los nutrientes necesarios para luchar contra esta enfermedad. Muchos aplican ambos remedios para fortalecer aún más al árbol.

Anillamiento del Pedúnculo

Vamos con otra de las enfermedades del aguacate, una afecta no solo al árbol, sino también a aquellos agricultores que tienen enormes pérdidas económicas cuando esto sucede.

Se trata de un problema que se produce cuando el fruto se está desarrollando. ¿Qué le ocurre? Pues debido a que se une a un pedúnculo, eso provoca que el fruto tenga una lesión en forma circular, en el punto de unión con este.

El problema es que eso puede provocar, no solo que se caiga antes el fruto, sino que estéticamente no sea «bonito» y no se vendan esos frutos.

Para evitarlo, lo único que se puede estar es pendiente de los frutos para coger a tiempo estos y evitar que se forme ese anillo.

Antracnosis

Esta enfermedad del aguacate está provocada por otro hongo. Se trata del Colletotrichum gloesporoides y sobre todo ataca a los ejemplares más jóvenes, así como a los brotes, los frutos, las ramas y las flores.

¿Qué provoca? Verás que el árbol del aguacate empieza a tener unas manchas y heridas de color negro, tan profundas que a menudo puede llegar a pudrir el lugar en el que está. En el caso del fruto, aparece cuando se está desarrollando, y pueden ser de entre 0,5 y 3 centímetros. Al principio están un poco hundidas esas manchas, pero conforme pasa el tiempo, si no se pone remedio, las manchas van haciéndose más grandes y uniéndose unas con otras acabando con el fruto. Lo mismo pasa con el aguacatero.

¿Se puede curar? Sí, pero antes has de saber que la causa por la que este hongo hace su aparición es por la alta humedad. Así que una de las primeras actuaciones es frenar el riego. Después habrá que aplicar fungicidas que sean ricos en cobre, como el azufre, oxicloruro de cobre, etc. que ataquen al hongo. Es importante llevar a cabo la poda de las hojas, ramas y parte del árbol que tengan síntomas de la enfermedad para cortar de raíz el problema y que no vaya a más.

Las peores enfermedades del aguacate

Roña

La roña está provocada por el hongo Sphaceloma persea y ataca sobre todo a los tallos, las hojas y los frutos (este en cualquier momento de su desarrollo).

¿Qué le pasa al aguacatero? Pues verás que las hojas van volviéndose de color marrón claro, y empiezan a ponerse con la forma de una cuchara. En el caso de las frutas, verás heridas redondas e irregulares de color marrón claro, como si tuvieran una textura de corcho, y que sobre salieran. Cuando se unen varias forman una especie de costra.

¿Se puede eliminar? Sí, para ello se usan fungicidas de cobre antes de que el árbol, florezca. Otra de las acciones es la de podar el árbol para dejar que tenga más entrada de aire y esté ventilado.

Mancha negra

Provocada por el hongo Cercospora purpura Cooke, este ataca sobre todo a las hojas haciendo que se le caigan al aguacate. En el caso de los frutos, no solo hará que tengan manchas oscuras en la piel, sino que será capaz de que estas rasguen la corteza y no sean aptos para comercializar.

¿Qué provoca? En las hojas, verás que estas empiezan a ponerse marrones, por las puntas, y esa mancha se va extendiendo hasta cubrir por completo la hoja y finalmente tirarla. En los frutos, manchas marrones o negras de bordes irregulares, que, en ocasiones, abren la piel del aguacate.

¿Se puede curar? Sí, a través de fungicidas con base de cobre.

Mildiu velloso

Vamos con otra de las enfermedades del aguacate. En este caso es una que afecta a muchos otros árboles y cultivos, la enfermedad del mildiu, también llamada del polvillo blanco.

¿Qué provoca? Verás que en las hojas empieza a aparecer una mancha de color blanca, como si fuera polvo. El problema es que esta empieza a atacar a las hojas haciendo que estas se enrollen sobre sí mismas y se deformen. El siguiente paso es que aparecen manchas negras irregulares. Las flores y los frutos se caen y el árbol deja de ser productivo.

¿Tiene cura? Sí, además de los fungicidas con base de cobre, también tienes los de base de nitirofenol, que ayudan no solo a luchar contra la enfermedad, sino también a prevenirla.

frutos del aguacatero

Marchitez del laurel

Aunque sea extraño, por el nombre de esta enfermedad, debemos decirte que sí, no solo afecta al laurel, sino también al aguacate. El culpable de todo es un hongo, Raffaelea sp. que se encarga de impedir el flujo de agua. Es decir, que impide que el árbol se nutra, de tal forma que empiezan a marchitarse las hojas.

¿Qué notas en el aguacatero? Verás que la planta empieza a tener en las hojas manchitas de color marrón o rojo y que por más que lo riegas el árbol tiene todos los síntomas de una deshidratación.

¿Se puede curar? No… En este caso si un árbol tiene la enfermedad, y ya está pudriéndose, lo mejor es cortarlo y quemarlo para que no vaya a afectar a otros arboles. Lo que sí se puede hacer es intentar frenar el avance de los escarabajos de ambrosía, que son los que propagan el hongo por las ramas y las hojas del aguacate.

El aguacate también sufre las plagas

Además de las enfermedades del aguacate que te hemos comentado, existen las plagas, que son igual o más peligrosas que las que hemos visto.

Estas son:

  • La mosca de la fruta del mediterráneo.
  • Los trips.
  • Los escarabajos ambrosiales.
  • El gusano barrenador.
  • Las cochinillas.

¿Conoces más plagas y enfermedades del aguacate?


Cómo germinar semillas de durazno

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como germinar semillas de durazno

El durazno, también conocido como melocotonero o Prunus persica, es un árbol de China, Irán y Afganistán, importado a Europa por los romanos. Su fruto es muy apreciado en la mayor parte del mundo por su sabor dulce y su calidad carnosa, y muchas personas deciden plantar sus propios árboles en sus jardines. Aprender cómo germinar semillas de durazno puede ser bastante complicado si no se tiene una base sobre ello.

Por ello, en este artículo vamos a contarte cómo germinar semillas de durazno de forma correcta y cuáles son los aspectos principales qué debes tener en cuenta.

Cómo germinar semillas de durazno

como germinar semillas de durazno

No siempre es fácil germinar las semillas de algunos árboles frutales. Si planeas tratar de cultivar sus propios duraznos o árboles de durazno, sigue los pasos a continuación para aprender cómo germinar los duraznos con cuidado y tenga algo de paciencia, ya que este es un proceso que lleva tiempo:

  1. Obtén las semillas de esta fruta. Ofrecen la mayor cantidad de duraznos o melocotones que puedes encontrar, aunque no hay duda de que también puedes comprarlos.
  2. Para extraer la semilla de durazno, recuerda que estará tapada con un hueso que se debe quitar. Para ello déjalo en casa durante 3 a 5 días a temperatura ambiente y elimina los restos orgánicos. De esta forma, se secará y la madera se volverá más quebradiza.
  3. Utiliza unos alicates o un martillo para romper con cuidado el hueso y quitar la semilla del interior sin dañarla.
  4. Después de obtener las semillas o semillas, sumérgelas en un vaso de agua durante todo un día. Notarás como ganan mucho volumen al hidratarse en 24 horas.
  5. Toma una servilleta o un trozo de papel absorbente y doble las semillas hacia adentro después de que estén mojadas.
  6. Envuelve el papel en un trozo de papel de aluminio y luego guárdalo en el frigorífico a una temperatura de unos 5ºC en un cajón.

Verifica el estado de la servilleta todos los días o cada pocos días. Si se ha secado, humedece nuevamente y revise si hay hongos. Después de unos 30 días, quizás un poco más, las semillas de durazno germinarán y estarán listas para ser trasplantadas a macetas.

Cuidados necesarios

cuidados del melocotonero

Una vez que sus duraznos comienzan a brotar, es importante considerar los siguientes aspectos para prepararse para el cultivo de los duraznos germinados y su cuidado:

  • Sustrato: Prepara una maceta, el sustrato es rico en materia orgánica. Una gran combinación para crear abono orgánico es usar fibra de coco mezclada con lombrices de lombriz 50/50. Hay que enterrar las semillas en el sustrato, asegurándose de que las raíces estén hacia abajo y la profundidad no sea superior a un centímetro.
  • Humedad y riego: Después de plantar las semillas de durazno, riega la maceta inmediatamente para humedecer el sustrato. El suelo debe mantenerse siempre húmedo, pero no demasiado, porque pueden aparecer hongos.
  • Iluminación: Busca un lugar importante en su hogar con mucha luz, pero no ilumines directamente la maceta, de lo contrario las hojas se quemarán tan pronto como aparezcan.
  • Cuidado con el viento: también es importante mantener los cogollos de melocotón alejados del viento, que los secará.

Plantar la semilla de durazno

melocotonero

15 días después del primer trasplante, el melocotonero debería haber crecido de 6 a 8 hojas. En este punto, el árbol frutal pequeño estará listo para el trasplante final, ya sea que se mueva a una maceta más grande o al exterior.

  • Plantar melocotones en macetas: si planeas plantar melocotones en macetas, se recomienda usar semillas que sean lo suficientemente grandes y que no necesiten ser trasplantadas nuevamente durante al menos dos años.
  • Plantar melocotones en el suelo: Por otro lado, busca un lugar relativamente protegido al aire libre, especialmente si vive en un área con un clima frío. Estos árboles no son muy resistentes al frío, y las heladas afectarán mucho su desarrollo e incluso los matarán.

En ambos casos, busca un lugar con mucha luz natural para evitar sombras.

Cuidados que necesita el árbol del durazno

Una vez trasplantamos el árbol frutal a un lugar más grande, debemos considerar los siguientes aspectos del cuidado básico del durazno para que nos pueda traer buenos frutos:

  • Luz solar: como acabamos de decir, el melocotonero es un árbol que necesita mucha luz solar, por lo que no se debe plantar a la sombra. Sin embargo, en áreas o climas con mucha luz solar, los troncos y ramas de los árboles deben pintarse de blanco para evitar una exposición excesiva a la radiación solar.
  • Riego: Los melocotoneros necesitan mucha agua y se requiere que el suelo nunca se seque demasiado. Si puedes utilizar un sistema de riego por goteo será lo mejor, pero si no, solo debes comprobar que tu suelo o sustrato esté siempre bien drenado y tenga cierto grado de humedad, aunque siempre evita los charcos.
  • Fertilizante: Cuando lleguen los meses más cálidos, este árbol también apreciará un buen compost y proporcionará un suministro adicional de nitrógeno para los melocotoneros jóvenes.

El durazno se adapta a las zonas templadas. No es muy resistente al frío severo, y la temperatura continua bajo cero dañará el desarrollo de sus yemas, pero sí prefiere inviernos donde la temperatura esté entre los 5ºC.

En cuanto a la lámpara, requiere una gran dosis de radiación, por lo que no es necesario colocarla en un lugar fresco. Por otro lado, presta atención a la luz solar excesiva en los troncos y ramas de los árboles. Si es así, es necesario pintarlo (es por eso que a menudo vemos algunos árboles frutales con troncos blancos). Le gusta la tierra profunda con buen drenaje, si hay agua alrededor de las raíces, se puede asfixiar fácilmente.

Debemos prestar atención al amarillamiento del hierro, que puede ocurrir en suelos muy calcáreos, porque los melocotoneros son muy sensibles a este respecto. Los tres minerales principales que necesitan los melocotoneros son los tres minerales que componen el NPK, nitrógeno, fósforo y potasio. Para los árboles jóvenes en crecimiento le aportaremos un extra de Nitrógeno para que crezcan con vigor.
Añadir una buena cantidad de compost o estiércol alrededor del tronco (o abono comprado) sobre todo en la salida de la estación invernal (inicio de la brotación) y en la floración.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo germinar semillas de durazno.

Cómo regar árboles

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como regar arboles

Los árboles no tienen los mismos cuidados que el resto de arbustos y flores que tenemos en los jardines. Suelen recibir mucha más agua debe a que necesitan por lo general. El riego en los árboles es algo más complicado de controlar te lo que parece. Sobre todo, si los ejemplares se tienen en el suelo directamente. Hay que saber cómo regar árboles si queremos mantenerlos saludables.

Por ello, en este artículo vamos a contarte cómo regar árboles y qué debes tener en cuenta para ello.

Cantidad de agua que necesitan los árboles

arboles de ciudad

Afortunadamente, vivimos en un planeta con climas, suelos y hábitats diversos, lo que significa que una gran cantidad de especies arbóreas viven en áreas con diferentes condiciones. Algunas viven en áreas donde las precipitaciones son escasas y el sol es tan fuerte que la tierra se seca rápidamente. Sin embargo, otras especies se han adaptado a vivir en un lugar donde la lluvia es muy abundante y la temperatura siempre es cálida. En medio de estos dos extremos, hay muchos otros escenarios o hábitats.

Por eso, cuando queremos comprar un árbol para el jardín o plantarlo en una maceta, tenemos que averiguar su procedencia, porque los cuidados que ha recibido hasta entonces no siempre son suficientes.

Cómo regar árboles en maceta

riego de arboles

Si plantas un árbol en maceta no es difícil controlar el riego. Solo necesitas verter el agua hasta que veas que sale por el orificio de drenaje y empapa el sustrato. Si ves que el  líquido fluye hacia ambos lados, es decir, entre el sustrato y la maceta, debes poner la maceta en una palangana con agua. Esto se debe a que la tierra está demasiado seca.

La frecuencia de riego variará mucho en función de la temporada en la que te encuentres, por eso siempre me gusta el mismo consejo: verifica la humedad del suelo, por ejemplo, riega una vez y vuelve a pesar la maceta unos días después, o usa un clásico palito. Cuando introduces el palo en la tierra y se le adhiere bastante tierra, es que aún la tierra está húmeda.

Como regar árboles en el jardín

sistemas de riego radicular

Es posible que tengamos los árboles en un jardín. Para ello, debemos aprender cómo regar árboles en el jardín. Una de las cuestiones más generales que vemos es la cantidad de agua que hay que usar. Depende del tamaño del árbol. Existe una creencia que es la de regar la superficie que ocupa el tamaño de su copa puesto que el sistema radicular coincide con su tamaño. Aunque esto no es del todo cierto, puede llegar a servir como referencia. De esta forma, estamos garantizando que el árbol se encuentra hidratado en toda la extensión de sus raíces.

Vamos a solucionar algunos problemas para evitar futuros. A grandes rasgos, existen dos tipos de raíces principales los árboles. Una de ellas es la raíz pivotante. Se trata de aquella que es más gruesa y la que sirve de anclaje para el árbol. El resto de raíces más finas se le llaman raíces secundarias que cumplen la función de la búsqueda de absorción de agua. La raíz pivotante es la que crece hacia abajo, aunque se suele quedar en los primeros 70 centímetros de tierra. Las otras crecen aún más a distancia puesto que tienen que extenderse para poder captar toda el agua posible en la superficie.

Cuando regamos los árboles debemos añadir más agua para que llegue a todas las raíces. En general, si la planta tiene dos metros de altura, diez litros es suficiente. En cambio, si miden cuatro metros o más, diez litros suelen ser pocos.

Con todo esto en mente, podemos usar un higrómetro digital para verificar la humedad de la tierra, cuando ingrese al suelo, nos dirá qué tan húmedo está. Se puede hacer un método manual para conocer si hace falta regar el árbol. Se trata de escarbar un poco la tierra más o menos a unos 10 centímetros de profundidad y si la tierra está húmeda a esta profundidad, quiere decir que a mayor profundidad se encontrará tierra aún más húmeda, puesto que los rayos de sol no pueden llegar tan en el interior.

Exceso de riego

Uno de los problemas más abundantes y frecuentes de las personas que no saben cómo regar árboles es que riegan en exceso. Esto puede llegar a provocar la asfixia radicular. Los primeros síntomas de asfixia radicular son: estancamiento del crecimiento, descomposición generalizada, clorosis y hojas caducas. Mucha gente piensa que esto se debe a la falta de agua, porque los síntomas son similares, e insisten en cometer errores.

La solución es detener el riego y dejar que la tierra se seque. Si el daño es pequeño, se mejorará el árbol. Entonces, algunos hongos pueden usar sus ventajas para atacar el sistema de raíces. Phytophthora y otros patógenos siempre están en riesgo cuando hay demasiada agua. Incluso el uso de fungicidas antes del inicio de la enfermedad puede ser una medida interesante para evitar mayores daños. Por ejemplo, Aliette (Fosetil-Al) es adecuado para Phytophthora y Pythium.

Cómo regar árboles más exigentes

Como es de esperar, también existen árboles que son más exigentes en cuanto a la cantidad de agua que necesitan. Por ejemplo, los fresnos, sauces, olmos, arces y abedules son más exigentes en cuanto a la cantidad de agua que necesitan. Esto se suelen encontrar en zonas de ribera por lo que necesita mayor humedad.

Los árboles frutales requieren más agua mientras engordan sus frutos, especialmente las variedades de maduración tardía, porque cubren un verano más largo. En el caso de los cítricos o naranjos, el fruto puede abortar o agrietarse por riego irregular.

No hace falta decir que el jardín de Oviedo es diferente al jardín de Almería. El riego es necesario cuando existe un déficit entre la cantidad de lluvia que llega a nuestras plantas y su demanda de agua.

En el Cantábrico, donde hay más precipitaciones y menos evaporación, la aportación de agua de verano se reducirá a un reducido número de riego concentrado. En el litoral andaluz, los riegos deben continuar hasta el invierno.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre cómo regar árboles.

Cuándo y cómo plantar mango

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Los mangos producen frutos comestibles

El mango es un árbol frutal originario de la India, cuyos frutos son tan deliciosos que, hoy en día, los podemos disfrutar aunque estemos al otro lado del charco. Es una planta que da muy buena sombra y que no requiere de cuidados especiales.

Su ritmo de crecimiento es rápido, tanto, que es muy necesario saber qué dimensiones tendrá si queremos plantar un mango, ya que así evitaremos posibles problemas, tales como la pérdida de plantas. Sigue nuestros consejos para plantar un ejemplar en tu jardín.

¿Cuándo plantar mango?

El mango es un árbol que se planta en primavera

La época ideal de plantación es en primavera, antes de que reanude su crecimiento. De todas formas, es importante saber que este es un árbol que no resiste las heladas, por lo que su cultivo en exterior sólo se aconseja en climas cálidos, con temperaturas que ronden entre los 35-38ºC de máxima y los 10ºC de mínima.

Por lo demás, tan sólo tendremos que regarlo de dos a tres veces por semana, y abonarlo con abonos orgánicos para que produzca una gran cantidad de deliciosos frutos.

¿Cómo plantarlo?

El mango es una planta que crece hasta los 30 metros de altura, con una copa de 6 metros. Así, si queremos tener varios, lo más recomendable es dejar un espacio entre plantas de 7-8 metros. De esta manera, todos los ejemplares crecerán sin molestarse unos a otros. Para plantarlos, sólo hay que seguir este paso a paso:

  1. Lo primero que hay que hacer es el agujero de plantación, el cual se aconseja que mida 1m x 1m, aunque puede ser menor si la tierra tiene buen drenaje.
  2. A continuación, se mezcla la tierra con un 30% de perlita y con un 10% de abono orgánico.
  3. Una vez hecho, se rellena el agujero con la mezcla lo suficiente para que el árbol quede más o menos a nivel del suelo.
  4. Luego, se planta el árbol, y se termina de rellenar.
  5. Finalmente, se hace un alcorque para que el agua se quede en la planta, y se riega.

Si vivimos en una zona donde el viento sopla con regularidad, es muy aconsejable ponerle un tutor para que pueda crecer recto.

¿Cómo plantar mango en una maceta?

Aunque no es un árbol que se recomiende cultivar en una maceta, a veces no queda más remedio. Ya sea porque no disponemos de jardín, porque las temperaturas en invierno son muy bajas para él y queremos protegerlo, o bien porque simplemente nos interesa tenerlo en el patio o terraza, lo cierto es que es una planta que puede estar en un recipiente siempre y cuando se pode con regularidad.

Para ello, lo primero que haremos será elegir una maceta grande. Debe medir unos 10-15 centímetros más de ancho y de alto que la que está usando en estos momentos, y tener orificios de drenaje. El material con el que esté hecha es lo de menos, pero es preferible que sea de plástico resistente o de terracota.

El siguiente paso es rellenarla con sustrato de cultivo para huerto urbano (en venta aquí), o si se prefiere sustrato universal (en venta aquí). Hay que echar la cantidad que sea necesaria, teniendo en en cuenta que el árbol no nos ha de quedar ni muy bajo ni muy alto. De hecho, lo ideal es que la superficie del pan de raíces quede 1-2 centímetros por debajo del borde de la maceta, ya que así se aprovechará mejor el agua cada vez que se riegue.

Luego, se procederá a extraer el mango de la maceta en la que está, y se plantará en la nueva poniéndolo en el centro de la misma. Después, se terminará de rellenar con sustrato. Y antes de regar, lo llevaremos a la zona donde queremos que esté.

¿Cómo sembrar mango?

El mango es un frutal tropical

Si lo que deseas saber es cómo sembrar mango, es decir, cómo multiplicarlo por semillas (recordemos que plantar y sembrar no significan lo mismo, tal y como explicamos en este artículo), los pasos que debes seguir son los siguientes:

  1. Primeramente, debes de esperar a que llegue la primavera y se asiente, ya que las semillas de mango necesitan una temperatura de al menos 20ºC para germinar.
  2. Una vez haya llegado el momento, podrás comprar un mango en cualquier frutería (mejor si vende alimentos procedentes de la agricultura ecológica, ya que los que lleven semilla tendrán más posibilidades de germinar) y comértelo.
  3. Luego, limpia bien la semilla. Has de ser muy meticuloso, y quitarle todo resto de pulpa pues de lo contrario se llenará de hongos en cuestión de pocos días.
  4. Ahora, déjala que se seque un poco durante un par de días. Puedes tenerla en la cocina, en un tupperware abierto mientras tanto.
  5. Pasado ese tiempo, elige una maceta ancha, de unos 20 centímetros de diámetro, y rellénala con sustrato específico para semilleros. Después, riega.
  6. A continuación, coloca la semilla sobre la superficie del sustrato y échale cobre en polvo. Así se protegerá de los hongos.
  7. Para acabar, cúbrela con sustrato y lleva el semillero al exterior, en un lugar soleado.

¿Tienes mangos en tu jardín?

Poda del albaricoquero

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poda del albaricoquero

Como sabes, en la época de otoño e invierno es el momento para podar muchos árboles frutales. Y entre ellos, los frutales de hueso como el albaricoquero. Esta fruta es una de las protagonistas del verano y tiene muchos beneficios. Pero, para conseguirlos, es necesario realizar algunos cuidados en el árbol, como es la poda del albaricoquero.

Si tienes uno en el jardín o vas a plantar uno, a continuación te vamos a hablar de este árbol, de cuándo debes poder y cómo hacerlo, y de algunos cuidados más que deberías proporcionarle para que su producción de frutos sea mayor.

De dónde proviene el albaricoquero

De dónde proviene el albaricoquero

El albaricoquero es originario de Asia Central y China. A Europa no llegó hasta la época romana y al principio el hábitat natural de este árbol era una temperatura casi de frío invernal. Sin embargo, con el tiempo, y la evolución de las variedades, el albaricoque ha ido «mutando» y ahora es posible encontrar estos árboles en climas templados e incluso subtropicales.

Debes saber que el albaricoquero no es un árbol de gran altura sino que puede alcanzar los 3-10 metros. Es caducifolio, es decir, que pierde las hojas e incluso algunas ramas, en otoño e invierno. Es curioso porque en los ejemplares más jóvenes te encontrarás con que las ramas pasan de su color habitual a un rojizo, una característica que pierde en su etapa adulta (aunque en esta podrás ver algunas ramas retorcerse).

A pesar de que florece en febrero o marzo, con flores que pueden ser blancas o rosas, lo cierto es que no todas ellas van a dar lugar a frutos. Según los expertos, solo el 20% de esas flores se convierten en ellos. Estas flores pueden aparecer individualmente o bien en grupos de 2-6 flores.

En cuanto al fruto, es de un tamaño de entre 3 y 6 cm, entre amarillo y naranja, y de sabor dulce. Se come todo menos el hueso, por supuesto, pero este puede usarse para cosmética (porque de él se extrae un aceite especial).

Cuándo se puede podar un albaricoquero

Cuándo se puede podar un albaricoquero

La poda del albaricoquero se lleva a cabo habitualmente en invierno. Sin embargo, no es lo mejor porque este frutal no admite podas drásticas, es decir, que si lo podas en demasía estarás perjudicando su salud. Por eso, se suele llevar a cabo justo cuando acaba el verano, en el periodo entre después de cosecharlo y cuando empiezan a caérsele las hojas.

El motivo por el que esto es así es debido a que se le da tiempo al árbol, antes de que entre el invierno y el frío, de curarse mejor, y además evitarás que cree una goma que afee y quede en el tronco o en las ramas del árbol. Además, también permite que se preparen con más tiempo los nuevos brotes y estos saldrán mucho más rápido.

Ahora bien. No solo en esa época debemos hacer la poda del albaricoquero. Se pueden hacer podas de mantenimiento durante todo el año, pero principalmente en abril o mayo. Se hace en esa fecha para ayudar al frutal a oxigenarse, a controlar su tamaño y a primar la calidad de los frutos frente a la cantidad.

Cómo y cuándo podar un albaricoquero

Cómo y cuándo podar un albaricoquero

Algo que debes tener en cuenta de la poda del albaricoquero es que no es lo mismo si tienes un ejemplar joven o uno ya asentado y con varios años. De hecho, durante los primeros años, el albaricoquero tiene que ser podado para que se le dé la forma deseada. Después, con el tiempo, ya no se perderá esa forma y por ello ya podrá hacerse una poda más común en todos los ejemplares.

Para podar el albaricoque es necesario disponer de las herramientas necesarias. En este caso con unas tijeras de jardinería, serrucho y guantes sería suficiente aunque, si se producen cortes grandes, convendría tener a mano un sellador para evitar que puedan entrar enfermedades o plagas en el árbol.

Antes de meterte a podar, es necesario que valores cuál es el estado del árbol, es decir, si se le ve sano, qué ramas pueden ser las que estén peor, si hay partes en mal estado, qué forma quieres que adquiera, etc. Todo eso es mejor tenerlo en cuenta antes de empezar a cortar para evitar problemas futuros, y porque así estarás saneando al árbol y dándole más vitalidad.

Pasos para podar el albaricoquero

Si tienes un albaricoquero y quieres podarlo, los pasos que debes seguir son los siguientes:

  • Empieza quitando todas las ramas que veas en mal estado, que se vean secas o que estén deformes. Estas lo único que le hacen al árbol es quitarle energía, y es mejor que no la pierda ahí y sí en ramas que sean productivas y adecuadas.
  • Ojo con los chupones. Al igual que lo anterior, son unos roba-energías, y si no están mucho mejor. Por eso, intenta localizarlos y córtalos de raíz, para evitar que estos ralenticen en crecimiento y desarrollo del árbol.
  • Otra de las partes que tienes que cortar son las ramas que se superpongan, que se crucen o que enmarañen todo el conjunto. No solo harán que los frutos no se desarrollen bien, sino que, con las hojas, pueden impedir que el árbol respire. Por eso es mejor cortarlas y dejar solo una de ellas.
  • Si tu albaricoquero es ya grande, lo habitual es que algunas ramas hayan crecido en longitud, a veces demasiado. El problema es que, con los frutos, pueden vencerse e incluso partirse. O bien pueden crecer tan altas que sea imposible llegar a los frutos. Si eso pasa, lo mejor es cortarlas un poco, aunque sean productivas, pero no te van a servir de nada con esa longitud y perjudican más que benefician al árbol. Si esto pasa, habría que quitarle hasta 30 cm a esas ramas.

Que no te dé miedo a podar sin saber. A veces simplemente tienes que usar el sentido común y la observación para hacer una buena poda. Además, ten en cuenta que, salvo que cortes una rama muy grande, siempre se puede solucionar y conseguir la forma deseada. ¿Tienes dudas? Consúltanos y te echaremos una mano con la poda del albaricoquero.

Cómo recoger almendras

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Cómo recoger almendras

Las almendras se pueden recoger de las ramas de los árboles o arbustos. Se pueden recoger manualmente o con una máquina. Gracias a su cáscara protectora, recoger las almendras es fácil. Lo único que hay que hacer es golpearlas o sacudirlas del árbol y dejarlas caer al suelo o usar un maquina comercial, donde se puede colocar una lona o sábana para facilitar su recogida. Para recoger las almendras manualmente, sacude el árbol para desprenderlas de la cáscara. Recoge las que han caído y luego utiliza una escalera para llegar a las que aún están en el árbol. Vuelve a sacudir las ramas para desprender las almendras y luego recógelas.

Los agricultores comerciales suelen tener máquinas fabricadas exclusivamente para sacudir las almendras hasta el suelo. Pero para las cosechas más altas, todo lo que se necesita es un gran palo con el que golpear las ramas. Obviamente, hay que tener cuidado con las nueces que caen por encima. Esto puede ser un poco peligroso, pero se soluciona fácilmente llevando un casco o gafas para proteger los ojos (¡siempre es mejor prevenir que curar!).

¿Cuándo cosechar las almendras?

La cosecha se realiza en 2 épocas distintas del año, dependiendo de si las quieres frescas o secas. Por lo tanto, las almendras del almendro se cosechan al final de la primavera, alrededor de mayo-junio si las quieres frescas (en verde) y, a menudo, alrededor de septiembre, al final del verano si las quieres maduras.

Para cosechar las almendras, espera hasta que la cáscara (la parte que rodea el fruto) esté abierta y seca. Ten cuidado porque la almendra amarga (fruto del almendro silvestre) contiene ácido cianhídrico que es tóxico para los humanos e incluso puede ser fatal en determinadas dosis.

¿Cómo identificar si las almendras del almendro están listas para ser recolectadas?

En el interior de la cáscara hay una cáscara parecida a la madera, y dentro de esa cáscara es donde se encuentra la verdadera nuez, o grano, que se come. Cuando la cáscara se ha abierto, se ve la pulpa en el interior, y es esta grieta la que indica que la almendra está madura. Entonces se pueden recoger las almendras.

¿Cómo secar y quitar la cascara de las almendras?

Inmediatamente después de la cosecha, hay que eliminar las cáscaras que rodean a las almendras, Hay dos formas de hacer esto: una es manualmente y la otra es con un proceso ya establecido con máquinas que usan los agricultores comerciales. Para pequeñas cantidades lo ideal es tener un recipiente donde colocar las almendras, dejarlas en un lugar con buena ventilación y protegerlas del sol directo. Luego, solo hay que esperar a que se sequen para después retirar la cascara.

Los grandes productores de almendras lo que hacen es que después de la cosecha, se llevan a una instalación donde los granos pasan por un rodillo para eliminar la cáscara y cualquier resto de tierra, piedras entre otras cosas.

Almacenamiento de las almendras

El almendro es un frutal

Lo mejor es congelar los granos una vez que se hayan secado por completo para erradicar los bichos que puedan estar presentes, especialmente los gusanos de ombligo de la naranja (Amyelois transitella). A continuación, debes decidir si las va a pelar o no antes de almacenarlas. Las almendras sin cáscara pueden almacenarse a temperatura ambiente hasta 8 meses, o con cáscara hasta un año en la nevera.

Una cosa a tener en cuenta: los frutos secos absorberán cualquier aroma extremadamente intenso a su alrededor, así que mantenlos alejados de la cebolla y el ajo. Para evitar cualquier error, es recomendable guardarlas en recipientes herméticos. Los frutos secos que tengan un color oscuro, estén mohosos, arrugados o huelan amargo o agrio deben desecharse, ya que los lípidos de los granos pueden estropearse en cualquier momento.

Beneficios de las almendras

Las almendras son una rica fuente de nutrientes, como la vitamina E, el magnesio, el potasio y el zinc. Se ha demostrado que mejoran la salud del corazón, reducen la inflamación y potencian la función cerebral.

Además, son una buena fuente de antioxidantes, que pueden ayudar a proteger el cuerpo de las toxinas dañinas. Estas son un tipo de fruto seco que se suele consumir como aperitivo. Tienen un alto contenido en proteínas, fibra y grasas saludables, y también tienen una serie de beneficios para la salud.

Efectos secundarios y contraindicaciones de las almendras

Las almendras son frutos secos

Los principales efectos secundarios relacionados con el consumo de almendras se deben a su gran aporte calórico y a la posible presencia de alérgenos. Especialmente en sujetos con sobrepeso, es importante consumirlas de forma controlada (máximo 30 gramos por día), con el fin de optimizar los beneficios en el organismo.

Como muchos frutos secos, las almendras también pueden desencadenar reacciones alérgicas en sujetos predispuestos, por lo que es importante indagar primero sobre su consumo tanto de forma natural como en otros productos que puedan contenerlas (especialmente dulces). Las almendras pueden, en casos muy raros, estar contaminadas con toxinas responsables de su enfermedad hepática. En este caso, sin embargo, la normativa comunitaria prohíbe la venta de estas, por lo que no existen riesgos en este sentido.

Naranjos enanos: cuidados

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Naranjos enanos: cuidados

Ya sea por falta de espacio, o porque prefieras árboles que no crezcan demasiado, uno de los cítricos más apreciados son los naranjos enanos. Sus cuidados no son difíciles y a cambio obtienes una temporada de fruta que te supone un ahorro en la cesta de la compra.

Pero, ¿cómo son los naranjos enanos? ¿Qué cuidados tienen? ¿Se puede mantener fácilmente? Te hablamos de ellos.

Cómo son los naranjos enanos

Cómo son los naranjos enanos

Los naranjos enanos son considerados arbustos. Son de hoja perenne y existen muchísimas variedades. Quizá el más conocido sea el Calamondín, pero hay otro, el Kumquat que también está haciéndose un hueco. Por último, otro de los más llamativos es la naranja japonesa.

De nombre científico Fortunella margarita, proviene de China. Su altura, comparada con los naranjas normales, es de 4-5 metros. Pero dependiendo de que lo tengas en suelo o en maceta crecerá más o menos.

Lo más llamativo de los naranjos enanos es, sin duda, su floración. Y es que podrás tener unas flores blancas, casi cerosas y de forma estrellada, con un aroma a azahar muy característico. Después de estas aparecerán las naranjitas, de forma esférica y de color verde que se irán tornando en naranja. Hay algunas variedades que ofrecen frutos dulces pero la gran mayoría será muy amargas.

Naranjos enanos: los cuidados que necesitan

Naranjos enanos: los cuidados que necesitan

Fuente: Universidad agrícola

Tras conocer un poco más a fondo los naranjos enanos, puede que te plantees tener uno, ya sea dentro de casa o en una maceta fuera. En este caso, los naranjos enanos tienen unos cuidados importantes y debes proporcionárselos lo mejor posible para poder disfrutar de él. ¿Quieres saber cuáles son?

Ubicación y temperatura

Los naranjos enanos necesitan la luz del sol. Les encanta estar al sol, aunque según la variedad es mejor ponerlo en una zona muy iluminada antes que directamente bajo los rayos solares.

Si lo tienes fuera de casa en una maceta, o en el suelo, te recomendamos que lo coloques en un lugar donde le dé mucho sol pero sin que este sea directo; si lo tienes dentro de casa colócalo en un lugar muy iluminado.

En cuanto a la temperatura, tolera bien las altas temperaturas pero no así las bajas. Y es que lo mejor en invierno es que no baje de los 15 grados porque puede hacer que su crecimiento se frene.

El ideal en invierno es que esté en una estancia que mantenga los 15-18 grados constantes, y en verano puedas sacarlo fuera y aguante bien las temperaturas.

Riego

El riego de los naranjos enanos ha de ser diferente en invierno que en verano.

En invierno apenas si tendrás que regarlo, solo cuando se vea que la tierra está bastante seca.

En primavera y verano sí que hay que aumentar bastante el regado, porque lo necesita. Eso sí, asegúrate que el agua que uses para regar no lleve cal porque afecta muy negativamente al árbol. Además, si es posible, intenta rociarlo porque necesita un poco de humedad ambiental para estar sano.

Dicho de otra forma, en primavera y verano es importante que se riegue a diario porque además lo va a exigir el árbol (si estás en un clima más templado o frío quizá debas dejar pasar un día entre riegos). Y, en invierno, con regarlo semanalmente, o cada dos semanas, será suficiente.

Si notas que la tierra sigue húmeda o fría, lo mejor es no regarlo.

Riego naranjos enanos

Fuente: Agriculturers

Maceta y tierra

A pesar de que los naranjos enanos son pequeños, lo cierto es que necesitan mucho espacio para desarrollarse bien. Por ello, opta siempre por una maceta que sea grande y profunda.

En cuanto a la tierra, además de que sea rica en nutrientes, tienes que asegurarte de que tenga un pH entre 5 y 6 que es la ideal para los cítricos. Y que sea drenante, o bien mezclarla con un drenaje adecuado.

Trasplante

Cada 1-2 años tendrás que trasplantarlo a una maceta con más diámetro y profundidad. Esto debe hacerse siempre en primavera y solo en ejemplares jóvenes. Aquellos más viejos ya no será tan necesario el trasplante.

A la hora de hacerlo, y para asegurarte de que no va a tener problemas, podrías aplicar hormonas de enraizamiento y fungicidas en las raíces para fomentar que desarrolle raíces y, al mismo tiempo, prevenir la aparición de hongos.

Abonado

El abonado suele darse en la época de crecimiento, es decir, desde marzo a agosto, pero lo cierto es que también lo puedes hacer en dos veces, una a primeros de la primavera y otro en el otoño. Esta última debes hacerla con un fertilizante que tenga hierro, potasio o zinc porque es el que ayuda a que los frutos no se caigan antes de que estén maduros.

Eso sí, no hay que pasarse con el abonado, por lo que tienes la opción de hacerlo en una u otra época.

Otra opción que tienes es mantenerle una tierra de calidad durante todo el año, que evita el tener que echarle fertilizante cada poco tiempo.

Poda

Llegará un momento en que tengas que podar el naranjo enano. Es algo inevitable porque este empezará a crecer y tendrás que darle la forma que tú quieras. En general, las podas deben hacerse en primavera; pero es posible que, de vez en cuando, puedas cortarle alguna rama, bien porque se haya salido de la forma que quieres o porque esté muerta o enferma.

Plagas y enfermedades

Desgraciadamente, los naranjos enanos también tienen problemas importantes con las plagas y las enfermedades. En el primer caso, la araña roja es una de las plagas más peligrosa, que aparecerá en sus hojas y las tornará amarillas. Otra de las plagas puede ser la mosca blanca.

Las enfermedades que pueden acontecer afectarán a las hojas, a su crecimiento o incluso a los frutos.

Multiplicación

La multiplicación de los naranjos enanos no es nada fácil de conseguir. De hecho, normalmente se hace mediante semillas para, después, injertarlo. Sin embargo, es un proceso muy lento y que muchas veces no fructifica, por lo que algunos prefieren comprar ejemplares jóvenes ya sacados adelante antes que ponerse a intentarlo.

¿Te quedan dudas sobre los naranjos enanos y sus cuidados? Consúltanos.

Cómo podar un naranjo

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Cómo podar un naranjo

Uno de los cuidados imprescindibles de un naranjo es la poda. No solo ayuda a controlar su crecimiento, sino que también fomenta su salud y se beneficia en un aumento de la producción, es decir, que tendrá más naranjas y de mejor calidad. Pero, ¿cómo podar un naranjo?

Si tienes un naranjo y no sabes cómo podarlo, ni cuándo, a continuación queremos comentarte todo lo que debes saber sobre este cuidado para que se lo proporciones lo mejor posible.

Cuándo se poda el naranjo

Cuándo se poda el naranjo

Normalmente, cuando pensamos en podar un naranjo, o un cítrico en general, siempre pensamos que eso hay que hacerlo a final del invierno o primeros de la primavera. Pero lo cierto es que en el caso del naranjo esto va a depender de la edad del árbol ya que no es lo mismo la poda de un árbol joven que el de uno viejo.

Para que te hagas una idea, un naranjo joven se puede podar en cualquier momento del año. No se recomienda en invierno, porque los fríos pueden hacer mella en la salud del árbol, pero si se mantiene un buen cuidado no habría problema (sellar los cortes, cubrir frente a heladas, etc.).

En el caso de naranjos ya adultos, lo mejor es que se poden siempre cuando acabe el invierno y empiece la primavera porque, por si no lo sabes, estos son más delicados y las bajas temperaturas les pueden afectar.

Cada cuánto se poda

Otra de las dudas que se te plantearían con respecto a la poda del naranjo es la frecuencia de la poda. ¿Se poda varias veces al año? ¿Cada x años?

Lo normal es que se corten las ramas una vez al año. De esta forma, no solo saneas al árbol eliminando las ramas que se cruzan, que están secas, dañadas o enfermas, sino que también lo oxigenas. Sin embargo, se dice que al podar todos los años las ramas se quedan finas y no gruesas. Para conseguir que «engorde» habría que dejarlo algunos años sin cortarle nada.

Tipos de podas

Tipos de podas

Has de saber que las podas no son únicas, existen varios tipos de ellas que debes conocer para poder aplicar según lo que quieras. Y es que, a veces, puedes podar en pleno verano, o en momentos en los que no es habitual, pero se permite siempre que esta sea mínima.

Así, te encuentras con:

  • Poda de mantenimiento o de formación. Es la más básica y en la que menos se afecta al árbol ya que se le cortan solo unas cuantas ramas. Se utiliza para impedir que el árbol pierda la forma o para cortar alguna rama que ha quedado dañada o que está perjudicando la salud de este.
  • Poda de fructificación. Se eligen ramas principales, normalmente 3-4 para conseguir una mayor producción de frutos. Y es que se le cortan los chupones y se recortan un poquito para ayudar a que el árbol se centre en esa parte.
  • Poda de producción. Esta también sirve para mejor la calidad y la cantidad de frutos, así como para ayudar a que reciba más luz y una mayor oxigenación entre las ramas.
  • Poda de rejuvenecimiento. Esta solo se da en árboles que ya tienen muchos años, de entre 20 y 40 años, y se pueden dar dos casos: que sea una poda drástica, es decir, eliminando todo el follaje y dejando solo la base y ramas principales; y poda progresiva, que quiere decir ir podando desde la copa hasta la base por fases de 3 años.

En general, cada tipo de naranjos tiene una poda concreta:

  • Hasta los tres años: se le llama poda de formación.
  • El tercer y cuarto año: poda de fructificación.
  • A partir del quinto año: poda de producción.
  • A partir de los 20-40 años: poda de rejuvenecimiento.

Cómo podar un naranjo paso a paso

Cómo podar un naranjo paso a paso

A continuación vamos a presentarte una guía para que sepas cómo podar un naranjo paso a paso. Como has visto en todo lo anterior, dependiendo de la edad que tenga ese árbol tendrás que podarlo de una manera o de otra. Por eso, te hablamos de todas ellas.

Poda de formación en naranjos jóvenes

Esta poda no solo la puedes realizar para árboles jóvenes, sino que también puedes utilizarla para los naranjos enanos.

Para ello, lo que debes hacer es elegir 3 ramas, siempre que estén separadas en un ángulo de 120 grados, y que serán las que conformen el árbol en sí, como si fuera su esqueleto. A través de esas tres se irá ramificando, pero no es aconsejable que haya más ramas.

Normalmente se dice que debes colocar una guía a un metro del suelo y, todas las ramas que queden por abajo, cortarlas. De esta forma te aseguras de una base de tronco.

Poda de fructificación

Cuando el árbol tenga 3 años, y ya tiene el esqueleto hecho, es necesario establecer cuáles van a ser las ramas secundarias productivas. Y es que, como antes te hemos dicho, se dejaría que ramificara de esas tres ramas principales, pero ahora hay que elegir las ramas secundarias, quitando chupones y recortando las que crecen demasiado, están enfermas, se entrecruzan, etc.

Poda de producción

Esta se da a partir del quinto año, cuando el árbol ya está bien asentado y tiene las ramas definidas, tanto las principales como las secundarias.

En este caso, el objetivo no es tanto el encontrar ramas «productivas» sino en sanear el interior del árbol para que pueda oxigenarse, para que no haya ramas que se entorpezcan y para que la luz del sol entre en todo el árbol. Por eso, el objetivo es abrirlo un poco.

Poda de rejuvenecimiento

Se hace en los naranjos más viejos, de entre 20 y 40 años, que han bajado su producción. Para ello, hay que cortar las ramas que ya no producen frutos, las que se vean débiles, que se crucen entre sí y que no se vean necesarias.

El objetivo es dejar la copa limpia lo más posible, casi al punto de dejarle solo con el esqueleto en sí. Para evitar una poda drástica, se puede hacer en varios años, a fin de ir saneando poco a poco y que el árbol se adapte a estos cambios.

¿Te quedan más dudas sobre cómo podar un naranjo? Entonces consúltanos.


Árbol de papaya en maceta: cuidados

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Árbol de papaya en maceta: cuidados

Tener un árbol de papaya en maceta no es nada difícil. Debido a que las semillas son de muy rápido crecimiento, y que el árbol es pequeño y su esperanza de vida no es mucha, hay quienes se animan a tenerlo, ya sea en el balcón, terraza… colocado en una maceta. Pero, para tener un árbol de papaya en maceta, ¿qué cuidados necesita?

Si quieres animarte a tener tu propia cosecha de papayas y a disfrutar de su sabor, tienes antes que saber cuáles son los cuidados del árbol de papaya en maceta. ¿Te los mostramos?

El árbol de papaya

El árbol de papaya

Antes de hablarte de cómo poder tener este árbol en casa, conviene que sepas un poquito sobre sus características. Hablamos de un árbol que no crece demasiado (en torno a 5-10 metros plantado en el jardín, 1-2 si está en una maceta) y además tiene una corta vida. Hay diferentes variedades, algunas más indicadas para el cultivo en maceta que otras.

Se caracteriza por tener un único tronco del que salen pocas ramas mientras que las hojas solo aparecen en la parte más alta. Estas hojas son bastante grandes, hablamos de unos 20-40 centímetros de diámetro y con una forma curiosa puesto que tienen 7 lóbulos.

En cuanto a sus flores tiene masculinas y femeninas y ambas se diferencian entre sí. Mientras que las masculinas los estambres los tienen cubiertos por los pétalos, en las femeninas disponen de un ovario con cinco pétalos. Algo llamativo es que se abren por la noche, y desprenden un olor dulce muy agradable.

Los frutos, es decir, las papayas, son grandes, porque cada una puede medir entre los 20 y los 35 centímetros. Estas se consumen de muchas maneras diferentes, desde crudos a utilizados en postres, mermeladas, salsas, batidos, etc.

El árbol de papaya en maceta: cuidados que necesita

El árbol de papaya en maceta: cuidados que necesita

Ahora sí, ya conoces cómo es el árbol de la papaya y es hora de que sepas cómo tener uno en casa en una maceta. Para ello, hay dos formas de conseguirlo: a través de semillas o por esquejes. Si bien podrías considerar que la segunda opción es la mejor y más rápida, debemos decirte que las semillas germinan muy rápido, y su crecimiento también lo es. Esta la razón por la que muchos optan por ellas para plantarlo, ya que no hay que esperar mucho a ver los resultados.

Para ello, lo primero que hay que hacer es elegir una variedad de árbol de papaya que sea adecuada para cultivar en una maceta. Como te hemos dicho antes, hay varias que nos pueden servir para este cometido. Además, debes tener preparada una maceta de, al menos, 60 litros y un diámetro de 50 cm. Por último, necesitarás una mezcla de tierra, sustrato y grava, arena o roca para cubrirle todas las necesidades.

Una vez lo tienes todo, es hora de plantarla.

Lava la maceta con agua y jabón, tanto por dentro como por fuera. Eso sí, procura que el jabón sea suave. ¿Por qué se hace esto? Para tratar de que no haya rastro de hongos o parásitos que puedan poner en riesgo la germinación de la semilla. Una vez la tengas, puedes colocarla en el lugar donde hayas decidido de manera permanente (más que nada porque después pesará) y empezar a echarle la mezcla de tierra, sustrato y drenaje. Tienes que asegurarte que tenga un pH de entre 4.5 y 8.0.

Echa varias semillas en la tierra y cúbrelas ligeramente. En apenas 2-3 semanas verás los brotes y tendrás que hacer una selección de los más fuertes para plantarlos en otras macetas (y que así no haya varios árboles en una misma).

Iluminación y temperatura

Si bien te hemos dicho antes que elijas la ubicación fija de la maceta para evitar hacerte daño si tienes que moverla, lo más importante para escoger el lugar del árbol de papaya en maceta es la luz. Necesita luz solar directa, y al menos entre 6 y 8 horas de esta. Si no la tienes así, es más complicado que vaya a desarrollarse bien, o peor aún que pueda producir frutos.

Con respecto a la temperatura, al ser una fruta tropical, requiere de una temperatura cálida para poder ofrecerte sus frutos y además cuidarse bien. ¿De cuánto estamos hablamos? Su ideal sería entre 21 y 32 grados. Si vives en una zona en la que la temperatura baja por debajo de los 0, entonces tu árbol va a sufrir y tendrás que protegerlo de heladas y fríos durante ese tiempo (con plásticos, colocándolo en un invernadero…).

Riego

El primer riego del árbol de la papaya en maceta tiene que ser abundante para que toda la tierra quede mojada, que no empapada. Después, has de regar bien, lo suficiente para dejarle húmeda la tierra, pero no con encharcamientos.

Si tiene un plato en el fondo, conviene que, pasados 15-20 minutos le retires el exceso de agua. Ahora bien, como es una planta tropical, es posible que un poco de humedad le venga bien. Para ello, lo mejor es colocar la maceta sobre unos guijarros o rocas, estos en un plato o recipiente, para poder llenarlo de agua cubriendo ligeramente esas piedras a fin de crear una humedad artificial.

Abono

Uno de los cuidados del árbol de la papaya en maceta más importante es el abono. Es muy importante que reciba fertilizantes para crecer y desarrollar los frutos. ¿Cuáles pueden ser?

  • Compost orgánico o fertilizante para el suelo.
  • Fertilizantes N-P-K (Nitrógeno, fósforo-potasio).

Polinización

Un aspecto importante y que no muchos saben es que las flores del árbol de la papaya no se pueden polinizar por sí solas. Si lo tienes en una zona donde no hay insectos que ayuden con la polinización, vas a tener que hacerlo tú. ¿Y cómo se hace? Pues has de coger el polen de las flores masculinas y colocarlo en las femeninas.

Ahora bien, el árbol por sí solo atrae a los insectos como mariposas, abejas, avispas, etc. y normalmente se ocupan de este cuidado. Pero si está en interior, si quieres frutos tendrás que hacerlo tú.

Recogida de los frutos

Recogida de los frutos

Aproximadamente a los 6-9 meses (9-11 si vives en una zona más fría) desde que lo plantaste tendrás tus primeros frutos para recoger. Estos se deben cortar solo cuando se vean amarillos (al principio serán verdes).

Plagas y enfermedades

En cuanto a las plagas y enfermedades, sufre de bastantes. Las más comunes suelen ser la araña roja, mosca de la fruta y mosca blanca, la polilla amarilla o las escamas.

De enfermedades, las más habituales tienen que ver con un exceso o déficit de agua y/o de luz solar. También le afecta la deficiencia de nutrientes.

¿Te animas ahora a tener un árbol de la papaya en maceta y darle sus cuidados?

Cuándo plantar naranjos y limoneros

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Cuándo plantar naranjos y limoneros

Si tienes un jardín más o menos amplio, o un patio en el que puedas tener macetas grandes, es posible que te hayas planteado plantar algún árbol frutal, aunque sea de los enanos, para disfrutar de su porte y, de paso, para tener «fruta gratis». Los más habituales, por su funcionalidad, son los naranjos y los limoneros (estos pueden darte limones todo el año). Pero, ¿cuándo plantar naranjos y limoneros?

Si estás considerando la idea de tener un árbol en tu casa pero no sabes bien cuándo deberían comprarse, cómo plantarlos y si es mejor adquirirlos en viveros o en supermercados (o incluso sembrarlos tú de semillas o esquejes) aquí te hablamos de todo ello.

Dónde comprar naranjos y limoneros para plantar

Dónde comprar naranjos y limoneros para plantar

Tanto los naranjos como los limones son árboles frutales, cítricos, habituales en muchas tiendas. Los tienes disponibles en viveros, en algunas floristerías, e incluso como ofertas temporales en algunos supermercados tipo Lidl, Carrefour, Alcampo, Hipercor… Debido a que son habituales para tener en jardines o incluso en macetas, los puedes comprar.

Pero obviamente el estado de un árbol de súper y el de un vivero puede no ser el mismo. Igual que el precio. Tampoco la altura y la variedad, porque sí, hay distintos tipos y debes tenerlo en cuenta.

Limones más o menos ácidos, naranjas dulces o ácidas… Incluso algunas variedades que son más tempranas que otras echando los frutos.

La mejor elección para comprar cítricos siempre va a ser los viveros, porque es donde los tienen algo más cuidados. Eso sí, escoge siempre que puedas uno que esté cerca de tu casa porque así te asegurarás de que está adaptado al clima que haya por la zona (y evitas estresarlo de más).

Las cuatro etapas que siguen todos los cítricos

Antes de decirte cuándo plantar naranjos y limoneros, es importante que sepas que cualquier cítrico tiene cuatro etapas a lo largo del año.

  • Final de febrero a primeros de mayo. Es la época en que llega la primavera y, con ella, los primeros brotes de estos cítricos. Eso sí, hay algunos árboles que pueden atrasarse o incluso mantenerse activos todo el año (como los limoneros). Pero de manera general, esta es la época en que empiezan a salir brotes y ramitas nuevas (las reconocerás por un verde más claro).
  • Julio y agosto. Es la época donde vuelve a brotar, y a florecer.
  • Septiembre a noviembre. Se produce una tercera brotación. En este caso también el crecimiento de los frutos estará activo, seguramente haciendo que engorden.
  • Invierno. La mayoría de cítricos pasan a un estado de letargo pero, sobre todo cuando se han acostumbrado al clima y están asentados, pueden mantenerse activos brotando de nuevo y echando nuevos frutos.

La mejor época para plantar naranjos y limoneros

La mejor época para plantar naranjos y limoneros

Dicho lo anterior, ¿te planteas plantar naranjos y limoneros? Entonces la mejor época para hacerlo dependerá de si quieres uno u otro.

En el caso de los limoneros, al ser árboles a los que les encanta el calor, su mejor época va a ser la primavera o el otoño. En primavera te aseguras que el árbol está activo y que va a desarrollarse. Eso, unido a las altas temperaturas le da una mayor probabilidad de éxito. En otoño, por su parte, es la época en la que muchos de estos árboles pasan a estar aletargados. No pasa nada siempre y cuando lo protejas si hay heladas o frío intenso (al menos durante el primer año hasta que se adapte a su nuevo hogar).

Con respecto a los naranjos, los expertos recomiendan plantarlo entre abril y junio ya que su época de frutos es de octubre a junio. Además, es uno de los árboles que precisa una orientación concreta, que sea hacia el sol, y además que se le resguarde del viento, algo que no le gusta nada.

A tener en cuenta si plantas naranjos y limoneros en suelo

A la hora de plantar tanto limoneros como naranjos, tienes que tener en cuenta el tipo de sustrato que vas a echarle. De hecho, centrándonos en el plantado en suelo, en tu jardín, conviene que tengan un buen agujero y que este lo rellenes con una capa de tierra que tenga un pH de entre 5 y 7. ¿Por qué? Pues porque es lo que necesitan los cítricos.

Además, es importante que sea una tierra que no esté muy apretada, porque lo único que conseguirás con ello es que las raíces no puedan avanzar y, al final, acabará muriendo. Esto no quiere decir que todo el jardín tenga que estar bien tratado; sería lo ideal pero sabemos que no es así. Sin embargo, si el hueco que le das es suficientemente grande para desarrollare, después será más fácil para las raíces y el árbol en sí hacerse un hueco. Por eso, a la hora de plantar no te olvides tampoco de un buen drenaje.

Por último, tienes que considerar que siempre esté bien nutrido, bien con compost, humus de lombriz, fertilizante o una mezcla de los tres. El primer año es uno de los más importante y esto ayudará a que sobreviva.

Cómo plantar naranjos y limoneros en maceta

Cómo plantar naranjos y limoneros en maceta

Cuando plantamos naranjos y limoneros en maceta las necesidades aumentan, más en el caso de la tierra porque los nutrientes se le agotan antes. Por eso, si bien requiere lo mismo que hemos visto (tierra ácida (de entre 5 y 7 de pH), drenaje y espacio) también es importante estar más encima de ella con los nutrientes, al menos el primer año, así como controlar su crecimiento.

A cabo de 2-3 años tendrás que cambiarlo de maceta, normalmente cuando veas que el árbol se ha detenido y/o las raíces sobresalen por los agujeros de drenaje de la maceta.

El riego es una parte fundamental en macetas. Y es que, si bien en el suelo hay más posibilidad de que el agua pueda diluirse, en la maceta es más posible que haya acúmulos de agua. Por eso se recomienda regar de manera más seguida aunque con menos cantidad para que no haya problemas de hongos o enfermedades en las raíces.

Ahora que sabes cuándo plantar naranjos y limoneros, y cómo hacerlo, ¿te animas a plantar tú uno en tu casa?

Cuándo plantar un almendro

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Cuándo plantar un almendro

El almendro es un árbol frutal que florece temprano, lo que le hace temer las heladas primaverales. Sin embargo, algunas variedades resistentes pueden producir en climas templados. Sus almendras se pueden comer frescas, o mantenerlas secas, de igual modo son una fuente interesante de proteínas, así como de fibra y magnesio. El almendro es un árbol pequeño, robusto, de hábito erecto, que se vuelve más redondeado con la edad, alcanzando una altura adulta de 5 a 6 m.

Sus hojas son lanceoladas y muy estrechas, sus flores que llegan temprano al árbol (a partir de febrero en el hemisferio norte). Son de color rosa o blanco, y brotan en las ramas todavía desnudas del árbol. Temen las heladas primaverales, de hecho se caen alrededor de -2 a -3 ° C, por eso saber cuándo plantar el árbol es fundamental. El almendro crece en todos los suelos bien drenados, incluso calcáreos, excepto demasiado húmedos o arcillosos.

Tipos de almendros

Hay una treintena de ellos. Se distinguen principalmente por la dureza de la cáscara. Cuanto más blanda, más fácilmente se agrieta para liberar la semilla. Aunque la mayoría de los almendros se cultivan en regiones mediterráneas, una gran parte son autoestériles, por lo que es necesario plantar dos variedades diferentes con una distancia de 15 metros entre sí en tu jardín.

Por su floración temprana, teme las heladas tardías, que pueden impedir que tenga una buena fructificación. Por lo tanto, se recomiendan los almendros de floración tardía para plantar en regiones con clima continental.

  • All In One: Almendra tierna con una cáscara muy quebradiza. Autofértil.
  • Ferraduel: Almendra dura. Floración muy tardía.
  • Ferragnes: Almendra dura. Misma floración que ‘Ferraduel’ con la que se asocia para la polinización.
  • Laurane: Cáscara semidura, almendra pequeña. Autofértil.
  • Almendro enano: Variedad enana, que se puede cultivar en macetas.
  • Almendro Princess: floración más temprana desde mediados de febrero hasta finales de marzo. Muy productivo

¿Cuándo plantar el almendro?

almendro

¿Cuándo se ha de plantar el almendro? Se recomienda entre el verano y otoño, el invierno le queda corto ya que florece en febrero. No hay que enterrarlo profundamente y mantén el punto de injerto en la superficie. En suelo húmedo o mal drenado, se puede plantar en un montículo. Es un árbol que necesita inviernos cortos y veranos calurosos. Acepta cualquier suelo bien drenado: puede soportar la sequía, pero no tolera ningún exceso de agua en el suelo.

Puede soportar temperaturas de -2 a 4 ° C y sus frutos tiernos se destruyen en cuanto la temperatura desciende por debajo de los 0 ° C. En regiones frías, es fundamental plantar el almendro en un lugar soleado y protegido. Los frutos se recolectan a finales de agosto a principios de septiembre.

Cómo plantar un almendro

El almendro, tanto si se compra a raíz desnuda como en maceta, se planta de octubre a abril. Si no se puede plantar dentro de los 8 días, es recomendable que se deje en un lugar sombreado de tu jardín. Para plantarlo, sigue estos pasos:

  • Para aflojar la tierra, cava un agujero de unos 50-60 cm de profundidad y 80-100 cm de ancho. Retira las piedras, las malas hierbas y las raíces.
  • Rellena el agujero hasta la mitad con tierra y estiércol compostado (dos puñados) para mezclar con la tierra (1 a 2 paladas).
  • Para mantener los árboles sanos, recorta los extremos de las raíces de los frutales.
  • Rellena el hoyo de plantación con abono (un puñado para mezclarlo con la tierra) y recuerda anclar el árbol para mantenerlo erguido.
  • Coloca el cuello del frutal a nivel del suelo (se identifica por el reborde en la unión raíz-tronco), luego llena el agujero.
  • Poda las ramas del almendro a unos 25-30 cm de largo desde el tronco, preferiblemente por encima de una yema colocada hacia el exterior de las ramas y mantén solo las 3 a 5 ramas mejor colocadas.

Mantenimiento del almendro

Al año siguiente de haber plantado tu almendro, debes dejarlo crecer de forma natural para darle tiempo a que se aclimate. Este árbol frutal florece en madera de un año y se poda lo menos posible. Cada año se puede realizar un tratamiento al final del invierno, luego después de la floración, a un tratamiento preventivo, para evitar el desarrollo de enfermedades como la moniliosis.

Para preservar la fertilidad del suelo, cada año se aconseja realizar una aportación de abono orgánico en otoño, seguida en primavera de una aportación de abono especial para árboles frutales.

Enfermedades de los almendros

Enfermedades de los almendros

Los almendros no sólo son hermosos árboles de hoja caduca, sino también nutritivos y deliciosos, lo que lleva a muchos jardineros a cultivarlos. Sin embargo, incluso con los mejores cuidados, son susceptibles de padecer las enfermedades propias. A la hora de tratar los almendros enfermos, es importante reconocer los síntomas para identificar cuál de las enfermedades está afectando al árbol.

Cancro en banda

Es una enfermedad fúngica que antes era muy poco común. Hoy en día, los agricultores comerciales se ven especialmente afectados, ya que los signos de la enfermedad del almendro aparecen en los agujeros naturales de los árboles y en las heridas de poda de las ramas. Son especialmente frecuentes después de una tormenta, cuando las esporas se distribuyen no sólo por el viento, sino también por las salpicaduras de la lluvia.

Cancro de Ceratocystis

Los productores comerciales de almendras tienen más probabilidades de verse afectados por el cancro de Ceratocystis. También se conoce como la «enfermedad del sacudidor», ya que se encuentra con frecuencia en las lesiones de los sacudidores de la cosecha. Las moscas de la fruta y los escarabajos son atraídos por la herida del árbol y propagan la enfermedad fúngica.

La enfermedad de los agujeros de bala

Ataca a las almendras a finales de la temporada de crecimiento y se manifiesta como pequeñas lesiones negras en las hojas. Las lesiones también pueden dañar las nueces y, aunque son poco atractivas, no afectan al sabor. Los núcleos de las manchas se pudren a medida que se expanden, dejando un agujero que se asemeja a un blanco de perdigones.

Es muy fácil plantar un almendro, si se hace siguiendo los pasos que te hemos indicado.

Ficus umbellata

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El Ficus umbellata es una especie de higuera

Un dos por uno siempre está bien, también en el caso de las plantas. Son muchas las especies vegetales que sirven para decorar y que, además, nos aportan algo. Un claro ejemplo para ello es el Ficus umbellata. Es una planta preciosa con hojas grandes, ideal para embellecer nuestro entorno. Pero no sólo sirve para decorar, si no que también da unos frutos exquisitos. Esto no es de extrañar, puesto que se trata de una higuera.

Si quieres saber más sobre el Ficus umbellata, te recomiendo que sigas leyendo. Explicaremos qué es y qué cuidados requiere este vegetal para que puedas tenerlo en tu hogar.

¿Qué es el Ficus umbellata?

El Ficus umbellata se utiliza mucho para decorar interiores

Cuando hablamos del Ficus umbellata, nos referimos una especie de higuera preciosa que es ideal para decorar incluso interiores. Las hojas de este árbol son realmente grandes y tienen una forma similar a un corazón. Además son ligeras, con bordes ondulados y nervios bien marcados. En cuanto al color de las hojas, este es verde lustroso e intenso. Desde luego es una planta que llama la atención gracias a su follaje, que es muy ornamental. Por lo tanto es el vegetal perfecto para embellecer el interior de nuestras viviendas.

Las higueras

El género Ficus se conoce comúnmente como higuera y pertenece a la familia de las Moraceae. A este tipo de plantas pertenece un gran número de especies diferentes cuyo follaje resulta muy atractivo. Además, ofrecen una selección bastante variada de plantas trepadoras, árboles y arbustos. Por lo tanto es bastante habitual encontrarnos con algún tipo de higuera en muchos lugares.

Generalmente se pueden cultivar casi todas las especies vegetales de naturaleza arborescente en lugares interiores, al menos durante su etapa joven. Sin embargo, cuando empiezan a adquirir un tamaño considerable, lo mejor es llevarlas al exterior. Es recomendable no atrasar esta tarea mucho, ya que su crecimiento también conlleva un aumento del peso.

Las higueras tienen su origen en diversas partes del mundo. Proceden de regiones tropicales, del sur de África, de Asia de algunas islas del Pacífico y también del continente americano.

Cuidados del Ficus umbellata

El Ficus umbellata tiene unas hojas grandes con forma de corazón

Como ya hemos mencionado anteriormente, el Ficus umbellata es una higuera muy popular para decorar interiores. Por ello no está de más saber cuáles son los cuidados que requiere. Si queremos mantener el brillo de sus bonitas y grandes hojas, lo más recomendable es pasar un trapo limpio o una esponja de tanto en tanto sobre la superficie de su follaje. En verano es bastante habitual que las puntas de sus hojas empiecen a secarse. Para evitar que esto pase, una buena opción es rociar cada día un poco de agua sobre ellas. Así les aportamos suficiente humedad para que puedan mantenerse.

En cuanto a la ubicación, lo mejor es que coloquemos esta planta en un sitio luminoso, cuanto más mejor. De hecho, lo ideal sería que pudiera gozar cada día del sol, al menos durante un rato. Hay que destacar que este vegetal es muy sensible. No soporta bien los ambientes cargados, secos, demasiado calurosos o intensamente fríos. Además, no le gustan las corrientes de aire ni los cambios de ubicación.

También es importante tener en cuenta el riego. Para hacerlo bien, debemos mantener el suelo húmedo en verano, pero evitando encharcarlo. De lo contrario, las raíces podrían empezar a pudrirse. En invierno podemos regar más espaciadamente y vigilando siempre la cantidad de agua que echamos. Hay que tener en cuenta que tanto un riego como una ubicación inadecuada provocará que el Ficus umbellata pierda una parte importante de sus hojas.

Los frutos de esta planta son los típicos higos de este género. Si bien es posible que algún día podamos cosecharlos, debemos ser conscientes que es muy difícil que esta árbol produzca frutos siendo tan joven y encontrándose en interior. Una vez lo hayamos plantado en jardín, la cosa cambia.

Propagación

En el caso de que tengamos un Ficus umbellata y queramos propagarlo, podemos hacerlo mediante esquejes de sus hojas. Para ello simplemente debemos cortar los esquejes con un trocito pequeño de tallo. Esta tarea se debe realizar con mucha precaución, ya que las higueras exuden un líquido lechoso cuando se cortan tallos u hojas. Se trata de una sustancia tóxica, asique hay que manipular el vegetal con mucho cuidado.

Una vez hayamos adquirido los esquejes, hay que dejarlos al aire libre durante toda la noche. Así conseguimos que se seque la parte cortada. Después se insertan en una mezcla igualada de arena y turba. Pueden pasar varios meses hasta que los esquejes empiecen a emitir raíces. La propagación del Ficus umbellata también se puede hacer mediante sus frutos.

Como podéis ver, esta planta no es difícil de mantener y queda realmente espectacular en el hogar. Ni si quiera hace falta que nos gusten los higos, ya que es poco probable que llegue a dar frutos estando en interior. Eso sí, podremos gozar de sus preciosas y enormes hojas.

Cómo podar un limonero joven en maceta

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Cómo podar un limonero joven en maceta

Como sabes, a la hora de podar existen varias formas: de formación, para floración, poda drástica… La mayoría de los árboles reciben este tipo de podas a lo largo de su vida. Pero, ¿cómo podar un limonero joven en maceta?

Si no sabes cuándo, cómo y tampoco si es necesario o no podar a un limonero joven, a continuación te hablamos de todo lo que tienes que tener en cuenta sobre este cuidado.

Podar un limonero en maceta, ¿hay que hacerlo?

Podar un limonero en maceta, ¿hay que hacerlo?

Antes de nada hay que considerar cuál es la edad de ese limonero. Si lo acabas de plantar lo más seguro es que no tengas nada que podar porque el arbolito es tan pequeño que lo que necesita es crecer para tener la formación (ya sabes, la guía de tres ramas).

Cuando ya es más joven, y está en esa formación, realmente no es necesario podarlo; solo se hace cuando es imprescindible hacerlo. Y es que, en maceta, un limonero puede producir muchos limones sin siquiera podarlo, siempre y cuando lo vayas cambiando de ubicación según la estación del año.

Ahora bien, sí es cierto que, con el paso del tiempo, la forma que tiene, su silueta, se puede desequilibrar, al punto de que se verá más descuidado y feo que si lo podaras.

Cuándo podar un limonero joven en maceta

Cuándo podar un limonero joven en maceta

La época exacta de podar un limonero no se sabe a ciencia cierta porque va a depender de dónde vivas y dónde lo tengas. En general, los expertos recomiendan esperar a que acaben las heladas para podarlos, es decir, entre el mes de febrero y marzo. Pero en el caso de tenerlo en maceta, muchos opinan que es mejor esperar un poco más, hasta mediados de la primavera (de abril-mayo).

Nuestra recomendación es que te guíes por el tiempo. Si ves que la época de heladas ya ha pasado y que tu árbol empieza a activarse, es el momento de podar para ayudarlo a crecer con más vigor antes de que la savia se active por completo y provoque que, si lo podas, las hojas crezcan más de lo debido (porque esta sigue fluyendo).

Una de las características de la poda de un limonero joven en maceta es que esta no va a ser única. Normalmente se lleva a cabo una primera, en esos meses comentados, y luego, entre junio y octubre, se vuelven a hacer 1-2 podas más para mantener el árbol y, sobre todo, la silueta del mismo. Eso sí, estas deben coincidir con el periodo de descanso del árbol (hay que estar atento a cuándo detiene el crecimiento).

Cómo podar un limonero en maceta

Cómo podar un limonero en maceta

Antes de hablarte de los pasos, tienes que tener en cuenta cómo crece un limonero en maceta. Lo más normal es que lo haga en forma de arbusto, es decir, que tenga un tronco cortito y ramificado desde la propia base. Por eso, para lograr que adquiera algo de tamaño, y que se vea compacto, sin sobresalir demasiado de la maceta, hay que recortar las ramas para darle una forma de bola. Y eso implica podar esos brotes o ramas que salen de la base y que le quitan energía a otras.

Otro punto a tener en cuenta es que los limoneros suelen crecer desde febrero-marzo hasta noviembre. Pero no lo hace de manera continua sino en fases. Tiene una fase de crecimiento, que aproximadamente dura un mes, y luego se para para retomar otra vez la actividad.

Qué herramientas se necesitan para podar un limonero joven

Debido a que hablamos de un limonero joven, las ramas no van a ser muy gruesas, con lo que solo con unas tijeras podrás podarlo.

Además, al tenerlo en maceta, no te va a crecer tanto y tampoco necesitarás una escalera. Simplemente, y para proteger tus manos, te recomendamos que uses guantes, no solo porque los limoneros pueden tener púas sino también para evitar que la savia te irrite la piel.

A la hora de usar las tijeras cerciórate de que están desinfectadas para evitar que se enferme el limonero ante el contacto de otra planta que pudiera enfermarlo.

Qué ramas podar en un limonero

Ahora que lo tienes todo preparado, es hora de empezar a podar un limonero joven en maceta. Si es la primera vez, lo más seguro es que te encuentres que tiene muchos tallos, con lo que deberás elegir uno para darle toda la fuerza. Algunos lo que hacen es cortar poco a poco, a fin de no estresarlo demasiado. El objetivo es conseguir darle la forma de árbol, es decir, un tronco grueso y tres ramas «madre» de las que saldrán las demás.

Las siguientes ramas que debes cortar son aquellas que se vean enfermas, muertas, o débiles. También han de irse fuera.

Finalmente, tendrás las ramas últimas, que te recomendamos cortar unos centímetros solo. Esto sería al principio, conforme avance el crecimiento, tendrás que ir cortando más (en un árbol joven-adulto las ramas deberían estar a unos 20-25 centímetros de largo para que así se diversifiquen).

Otro aspecto importante que debes hacer es sanear el interior de tu limonero, es decir, eliminar ramas que crezcan hacia dentro o aquellas que se cruzan entre ellas. El limonero ha de tener la mayor ventilación posible para que la luz penetre por todo el árbol y así se nutra de manera adecuada.

Después de podarlo te recomendamos que no lo pongas en sol directo porque estará estresado y puede que el sol le dañe. Durante 2-3 días es mejor mantenerlo en sombra y después colocarlo al sol como siempre. También es importante regarlo tras la poda.

¿Puedo tener un limonero en maceta siempre?

Tener un limonero en maceta implica controlar su crecimiento, y que este no vaya a superar una altura de un metro o metro y medio aproximadamente. Pero, para ello, es necesario que tenga todos los nutrientes que necesite para desarrollarse de manera correcta.

Es decir, hay que trasplantarlo cada varios años para cambiarle la tierra a otra con nutrientes y abonarlo varias veces al año. Aun así, el árbol seguiría creciendo y, salvo que le cortes las raíces cuando veas que estas ya no caben en la maceta, la otra opción que tendrías sería plantarlo en el suelo y dejar que se active su crecimiento.

¿Has podado alguna vez un limonero joven? ¿Qué fue lo más difícil para ti?

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