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El avellano chileno, un frutal resistente a las heladas

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Imagen – Wikimedia/Franz Xaver

El avellano chileno es un árbol frutal muy interesante para tener en jardines y huertos que gozan de un clima templado e incluso con inviernos fríos; de hecho, puede vivir y desarrollarse sin tener ningún tipo de problema en zonas donde la temperatura baja hasta los -12ºC una vez establecido, lo cual es muy interesante, ¿no crees? 🙂

Si hablamos de su mantenimiento, no requiere de cuidados complicados ni tampoco continuos mientras las condiciones en las que vive sean las adecuadas.

Características del avellano chileno

Avellano chileno adulto

Nuestro protagonista, cuyo nombre científico es Gevuina avellana, es un árbol frutal perennifolio (es decir, que se mantiene durante todo el año verde), cuya altura puede ser de entre 3 y 20 metros. Sus hojas son de un color verde brillante, y sus flores aparecen agrupadas en racimos largos y axilares de color blanco cremoso. El fruto, la avellana, es una nuez negra comestible.

Su cultivo y mantenimiento es sencillo, tal y como te voy a contar a continuación. Tanto es así que se planta a menudo en los jardines de muchas partes del mundo, como los de Irlanda o los de California.

Cuidados del avellano chileno

Semillas de avellano chileno

Imagen – Wikimedia/Ercé

Si quieres tener un avellano chileno, debes tener en cuenta lo siguiente:

Ubicación

Es un árbol que, debido a las dimensiones que llega a tener una vez adulto, y a sus necesidades, tiene que colocarse en el exterior, en semisombra, protegido por árboles o setos altos especialmente joven que es cuando es más sensible al frío, soportando solo hasta los -4ºC. Pero, una vez que crezca, puede soportar bastante más.

Riego

El avellano chileno no resiste la sequía, pero tampoco le gusta demasiado el encharcamiento. Es una planta que requiere un riego regular durante todo el año, siendo frecuente durante el verano y algo más escaso el resto de estaciones.

Riega al atardecer o a primera hora de la mañana, para que por un lado el árbol pueda tener más tiempo para hidratarse, y segundo para que tú puedas ahorrar algo de agua.

Usa siempre que puedas agua de lluvia, o sin cal. En el caso de que solo dispongas de la del grifo y esta sea muy dura, con una alta concentración de cal, rellena un recipiente con ella y déjalo reposar una noche. Al día siguiente podrás usar la de la mitad superior de dicho recipiente, procurando no mover demasiado el agua.

Tierra

  • Jardín: ha de ser fresca, rica en materia orgánica y con buen drenaje.
  • Maceta: no es una planta que se pueda cultivar en maceta durante toda su vida, pero sí durante su juventud. En el caso de que lo vayas a tener en una, rellénala con una mezcla de mantillo y un 20% de perlita o similar.

Trasplante

Tanto si lo quieres pasar al suelo como a una maceta mayor, debes hacerlo en primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado. Sabrás que es el momento de trasplantarlo cuando veas que se le salen las raíces por los agujeros de drenaje de la maceta, o cuando ya la haya ocupado toda hasta el punto de que su crecimiento parece haberse detenido.

Hazlo con cuidado de no manipular demasiado sus raíces, pues si sufre daños le costará más superarlo. Por este motivo, lo ideal es regarlo a consciencia un día antes, de manera que los granitos de tierra que forman el sustrato queden más ‘juntos’ los unos de los otros, consiguiendo así que una vez que se quiera sacar la planta de la maceta, el cepellón o pan de tierra no se desmorone.

Abonado

Con el fin de que crezca con salud y fuerza, es muy interesante abonarlo en primavera y verano con abonos orgánicos como humus de lombriz o estiércol de caballo.

Si está en maceta, puedes usar abonos líquidos como el guano siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.

Poda

No es necesario podar al avellano chileno, pero sí que es aconsejable quitarle las ramas secas, las débiles y las que estén rotas a finales de invierno con herramientas de podar desinfectadas con algún producto desinfectante o similar, como alcohol de farmacia, o lavavajillas.

Multiplicación

El avellano chileno se multiplica por semillas en primavera, las cuales se pueden sembrar en semilleros con turba y perlita a partes iguales. Coloca el semillero en el exterior, en semisombra, y mantén el sustrato húmedo (no encharcado).

Si todo va bien, germinarán a lo largo de dicha estación.

Rusticidad

Resiste heladas de hasta los -12ºC una vez adulto y establecido, y temperaturas altas de hasta los 40ºC.

¿Qué usos tiene?

El avellano chileno es perenne

Imagen – Flickr/Dick Culbert

Es una planta muy bonita, con múltiples usos:

Ornamental

Se puede tener como ejemplar aislado, en alineaciones o en grupos. Es una especie magnífica, que proporciona una buena sombra y que, además, no necesita de muchos cuidados.

Culinario

Sus frutos son comestibles, pudiéndose comer como postre, o como tentempié, ya sea crudos, cocidos o hervidos. Son una buena fuente de vitamina E y beta-caroteno, por lo que tu salud también se verá beneficiada.

Por otra parte, la miel producida con el néctar de sus flores tiene un agradable sabor, consumida por ejemplo en tostadas.

Medicinal

Las nueces ayudan a combatir el colesterol, y el aceite de las mismas se usa para cuidar de la piel por sus propiedades antioxidantes.

Madera

Se usa en ebanistería, artesanía y como revestimiento de paredes interiores.

¿Habías oído hablar del avellano chileno?


La guayaba, árbol tropical para maceta

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Las hojas del guayabo son perennes

La guayaba o guayabo es un árbol tropical que se puede tener tanto en el jardín como en maceta. No suele crecer mucho, y aún así se puede podar a finales de invierno para controlar su crecimiento y desarrollo, por lo que queda genial en cualquier parte 😉 .

No es muy exigente, aunque como toda planta que se precie, tiene sus propias preferencias en cuanto a las condiciones para vivir bien se refiere.

Origen y características de la guayaba

La guayaba es una planta tropical de hoja perenne originario de las selvas tropicales de América perteneciente al género Psidium. Pueden alcanzar alturas de unos 5 a 10 metros, con una copa redondeada con hojas opuestas, simples, y de elípticas a ovaladas de 5 a 15 centímetros. Producen flores blancas, compuestas por cinco pétalos y un gran número de estambres.

El fruto es comestible, y adquiere una forma redondeada o de pera. Mide entre los 3 y los 10 centímetros de diámetro, y su piel es color verde pálido a amarillo, o de rosa a rojo dependiendo de la especie. La pulpa es es blanca o anaranjadas, cremosa y con muchas semillas duras.

Principales especies

Las más conocidas son:

Psidium guajava

Vista del árbol de guayaba

Imagen – Flickr/Mauricio Mercadante

Se trata de un árbol o arbusto que crece entre los 2,5 y los 10 metros originario de América tropical. Las hojas son simples, de color verde brillante a verde parduzco, y desprenden un aroma muy agradable. Produce flores blancas, y frutos semiesféricos, ovoides o con forma de pera de color verde rosado, verde, o crema amarillento de hasta 8 centímetros de diámetro.

Psidium cattleianum

Vista del guayabo peruano

Imagen – Flickr/Candise Sorensen

Se le conoce como guayabo peruano, arazá rojo, guayabita del Petú o güisaro, es natural de América del Sur, especialmente de Perú. No suele superar los 3 metros de altura, pero en ocasiones puede crecer hasta convertirse en un árbol de hasta 10 metros. Sus hoja son elípticas, y sus flores blancas. Produce frutos globosos, de color rojo o a veces amarillo.

Está incluida en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

¿Cuáles son los cuidados de la guayaba?

Psidium guajava

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

Son plantas que han de estar en el exterior siempre que el clima acompañe, a pleno sol. Pero si vives en una zona con fuerte insolación (como en el mediterráneo por ejemplo) es más interesante ponerlo en semisombra, o en una zona donde le diera el sol a primera hora de la mañana o a última de la tarde.

Tierra

Crece en todo tipo de suelos, aunque si se cultiva en el jardín, sus frutos tendrán mejor sabor si el suelo es profundo y rico en materia orgánica, con un pH entre 5 y 7. Por otra parte, si se tiene en un tiesto, se aconseja usar un sustrato poroso y que tenga abono, por ejemplo: 60% turba negra + 30% perlita + 10% guano o humus de lombriz.

Riego

Estas plantas necesitan riegos más o menos frecuentes, sobretodo durante el verano. No resisten la sequía, por lo que se deben de regar una media de 3-4 veces a la semana durante la temporada más cálida y seca del año, y algo menos el resto de estaciones.

Es importante evitar el encharcamiento, por lo que no se debe de poner en macetas sin agujeros ni tampoco en suelos con tendencia a compactarse, pues de lo contrario las raíces se pudrirán.

Abonado

Desde comienzos de primavera hasta finales del verano se ha de abonar con productos orgánicos: guano, compost, mantillo. La frecuencia variará dependiendo de lo que uses, pero en principio será una vez cada 15-20 días.

Multiplicación

La guayaba o guayabo se multiplica por semillas en primavera. Para ello se aconseja sembrarlas en bandejas de semillero o en macetas, poniendo no más de 2 en cada alvéolo o recipiente, y enterrándolas un poco para que no queden expuestas.

Colocando el semillero en el exterior, en semisombra, germinarán en unos 10 días.

Poda

Puedes quitarle las ramas secas, enfermas, débiles o rotas en primavera con herramientas de podar previamente desinfectadas.

Rusticidad

Hay que tener muy en cuenta que, debido a su origen, no resiste el frío ni, por lo tanto, las heladas, aunque sí soporta las altas temperaturas y se puede tener en el interior de una habitación en la que entre mucha luz natural si se vive en una zona donde el invierno es frío.

¿Qué usos se le da al árbol de guayaba?

Las guayabas son plantas tropicales

Imagen – Wikimedia/Sakurai Midori

Tiene varios:

Ornamental

Por su tamaño, está especialmente indicado para jardines pequeños, incluso para patios amplios, plantado tanto en el suelo como en una amplia maceta.

Culinario

Sus frutos son comestibles, consumiéndose crudos, ya sea cortados a rebanadas o como si de una manzana se tratase. Si se hierve, es ideal para hacer dulces, jaleas, jugos y mermeladas.

Medicinal

La guayaba es una de las frutas más completas: tiene unas 4 veces más vitamina C que la naranja, lo cual hace que sea especialmente indicada para tratar la gripe. Tanto sus hojas como la corteza de su tronco son astringentes, y además la raíz, así como su corteza, se pueden usar para tratar la anemia y la debilidad.

¿Dónde comprar?

Puedes comprar semillas desde aquí:

¿Qué te ha parecido la guayaba?

Usos y beneficios de la pera limonera

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arbol frutal donde crece la pera limonera

La pera limonera es una fruta cuyas variedades hacen posible comerlas en cualquier estación del año, se le conoce también como “doctor jules guyot” y pertenecen al género Pyrus el cual se compone de unas 30 especies de plantas superiores.

Características

3 peras enteras junto a una pera partida por la mitad

Aunque hay variantes, esta se caracteriza por su color amarillo fuerte o tostado en su etapa madura, cuyo efecto refrescante le hace una de las frutas más consumidas en temporada de verano, además de ser dulce y jugosa.

Sus características más resaltantes en resumen son que es una fruta de forma irregular que se presenta abombada en la base y más delgada en la parte superior. En principio es de color verde y en la medida que va madurando se torna amarilla de allí su semejanza con el limón, adicionalmente son notables una serie de puntitos negros que se extienden a lo largo de su piel.

La pulpa es de color blanco y la alta concentración de agua en ella le hace muy jugosa a tal punto que se deshace con facilidad en la boca, lo que aunado a su agradable dulzor hacen por demás atractiva a la pera limonera en temporadas de calor intenso.

La pera limonera es originaria de Italia y data de 1870, el árbol produce peras bastante tempranas pero de buen tamaño, alargadas y muy ricas. Suelen florecer en mayo y los frutos se recogen finalizando el mes de junio.

Mejor consumirla bien madura para disfrutar al máximo de su sabor, justo en los meses de julio y agosto se consiguen de manera abundante en el mercado y están en su mejor punto de madurez para el consumo.  Se produce mayormente en Lleida.

Propiedades de la pera limonera

Esta variedad de pera ideal para consumir en el verano posee la mayoría de las propiedades de los otros tipos de pera, por ejemplo, en materia de salud es muy útil, ya que es hidratante y muy saludable para consumir como aperitivo durante los días soleados del verano, bien sea que estas de paseo en la  montaña, playa, etc.

También resulta muy útil como medicina natural para la diarrea, su alto contenido de fibra genera un efecto de saciedad lo cual es de ayuda para las personas que están haciendo dieta para perder peso. Actúa como un antiinflamatorio muy eficaz, contribuyendo con aquellas dolencias crónicas que dan origen a inflamaciones dentro del organismo, minimizando la hinchazón y el dolor.

Usos

Preparada al horno resulta muy beneficiosa en quienes tienen el aparato digestivo sensible, ya que va a contribuir con una mejor digestión. La pera limonera es una fruta diurética por excelencia debido a su alto contenido de agua, por lo tanto mejora la retención del líquido en el organismo.

Muy potente para disolver y eliminar el ácido úrico, por lo que resulta beneficioso su consumo en personas que padecen de este o de gota. Es apta para hipertensos y enfermos de diabetes, además sus fibras solubles colabora con la absorción del colesterol y su posterior eliminación del cuerpo.

peras encima de una mesa de madera

Es una fuente de energía eficiente, ya que buena parte de sus calorías las contiene en forma de azucares, algo que no impide que los diabéticos la consuman, ya que contiene levulosa, lo que hace que la fruta sea bien tolerada por quienes presentan esta patología.

Hemos dicho antes que la pera limonera se ha de consumir bien madura y es que justamente es lo que hace, que la fruta sea de muy rápida digestión. Si prefieres consumirla cocida por problemas en el aparato digestivo, ten presente que solo conservará su contenido de carbohidratos y los minerales.

Elimina o minimiza las flatulencias y putrefacción intestinal, gracias a su acción astringente. Es frecuentemente recomendada en dietas depurativas, donde actúa como neutralizante del exceso de residuos tóxicos procedentes de dietas abundantes en proteína animal.

Usos en la cocina

La pera limonera es ideal para consumir en licuados y zumos, también resultan un maravilloso elemento de contraste en ensaladas de frutos secos y lechuga o berro. Asada con el toque de una especia como la canela, para darle más vigor a su sabor son muy ricas, también se pueden consumir en compotas, tartas o crepas.

Calamondín, un naranjo en miniatura

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Frutos del calamondín

Imagen – Wikimedia/high limitzz

¿Te gustaría tener un naranjo pero no tienes suficiente espacio? No te preocupes: tenemos la solución. Hazte con un calamondín. Este es un árbol frutal que se puede tener en maceta durante toda su vida, ya que no suele superar los 2m y no necesita de mucho espacio para poder crecer. Además, tiene hojas perennes, por lo que se puede utilizar como planta ornamental durante todo el año.

Descubre qué cuidados requiere para poder dar frutos de un exquisito sabor.

Origen y características del calamondín

Citrofortunella microcarpa

Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr

El calamondín, conocido también como naranjo chino o naranjo enano, es un árbol frutal híbrido entre Citrus reticulata y Fortunella margarita. Su nombre científico es Citrofortunella x microcarpa, y crece en climas cálidos, con heladas suaves y de corta duración (hasta -3ºC). Su ritmo de crecimiento es rápido, y puede vivir alrededor de un siglo, siempre y cuando se le dé una serie de cuidados.

Es un arbolito o arbusto perennifolio que alcanza una altura máxima de 2 metros, con una copa densa, con pocas o ninguna espina. Las hojas son elípticas, con una longitud de 5 a 10 centímetros, de color verde brillante. Produce flores axilares blancas y pequeñas, y unos frutos esféricos u ovales de unos 3cm de diámetro de color naranja-rojizo, con la pulpa dulce y ácida, pero comestible.

¿Cuáles son los cuidados del naranjo en miniatura?

Si te animas tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

Es una planta que, al resistir bien el frío y las heladas, lo ideal es que se cultive en el exterior todo el año, a pleno sol. Como es relativamente pequeña y no tiene raíces invasivas, puede cultivarse en cualquier rincón, incluso en macetas.

Pero eso sí, si quieres ponerla cerca de la piscina, es preferible que esté a, al menos 1 o 2 metros de la misma, o más si tienes niños a los que les encanta zambullirse a la misma, ya que el cloro daña las hojas.

Riego

El riego ha de ser frecuente, especialmente en verano. Riega entre 3 y 4 veces por semana en los meses más calurosos, y 1-2 por semana el resto del año.

Si tienes dudas, espera unos días antes de volver a regar o comprueba la humedad de la tierra o del sustrato, por ejemplo con un medidor de humedad digital o con un palo delgado de madera.

En caso de tenerlo en maceta, no es aconsejable que le pongas un plato debajo ni tampoco que lo metas en un macetero sin agujeros, pues el agua estancada pudrirá las raíces.

Abonado

El calamondín es un arbusto

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

Al ser una planta cuyos frutos son comestibles, se tiene que abonar con abonos orgánicos, ya sean en polvo (estiércol de caballo, humus de lombriz) como líquidos (guano).

Suele tener problemas de clorosis por falta de calcio y de magnesio, por lo que si ves que las hojas amarillean dejando los nervios más visibles también es aconsejable echarle por alrededor del tronco las cáscaras de huevo troceadas, y echar un poco de magnesio en polvo.

Tierra

  • Jardín: es importante que la tierra tenga buen drenaje, mezclando si es necesario la tierra con un 20% de perlita.
  • Maceta: rellenar con sustrato universal, o con mantillo.

Poda

Se han de hacer pequeñas podas, eliminando las ramas que estén enfermas o débiles. La mejor época para hacerlo es en primavera, después de que el riesgo de heladas haya pasado.

Utiliza herramientas de podar previamente desinfectadas con algún producto desinfectante. De esta manera, se reducirá el riesgo de infección y mantendrás tu calamondín protegido.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando las heladas hayan pasado. Tanto si quieres plantarlo en el jardín como cambiarlo de maceta, es necesario que tengas cuidado con las raíces, evitando manipularlas en exceso.

Para que el cepellón o pan de tierra no se desmorone, lo ideal es, primero, esperar a que las raíces hayan ocupado toda la maceta algo que sabrás cuando veas que se le salen por los agujeros de drenaje, y segundo, regar un día antes de proceder a plantarlo o trasplantarlo.

Cosecha

La planta está produciendo frutos desde finales del verano hasta el otoño. Se pueden coger cuando alcancen su tamaño y color definitivo, y cuando se note que empiezan a estar un poco blandos al tacto.

Plagas y enfermedades

El calamondin es un frutal pequeño

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

Es bastante resistente, pero en primavera y sobretodo verano puede verse afectada por cochinillas las cuales se quitan bien con un pincel empapado en alcohol de farmacia, o incluso con una toallita húmeda para bebés.

Propagación

Se multiplica por semillas y esquejes en primavera:

Semillas

Las semillas se pueden sembrar en bandejas de semillero con sustrato para huerto o mantillo, poniendo un máximo de 2 unidades en cada alvéolo. Luego, se riega y se coloca en el exterior, en semisombra.

Si todo va bien, germinarán en unos dos meses.

Esquejes

Para conseguir nuevos ejemplares, se suele proceder más a multiplicarlo por esquejes de rama, cortando una que mida al menos 20 centímetros. Luego, se procede a impregnar la base con enraizantes caseros u hormonas de enraizamiento, y se plantan en una maceta con, por ejemplo, vermiculita previamente humedecida. Para terminar, se coloca en el exterior, en semisombra, y se cubre todo con plástico transparente al que se le harán algunos agujeritos con la punta de unas tijeras con el fin de que el aire pueda circular.

En un mes, si todo ha ido bien, emitirá sus propias raíces.

Rusticidad

El calamondín resiste bien el frío y las heladas de hasta los -12ºC. Además, tampoco le perjudican las altas temperaturas (30-35ºC) siempre que tenga el sustrato o la tierra húmeda.

¿Qué usos se le da?

Tiene varios:

  • Ornamental: sin duda es el más extendido. Es un arbolito precioso, fácil de cuidar, que hasta se puede trabajar como bonsái.
  • Culinario: sus frutos son como naranjas pero en miniatura, y como ellas, se pueden consumir como postre o tentempié. Además, también se prepara una bebida conocida como licor de calamondín. Eso sí, si tuviera que compararlas diría que las del calamondín son algo más ácidas y puede que eso no guste a los paladares sensibles.

¿Dónde comprar?

Puedes conseguirlo desde aquí:

Que tengas una feliz cosecha 🙂 .

Cuándo trasplantar un olivo

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Las flores del olivo brotan en primavera

Imagen – Wikimedia/Nefrono

El olivo es un frutal perennifolio muy querido en los jardines. Es uno de los que mejor resiste la sequía y la calor, y también, uno de los pocos que no necesitan pasar frío durante el invierno para producir una gran cantidad de frutos.

Sin embargo, si queremos que tenga un buen crecimiento y un mejor desarrollo es importante que sepamos cuándo trasplantar un olivo, pues si lo hacemos en la época inadecuada podremos perjudicarle y perder así una temporada.

¿Cómo se trasplanta un olivo?

Olivos

Su cultivo y cuidados es muy sencillo, puesto que solo necesita una exposición soleada y uno o dos riegos semanales. Como crece de forma silvestre en suelos calizos, que pueden encharcarse una vez al año con las lluvias torrenciales típicas del mediterráneo, si disponemos de este tipo de tierra en el jardín podremos plantarlo ahí sin problemas.

Pero, ¿cuándo se trasplanta un olivo? Es decir, ¿cuándo hay que pasarlo a una maceta mayor o al jardín? Para saberlo con seguridad, lo mejor que podemos hacer es observar si le salen raíces por los agujeros de drenaje de la maceta. Si es así, entonces será el momento de trasplantarlo. Ahora bien, hay que saber que no es buena idea pasarlo al jardín si tiene una altura de 20 centímetros o inferior, puesto que lo podríamos perder fácilmente a menos que lo protegiéramos con una tela metálica (rejilla).

Se hace la siguiente manera:

Busca la ubicación adecuada

Los olivos son árboles que necesitan estar en una exposición soleada durante todo el día, y a una distancia de unos 5-6 metros de tuberías, suelos pavimentados, otras plantas altas, etcétera.

Sus raíces no es que sean invasivas como las de los sauces por ejemplo, pero sí que, debido a que en su lugar de origen llueve poco, pueden extenderse mucho en su búsqueda de agua.

Haz un agujero de plantación

Lo ideal es que sea de al menos 1 x 1 metro, sobretodo si el ejemplar adquirido ya tiene cierta altura (superior a 1m). Piensa que cuanto más grande sea el agujero, más tierra ‘suelta’ se encontrarán las raíces y más fácil le resultará al árbol enraizar.

Una vez hecho, échale varios cubos de agua, hasta llenarlo del todo, y deja que la tierra absorba todo el líquido. Esto te servirá para varias cosas, que son:

  • Averiguar si el suelo que tienes en el jardín tiene buen drenaje o no. Si es bueno, verás que el agua es absorbida a buen ritmo en cuando echas el primer cubo; en el caso de que tenga mal drenaje, pueden pasar horas hasta que toda esa agua es absorbida.
  • Mantener hidratadas las raíces -y por consiguiente al olivo- desde el primer momento en el que es plantado en el suelo.

Rellénalo con tierra de calidad

Para el olivo, la tierra ha de ser fértil

Una vez que ya tengas el agujero terminado y regado, es momento de rellenarlo con sustratos de calidad. La mezcla va a variar dependiendo de si la tierra del jardín tiene buen drenaje o de si no lo tiene:

  • Suelo con buen drenaje: puedes usar la misma tierra que has extraído del agujero, o si lo prefieres mezclarla con un 30% de perlita, arlita, arena de cuarzo o similares.
  • Suelo con mal drenaje: si se da esta situación, hay que echar una primera capa de unos 20cm (o más) de arena de cuarzo, pómice, greda volcánica o similares, y luego terminar de rellenar con sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales.

Es importante que no lo rellenes del todo, puesto que el árbol aún no está dentro. Para saber cuánta tierra más o menos has de echar, mide la altura de la maceta. Si por ejemplo mide 40cm y el agujero tiene una profundidad de 100cm, has de echar tierra hasta rellenar 60cm del agujero.

Introduce el olivo con cuidado

Ha de estar en el centro del agujero, ni muy alto ni muy bajo. La superficie del cepellón de raíces ha de quedar unos 2-5 centímetros por debajo del nivel del suelo. Esto se hace así con el fin de aprovechar mejor el agua del riego, pues por un lado te evitas perderla en vano, y por otro consigues que el árbol pueda utilizarla al máximo.

Termina de rellenar

Ahora que está el árbol dentro, es momento de terminar de rellenar el agujero con el sustrato o mezcla de tierras que hemos mencionado antes con la ayuda de una azada por ejemplo, o de las propias manos si el agujero es pequeño. Luego, no dudes en apisonar bien la tierra y en echar más si hace falta.

Haz un alcorque

Un alcorque es una barrera natural baja, de altura variable pero que no suele superar los 10 centímetros, que se hace con la misma tierra que hay en el jardín alrededor de la planta. Es una medida muy fácil de realizar y sobretodo útil que te permitirá hacer un buen uso del agua de riego.

Colócale un tutor si es necesario

Si es un árbol joven o por el contrario grande y pesado, y si en tu zona suele soplar con fuerza el viento, puedes ayudarle colocándole un tutor y atándolo a él.

¿Cuando hay que trasplantarlo?

En cuanto a la estación más propicia para el trasplante, es la primavera. A comienzos de dicha estación será un buen momento para trasplantar el olivo, justo antes de que reanude su crecimiento.

¿Y si el olivo está en maceta?

Cuando se cultiva un olivo en maceta hay que ir trasplantándolo cada 2 o 3 años, en cuanto veas que se le salen las raíces por los agujeros de drenaje o si ves que lleva tiempo (más de 2 años) que apenas crece.

La manera de proceder es similar a si lo plantases en el suelo, lo único que cambia es que se plantará en otra maceta, la cual ha de ser unos 10cm más amplia que la anterior. El sustrato a utilizar será el sustrato universal para plantas, que puedes usar solo o rellenado con un 30% de perlita.

El olivo es un árbol originario del mediterráneo

¿Te ha sido de utilidad? Esperamos que a partir de ahora te resulte mucho más sencillo trasplantar olivos 🙂 .

Características del limón verna

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limones colgando de limonero
El limón verna se encuentra entre las variedades más apreciadas
al momento de preparar zumo, debido a que consiste en un limón de gran tamaño al cual es posible extraerle alrededor de 30-40% de zumo.

Además, destaca por ser la variedad que suele cosecharse inmediatamente tras el limón fino, y debido a que con el paso del tiempo consigue una mayor aceptación entre los consumidores, no es de sorprender que cada día pueda encontrarse en mayor cantidad. Te invitemos a continuar leyendo para descubrir más acerca de esta variedad de limón.

Origen

limons apilados en una mesa

Esta variedad cuenta con origen español, posicionándose como la segunda de mayor importancia dentro de España, después del limón Primofiori, además de ubicarse en la quinta posición a nivel global. Actualmente, representa un 20% de la producción y suele cultivarse principalmente dentro de la huerta tanto de Murcia como de Alicante.

Características del limón verna

El limón verna se caracteriza por tener una forma alargada cuyos extremos acaban en punta, es de un intenso color amarillo; y destaca por ser una variedad que casi no posee semillas, y tiene un reducido nivel de acidez.

Dentro de sus ventajas principales destaca que fructifica a lo largo del verano, época en que los limones suelen escasear dentro de los mercados europeos; y pese a que cuenta con 2 floraciones (la cosecha y la verdelli), lo cierto es que la segunda normalmente es de menor calidad y no permite un gran aprovechamiento comercial. Cabe mencionar que su recolección se realiza entre los meses de febrero y junio.

Asimismo, hay que decir que se trata de limones de un tamaño grande, que poseen una jugosa y tierna pulpa, ofreciendo un gran porcentaje de zumo y teniendo un reducida acidez. También es preciso señalar que la variedad verdelli suele destacar por tener una piel más fina y lisa en comparación con la cosecha.

Y no hay que olvidar mencionar cambien que cuentan con cierta tendencia a la eflorescencia, sobre todo cuando ocurren desequilibrios hídricos al momento del cultivo o cuando el árbol ofrece pocos frutos durante su principal cosecha.

Cuidados

En general, hay 4 diferentes clases de limoneros, siendo el limón verna uno de ellos; esta variedad destaca por ser proveniente de de lugares cálidos, razón por la cual al cultivarla es preciso asegurarse de hacerlo en un lugar donde pueda mantenerse expuesta a la luz solar y a temperaturas que ronden los 17-28 grados, dentro de espacios húmedos y frescos. Sin embargo, en caso de cultivarla en sitios con riesgo tanto de fuertes temporales como de heladas, resulta esencial asegurarse de cubrirla usando algún material que sea transpirable.

El limón verna normalmente se propaga por semillas, pero es igualmente posible hacerlo a través de injertos realizados en zonas relativamente pequeñas, por lo que incluso existe la posibilidad de plantar esta variedad dentro de macetas. En cualquier caso, lo más recomendable suele ser plantarla durante el invierno.

limonero lleno de limones

Esta variedad requiere de un suelo semiligero que posea un pH neutro y cuente con un gran aporte de materia orgánica, el cual también sea capaz de absorber el agua sin problemas ya que es preciso no solo regarla frecuentemente a lo largo del año (cada día a lo largo del verano y 3 veces por semana durante el invierno), sino también proporcionarle un buen abono a fin de que obtenga un buen aporte de micro nutrientes y macro nutrientes.

Las podas de limpieza, floración y mantenimiento deben ser llevadas a cabo durante la primavera, asegurándose de que las mismas sean muy ligeras a lo largo de sus primeros años de crecimiento, ya que a lo lrgo de este periodo únicamente se buscará deshacerse de las ramas débiles, secas o enfermas, al igual que de aquellas que tienden a cruzarse. Hay que cerciorarse que el centro del árbol se mantenga bien despejado a fin de que la luz ingrese hasta su interior.

Enfermedades y plagas

Entre las plagas que atacan al limón verna, se encuentran el Minador de cítricos (Phyllocnistis citrella), Cochinillas y Araña roja, al igual que Mosca blanca y Pulgones; mientras que cuando de enfermedades se trata, puede verse afectado por Phytophthora spp, psoriasis exocortis y virus de la tristeza.

¿Cuándo y cómo hacer esquejes de olivo?

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El olivo es un árbol perennifolio

Imagen – Wikimedia/H. Zell

El olivo es un árbol maravilloso: da buena sombra una vez que madura, y a medida que va envejeciendo su tronco se vuelve ancho, con grietas. Todo ello hace que su valor ornamental sea muy alto, puesto que además su mantenimiento es sencillo al resistir la sequía mejor que muchas otras especies. Y, por si fuera poco, produce frutos comestibles: las aceitunas.

Quizás por todos estos motivos haya cada vez más personas que quieren saber cuándo y cómo hacer esquejes de olivo. Para ellas, y también para ti, va este artículo. 🙂

¿Cuándo hay que sacar los esquejes de olivo?

Olea europaea, conocido como olivo

Imagen – Wikimedia/David Brühlmeier

El olivo es una planta que, lamentablemente, no se multiplica bien por esquejes. Enseguida se infectan por hongos y se mueren. Por este motivo, más que trozos de ramas de la copa lo que se hace es coger los chupones (son como los ”hijuelos”) que le salen al lado del tronco. ¿Cuándo? A finales de invierno, justo antes de que el árbol reanude su crecimiento.

Así, será muy fácil conseguir un nuevo ejemplar sin tener que sembrar sus semillas (algo que por otra parte también es muy sencillo ya que solo hay que rellenar una maceta con sustrato de cultivo universal, regar, sembrar las semillas y esperar unos 15 días a que salgan las plántulas). De todos modos, no te preocupes porque te explicaremos cómo has de proceder para conseguir tener un mayor éxito con tus esquejes.

¿Cómo hay que sacarlos?

Esquejes de olivo

Las ramas que interesa coger son aquellas que miden unos 60 centímetros de largo y miden alrededor de 1,5 centímetros de grosor. Una vez las tengas, debes de quitarles todas las hojas y plantarlas en macetas o directamente en el suelo.

Es recomendable el uso de hormonas de enraizamiento con el fin de acelerar un poco el proceso.

Chupones de olivo

Para sacar un chupón de olivo lo que se hace es, con la ayuda de una azada o, mejor, un escardillo (azadilla), cavar un par de zanjas alrededor del chupón que queremos sacar, que tengan una profundidad de 25-30cm. Luego, con cuidado separaremos nuestro futuro árbol con algunas raíces, y lo plantaremos en una maceta de unos 10,5cm de diámetro con vermiculita previamente regada.

Para que haya más posibilidades de éxito, recomendamos usar enraizantes caseros ya que así, y manteniendo el sustrato húmedo (pero no encharcado).

¿Cuánto tardan en enraizar los esquejes de olivos?

Los esquejes e hijuelos, una vez que estén plantados en sus respectivas macetas, tardarán en emitir raíces nuevas alrededor de 3-4 semanas más o menos. Has de tener en cuenta que antes de nada, deben de superar el trasplante, y el hecho de que ahora ya no puedan recibir alimento de la planta madre les obliga a ‘buscarse la vida’ ellos solos.

Por eso, durante el primer mes tras la plantación en recipientes hay que tener mucho cuidado con el riego, con la cantidad de horas de luz que les da, con los microorganismos que puedan provocarles infecciones, etc.

¿Cuáles son los cuidados que necesitan?

El olivo se multiplica por esquejes e hijuelos

Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr

Ahora que está todo hecho, falta cuidarlos. Los cuidados que necesitan tanto los chupones como los esquejes de olivo son, básicamente, riegos moderados, sol directo y un tratamiento preventivo semanal o quincenal con azufre o fungicida con el fin de evitar que los hongos los echen a perder.

Es muy importante evitar el encharcamiento de la tierra o sustrato, pues de lo contrario lo más probable es que los perdamos. En caso de duda, comprueba la humedad de la tierra antes de volver a regarla, por ejemplo introduciendo un palo delgado de madera o, si están en recipiente, pesándolo justo después del riego y de nuevo al cabo de unos días.

¿Te ha sido de utilidad?

Cuidados del mango

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El mango es un árbol tropical

Imagen – Wikimedia/B.navez

El árbol del que te voy a hablar a continuación es una planta frutal que alcanza dimensiones considerables. Tanto es así que alcanza una altura de unos treinta metros con un diámetro de copa de hasta seis metros; es decir, que estamos ante un árbol perfecto para protegerse del sol.

Aprendamos cuáles son los cuidados del mango.

Origen y características del mango

El mango es un árbol tropical

Al mango se le conoce científicamente con el nombre de Mangifera indica y es originario de la India y de Indochina. Sus hojas son perennes (aunque se pueden caer si el invierno es fresco, y luego volver a brotar en primavera), lanceoladas, de color verde y con el nervio central muy visible al ser de un verde más pálido. Las flores se agrupan ej inflorescencias llamdas panículas, las cuales brotan en primavera. El fruto es una drupa grande (de hasta 5 centímetros de largo por 3-4 centímetros de ancho) con la piel no demasiado fina verde-rojiza y la carne o pulpa amarilla, carnosa y comestible.

Tiene un ritmo de crecimiento del tipo medio, lo cual quiere decir que no es ni demasiado rápido, ni demasiado lento. Por lo general puede crecer unos 10-15cm al año, especialmente si el clima acompaña.

Se cultiva ampliamente por todas las regiones tropicales: Costa Rica, Cuba, e incluso en España se le puede encontrar en el sur de Andalucía, concretamente en Granada y en Málaga. También en jardines botánicos o particulares es frecuente ver alguno en estas zonas, incluyendo las del archipiélago canario. En Baleares hay algunos huertos aislados que también tienen, encontrándose en localidades que, por su ubicación geográfica, tienen un microclima más cálido que el que se puede encontrar en otros municipios, y una tierra muy rica en nutrientes.

¿Cuáles son los cuidados del mango?

Si te animas a tener un árbol de mango, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Clima

Antes de nada, es importante saber en qué clima o climas podría vivir, pues de lo contrario correríamos el riesgo de gastar dinero para nada. Así pues, el mango es una especie tropical, que encontramos sobretodo en las selvas lluviosas. Por este motivo, solo crecerá sin problemas en un clima cálido sin variaciones térmicas.

Pero… si deseas tener uno en un clima un poco fresco (con temperaturas algo frescas en invierno), te recomiendo la variedad Mango Gomera 3. Yo misma tengo uno y ha soportado razonablemente bien el frío bajo el plástico (hemos tenido mínimas de hasta -2º).

Tierra

  • Jardín: ha de ser fértil, con buen drenaje. Hay que evitar plantarlo en suelos compactos, de lo contrario sus raíces se podrían terminar asfixiando.
  • Maceta: no es un árbol para tener en maceta durante toda su vida, pero sí que se pueden cultivar ahí por varios años. Rellénala con mantillo mezclado con un 30% de perlita o similar.

Riego

El mango es un árbol que quiere bastante agua, pero sin pasarse. Dependiendo del clima y de la ubicación, por ejemplo, en lugares muy cálidos y secos, podría necesitar un riego cada 2-3 días en verano, y cada 6-8 días el resto del año.

Por el contrario, si llueve con frecuencia y de forma regular, la frecuencia de riego será mucho menor pues la planta recibe el agua que precisa de dichas precipitaciones.

Asimismo, es importante tener presente que, si se cultiva en maceta, si se le pone un plato debajo hay que retirarle el agua que sobre después de cada riego. Así, se reducirá el riesgo de asfixia radicular.

Abonado

Durante la primavera y el verano es muy aconsejable abonarlo cada semana o quince días con un abono rico en nutrientes y de rápida eficacia como lo es el guano (en venta aquí). En otoño e invierno, como apenas crece, se puede echar igualmente una vez al mes un poco de abono de liberación lenta, como el compost o el estiércol de vaca.

Multiplicación

Las flores del mango son panículas

Imagen – Wikimedia/Alejandro Bayer Tamayo from Armenia, Colombia

El mango se multiplica por semillas en primavera, sembrándolas en macetas individuales con sustrato para semilleros (en venta aquí) y manteniéndolas cerca de una fuente de calor.

A nivel comercial se utiliza más la propagación por injerto por ser más rápido y porque se consiguen ejemplares con una mayor producción de frutos de alta calidad.

Plagas del mango

Es bastante resistente en general, pero puede verse atacado por cochinillas, mosca de la fruta y polillas de las flores.  Se pueden prevenir tratándolo con aceite insecticida en invierno, o tratar con jabón potásico (en venta aquí) o aceite de neem (en venta aquí).

Enfermedades

Sensible a los hongos oidio, antracnosis, fusarium y alternaria; así como a las bacterias Botryodiplodia y Xanthomonas. Los primeros se tratan con fungicidas, en cambio para las bacterias por desgracia no hay tratamiento.

Los síntomas de enfermedades transmitidas por hongos son:

  • Manchas negras o blanquecinas en las hojas
  • Pudrición de los frutos
  • La planta no crece
  • Asfixia radicular

Y de las de bacterias:

  • mosaicos de colores en las hojas y frutos
  • manchas amarillentas en las hojas (no confundir con la clorosis)
  • deformación de hojas

Poda

En realidad no la necesita. Tan solo has de quitarle las ramas que veas que estén enfermas, débiles o que se hayan roto por ejemplo tras una racha de viento fuerte.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando la temperatura sea de 15ºC o más. En caso de tenerlo en maceta, trasplántalo cada 2-3 años.

Rusticidad

Resiste el frío, pero no las heladas (salvo excepciones, como el Gomera 3, que sí puede aguantar hasta los -2ºC siempre que sean heladas puntuales y de corta duración). La temperatura mínima anual de todos modos no debería de ser inferior a 10ºC.

¿Qué usos se le da?

Los mangos son frutos comestibles

El mango tiene varios usos, que son:

Ornamental

Es una planta muy decorativa. Queda estupendo como ejemplar aislado, en jardines amplios.

Culinario

Sin duda, es su uso principal. Los frutos, una vez pelados, se pueden consumir directamente, bien como tentempié… o incluso como cena 😉 . Tiene un sabor dulce pero suave, muy agradable si ya está maduro (si está verde es más ácido).

Beneficios del mango

Esta fruta además de estar deliciosa, tiene muchos beneficios para los humanos:

  • Es rica en vitaminas A, C y E, así como en calcio, hierro, magnesio y potasio
  • Cuida de los ojos, gracias a la vitamina A
  • Es digestivo
  • Es interesante para cuidar de la piel en caso de acné. Para esto, se aplica la pulpa y se deja unos 10 minutos
  • Ayuda a aumentar de peso, pues por cada 100 gramos tiene unas 75 calorías

Y tú, ¿tienes algún mango?


Cuándo plantar un limonero

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El limonero es un frutal perennifolio

El limonero es un árbol frutal muy querido: produce frutas que, si bien no se pueden consumir directamente, el zumo tiene muchos usos en la cocina. Con él se pueden hacer bebidas, polos de helado, así como también sirve para endulzar los platos. Además, da muy buena sombra, lo cual es siempre muy interesante, especialmente si vives en una zona donde durante el verano las temperaturas suben de los 30ºC.

Teniendo todo esto en cuenta, si andas pensando en tener un frutal que te sea útil para tanto para preparar deliciosos platos como para el jardín, a continuación te vamos a explicar cuándo plantar un limonero.

Características del limonero

Vista del limonero

Imagen – Wikimedia/Jean-Pol GRANDMONT

Antes de entrar en materia, es interesante saber primero cómo es el árbol para saber dónde y cómo plantarlo. Pues bien, el limonero, cuyo nombre científico es Citrus x limon, es un árbol perennifolio híbrido entre Citrus medica (conocido como cidro o limón francés) y Citrus aurantium (naranjo amargo). Suele alcanzar una altura de cuatro metros, con una copa abierta muy ramificada. Las hojas son alternas, coriáceas, de color verde oscuro.

Durante la primavera produce gran cantidad de florecillas aromáticas de color blanco, y con un tamaño de menos de 1 centímetro. Una vez son polinizadas, comienza a madurar el fruto que como sabemos es el limón propiamente dicho. Este es redondeado, de color amarillo, y mide alrededor de 3-4cm de diámetro. La pulpa o carne es amarillenta, con un sabor muy, muy ácido.

Es una planta que no tiene raíces invasivas, por lo que se puede plantar cerca de tuberías sin problemas. Aún y así, para que pueda crecer y desarrollarse bien es muy aconsejable que se plante a una distancia de al menos tres metros de la pared y/o de plantas altas, ya que de lo contrario llegaría un momento en que no tendría suficiente espacio para poder extender bien sus ramas.

¿Cuándo plantar un limonero?

La cuestión es, ¿cuándo es el mejor momento para plantarlo en el jardín? Al ser una planta a la que no le gustan mucho las temperaturas bajas, lo ideal es plantarlo a finales de invierno, cuando el riesgo de heladas haya pasado. De esta manera, podrá adaptarse mucho mejor y más rápido, ya que tendrá por delante semanas de calor y buen tiempo.

Así, cuando regrese de nuevo el frío su sistema radicular se habrá fortalecido lo suficiente para poder afrontarlo sin demasiados problemas. Ah, y cuidado con las enfermedades del limonero que pueden ser muy peligrosas para él.

¿Cómo plantar un limonero?

El limonero se planta a finales de invierno

Si quieres plantar un limonero, te recomendamos hacerlo del siguiente modo:

Limonero en el huerto o jardín

Para plantarlo en el suelo, sigue este paso a paso:

Elige la ubicación

Como hemos dicho, es muy aconsejable que el árbol esté a unos 3 o 4 metros de los muros, paredes, plantas altas, y demás, pues de lo contrario las ramas de uno o más lados terminarían rozando con ellos y se estropearían. Además, es una planta que ha de tener luz solar directa, a ser posible durante todo el día.

En lo que respecta a la tierra, crece mejor en aquellas que son ligeramente ácidas, con un pH entre 5 y 6, pero tolera los suelos calizos siempre y cuando tengan buen drenaje.

Haz el agujero de plantación y rellénalo con tierra buena

El agujero donde se va a plantar ha de ser grande, de al menos 50 x 50cm (pero si es de 1m x 1m mucho mejor, pues las raíces tendrán más facilidad para reanudar su crecimiento tras el trasplante). Después, rellénalo con tierra de calidad, como el sustrato universal que venden aquí por ejemplo, hasta más o menos la mitad.

Si la tierra que tienes es rica en materia orgánica, algo que sabrás cierto si es de color marrón oscuro/casi negro, puedes usar esa misma sin problemas.

Extrae el limonero de la maceta y plántalo en el suelo

Una vez que ya está el agujero listo, es momento de extraer el limonero de la maceta con cuidado. Si no saliera con facilidad, mira a ver si es que tiene raíces enredadas por la base de la misma, y en ese caso desenrédalas con cuidado; por otra parte, si no hay nada, dale unos golpecitos a los lados de la maceta.

Luego, coge el árbol del tronco y extráelo con cuidado del recipiente para ponerlo acto seguido dentro del agujero. Ha de quedar bien, es decir, ni muy alto ni muy bajo. Si ves que hace falta echar más tierra, o por el contrario quitar, no dudes en hacerlo. Piensa que lo ideal es que el pan de tierra o cepellón de raíces quede un poco por debajo del nivel del suelo, pues así cuando riegues no se perderá agua.

Termina de rellenar el agujero

Ahora lo único que queda por hacer es rellenar el agujero con tierra. Echa toda la que creas necesaria, y al terminar apisónala, lo cual servirá para que el limonero quede bien ‘sujeto’ al suelo, y de paso para que tú puedas ver si hace falta más tierra. Luego, dale un buen riego.

Si en tu zona sopla mucho el viento, o si es un ejemplar muy joven con un tronco delgadito de menos de 1cm de grosor, es aconsejable ponerle un tutor.

Limonero en maceta

Si tienes un limonero o acabas de comprar uno y quieres pasarlo a otra maceta mayor, sigue este paso a paso:

Escoge la maceta adecuada

La maceta ha de ser al menos 5 o incluso 10 centímetros más amplia y alta que la que tenía, y por supuesto ha de tener agujeros de drenaje en la base por los que pueda salir el agua que sobre durante el riego.

Puede ser de plástico o de barro sin problemas. Las de plástico son más económicas, pero con el paso de los años se suelen estropear sobretodo si estás en una zona como el mediterráneo, donde el grado de insolación es alto; en cambio las de barro se pueden conservar siempre con un mínimo mantenimiento.

Rellénala con sustrato

Una vez que la tengas, échale una capa de unos 2-3cm de grosor de gravilla, bolas de arlita o similares, y luego rellénala un poco con sustrato universal mezclado con un 30% de perlita.

Extrae el limonero de la maceta y plántalo en la nueva

Hazlo con cuidado de no romper las raíces. Si es necesario, tenlo un poco inclinado en el suelo para que te resulte más sencillo extraerlo del recipiente. Enseguida que lo tengas fuera, plántalo en la nueva maceta.

Procura que el tronco quede centrado, y que el cepellón o pan de raíces del limonero quede un poco por debajo del borde del recipiente. Compacta un poco la tierra con la mano por ejemplo para comprobar si es necesario que eches más.

Riega a consciencia

Para acabar, solo te quedará regar hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje. No te olvides de ponerlo en una exposición soleada.

El limonero se planta en primavera

Esperamos que te haya sido de utilidad 🙂 .

Maclura pomifera

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Hoy vamos a hablar de un tipo de árbol que es originario de Asia, América, África y Australia. Se trata del Maclura pomifera. Su nombre común es naranjo de Luisiana y pertenece al género Maclura de la familia Moraceae. Esta familia está formada por más de 10 especies de árboles. También se le conoce por el nombre de naranjo de los Osage y procede del sur de los Estados Unidos.

En este artículo vamos a contarte todas las características, cuidados y curiosidades del Maclura pomifera.

Características principales

Frutos del Maclura pomifera

Se trata de un tipo de árbol caducifolio que tiene una copa redondeada y múltiples ramas con espinas. Estos árboles pueden alcanzar un tamaño de unos 15 metros de altura sea las condiciones son las adecuadas. Posee hojas de tipo enteras y alternas contextura oblongas has y el margen algo ondulado. Podemos ver que la hoja tiene color verde brillante en el haz y en otoño se van volviendo de color amarillo antes de caer. Es uno de los árboles que hace ver mejor la llegada del otoño ya que tiñe de colores el paisaje.

Sus flores son de color verdoso y no tienen apenas interés decorativo. No es un árbol del que se espera la floración para aumentar la estética del jardín. La floración tiene lugar a finales de primavera inicios de verano cuando las temperaturas son más altas y se ha podido recolectar las aguas procedentes de las precipitaciones del invierno.

Tiene una curiosidad y son sus frutos. Se le llama naranjo porque los frutos son muy parecidos a las naranjas, pero en realidad son grupos globosos de pequeños frutos unidos. Si lo miras desde lejos puedes ver el aspecto del árbol como si fuera un naranjo. De ahí proviene su nombre.

Usos del Maclura pomifera

Maclura pomifera

Este árbol es utilizado como pantalla para reducir el ruido de la carretera y de cortavientos. Se suelen ver situados en hileras en las avenidas o en parques para aumentar las zonas verdes. También sirven para aportar algo de sombra y se le puede dar forma de seco con un porte arbustivo. Para la decoración de las calles el Maclura pomifera puede llegar a ser algo molesto en aquellos ejemplares hembra. Y es que las hembras producen frutos que pueden llegar a ser bastante molestos si no se recogen.

Con el paso del tiempo se van pudiendo y dejando malos olores. Por ello, son árboles que requieren poco mantenimiento si están instalados en las avenidas y parques. También podemos tenerla nuestro jardín para tener un aporte arbóreo y algo de sombra. Son muchas las personas que utilizan el naranjo de Luisiana para decorar los jardines haciendo reducir el ruido de los coches que entra al hogar. También ayuda a reducir el viento en aquellas rachas más fuertes y en aquellas zonas donde sopla con más fuerza.

Gracias a que tiene poco mantenimiento suele ser un árbol que se encuentra con bastante frecuencia en las ciudades. También sirve para decorar las zonas más ambientadas, sobretodo en la época de otoño. Son sus hojas de color amarillo las que más llaman la atención ya que indican el paso del tiempo y la llegada del invierno.

Cuidados del Maclura pomifera

Al ser un árbol de fácil cultivo no hay que pensar demasiado en su mantenimiento. Estas una de las razones por la que es utilizado muy frecuentemente. Tan sólo hay que preocuparse por recoger los frutos de aquellos ejemplares que son hembras y que puedan generar malos olores por estar podridos. También generan mala imagen el aspecto que adquieren cuando están en el suelo.

Vamos a ir analizando los requisitos y cuidados que necesita el naranjo de Luisiana. Lo primero que debemos tener en cuenta es el lugar donde va a crecer. Necesita de una exposición solar para poder desarrollarse en buenas condiciones. Es amante de las temperaturas agradables que hacen que pueda desarrollarse bien. No tolera mucho las heladas, por lo que habrá que ver el clima de la zona donde vamos a sembrarlo.

Pueden crecer en casi cualquier tipo de suelo aunque sea pobre, siempre y cuando esté bien drenado. Esto significa que no podemos dejar que el agua de lluvia se almacene. Tanto el agua de lluvia como de riego almacenada pueden llegar a pudrir las raíces del Maclura pomifera. Es preferible aquellos suelos que tengan algo de aporte de materia orgánica para que puedan tener una mejor floración y frutos. Aunque lo más llamativo de este árbol son sus hojas, no debemos olvidar que la floración y la maduración de los frutos forma parte de su ciclo vital.

Tiene muy buena resistencia la sequía, por lo que los riegos no deben ser muy abundantes. Más bien necesita de riegos moderados y hay que esperar a que la tierra se seque antes de volver a regar. Si la zona donde estás viviendo tiene precipitaciones abundantes, es posible que en invierno no necesites regarlo. Aunque no necesita de abono especial, agradeció ligero aporte de compost a principios de primavera para tener más fuerza y nutrientes en su etapa de floración. Recordamos que puede prosperar en suelos pobres, aunque no es lo más indicado.

Mantenimiento y plagas

El Maclura pomifera necesita de una poda a finales de invierno para que pueda tener un aspecto más compacto de cara a la época de floración. Se puede hacer la poda en la parte de la copa o si se puede emplear como seto. Hay gente que utiliza este árbol como seto y necesita hacer una poda más elaborada. Esto sirve para darle la forma que queremos y aumentar la decoración en los lugares donde lo coloquemos.

En cuanto a las plagas y enfermedades es bastante resistente a ellos, por lo que no debemos tener demasiados problemas. Hay que tener en cuenta el exceso de humedad y tener cuidado con las temperaturas bajas. Si el invierno tiene bastantes heladas, este árbol podría sufrir y no llegar a la siguiente época de floración.

Si queremos reproducir al Maclura pomifera, se pueden extraer las semillas de sus frutos y sembrarlas en primavera. Otro método más rápido es hacerlo mediante esquejes.

Espero que con esta información puedan saber más sobre el Maclura pomifera.

Chinoto (Citrus myrtifolia)

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Los frutos del chinoto son redondeados

Imagen – Wikimedia/David J. Stang

El arbolito o, más bien arbusto del que te voy a hablar, es una planta que se puede cultivar de distintas formas: en el jardín, en maceta, o incluso como bonsái. Uno de los nombres comunes más populares que recibe es chinoto o quinoto, si bien también es llamado naranjo moruno.

Se trata de un cítrico, probablemente uno de los que alcanza menor altura, y uno de los que tiene las hojas más pequeñas. Pero su fruto, en cambio, tiene el mismo aspecto que el de una mandarina.

Origen y características del chinoto

El chinoto es un arbusto

Imagen – Wikimedia/Cassinam

Su nombre científico es Citrus myrtifolia (antes se considerada una variedad del naranjo amargo, por lo que se denominaba Citrus aurantium var myrtifolium, pero como tienen muchas diferencias se considera que el chinoto es de una especie independiente (Citrus myrtifolia). En lenguaje popular se le conoce como naranjo enano, naranja mirtifolia, chinoto, quinoto o naranjo moruno. Dejando la taxonomía, pasemos ahora a hablar de las características de esta planta.

Puede alcanzar una altura máxima de 4 metros, con una copa muy, muy densa, compuesta por ramas de las que brotan hojas perennes (van cayendo poco a poco a lo largo del año) pequeñas, de unos 2 centímetros de largo, lanceoladas, simples y coriáceas. Estas recuerdan bastante a las del mirto (Myrtus communis) motivo por el que su apellido es, precisamente, myrtifolia (Myrtus es mirto en castellano, y folia significa hoja, con lo cual, myrtifolia se traduce como ”hoja de mirto”).

Las flores son blancas, pequeñas, pero muy olorosas, al igual que todas las de los cítricos. Desprenden un aroma muy agradable, que atrae a varios insectos polinizadores, entre ellos a las abejas.  Los frutos son pequeños, redondeados, de color amarillo o más frecuentemente naranjas. A pesar de su aspecto, no son comestibles.

Tiene un ritmo de crecimiento bastante lento, por lo que es muy apreciado tanto en el mundo del bonsái como para aquellos que buscan una planta relativamente pequeña para su jardín o patio.

¿Cuáles son sus cuidados?

Si te animas a tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

El chinoto es una planta que ha de estar en el exterior, a pleno sol.

Sus raíces no son invasivas, de modo que podrás cultivarlo sin problemas en todo tipo de jardines. Eso sí, es recomendable que, si lo vas a tener en el suelo, dejes al menos una distancia de un metro entre la pared y la planta para que pueda tener un correcto desarrollo.

Riego

El riego ha de ser frecuente, especialmente en veranos muy cálidos y secos. Por lo general, se debe regar una media de 3 veces en dicha estación, y algo menos seguido el resto.

Si lo tienes en maceta, puedes ponerle un plato debajo durante la temporada veraniega, pero no es aconsejable mantenérselo en invierno y menos si se registran heladas, ya que las raíces podrían sufrir daños.

Usa siempre que puedas agua de lluvia o sin cal; en caso de no poder conseguirla, si tienes un agua muy dura, muy rica en cal y con un pH de 7 o más, mezcla el líquido de medio limón con 1 litro de esta agua, y riega.

Tierra

La flor del chinoto es blanca

Imagen – Flickr/阿橋 HQ

  • Maceta: se puede rellenar con sustrato universal mezclado con un 30% de perlita.
  • Jardín: crece en suelos ricos en materia orgánica, y ligeramente ácidos (pH de 5-6). Vive bien en los calizos, pero en estos es frecuente que presente clorosis debido a la falta de hierro, por lo que si se cultiva en ellos será necesario aportarle quelatos de hierro de vez en cuando.

Abonado

Desde comienzos de primavera hasta finales del verano es aconsejable abonar al chinoto con un abono específico para cítricos, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

Si prefieres abonarlo con productos naturales, puedes usar guano, compost, mantillo, posos de té fríos, cáscaras de huevo, etcétera.

Plagas

Es bastante resistente, pero puede verse atacado por araña roja, mosca blanca o cochinillas en primavera y verano. Estos tres insectos se alimentan de la savia, sobretodo de los brotes tiernos, y como les favorece el calor hay que tenerlos vigilados.

Por fortuna, se pueden tratar bien con insecticidas autorizados para la agricultura ecológica, como la tierra de diatomeas o el aceite de neem. Si vieras que las plagas se están extendiendo mucho, no dudes en usar insecticidas químicos específicos, es decir:

  • Araña roja: con un acaricida, como este que puedes comprar desde aquí.
  • Cochinillas: con un insecticida específico, como este que puedes conseguir desde aquí.
  • Mosca blanca: con insecticidas sistémicos, como este que venden aquí.

Multiplicación

El chinoto se multiplica por semillas en primavera. Estas se aconseja sembrarlas en bandejas de semillero forestal o en macetas rellenados con sustrato universal, y colocando un máximo de dos en cada alvéolo o maceta.

Manteniendo el semillero en el exterior, en semisombra, y regado, germinarán en alrededor de un mes.

Poda

Al crecer lentamente, la poda ha de ser también lenta. Me explico: no se deben de hacer podas drásticas, sino más bien ir recortando un poco cada vez (o sea, cada año). Incluso si lo quieres trabajar como bonsái, lo ideal es que le vayas dando el estilo que deseas poco a poco, siempre dejando crecer 4-6 pares de hojas y recortando 2 o máximo 3.

Utiliza herramientas previamente desinfectadas, por ejemplo con un poco de jabón lavavajillas, y poda a finales de invierno.

Rusticidad

Resiste el frío y las heladas débiles de hasta los -4ºC.

Los frutos del chinoto se parecen a las naranjas

Imagen – Wikimedia/Nadiatalent

¿Qué te ha parecido el chinoto?

Árboles frutales: el Granado

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Granado, un frutal resistente a la sequía

Imagen – Wikimedia/Habib M’henni

El granado es un árbol o gran arbusto frutal muy resistente a la sequía y de muy fácil cultivo que tiene unas flores de un color rojo muy bonito. Crece en todo tipo de suelos, incluyendo los calcáreos que tienen mucha tendencia a compactarse, y no suele verse afectado por plagas ni enfermedades.

Si buscas una planta todoterreno que dé una gran cantidad de frutos para toda la familia, el granado es sin duda para ti.

Características principales

Los granados son frutales resistentes

Imagen – Wikimedia/Philmarin

El granado, cuyo nombre científico es Punica granatum, es una planta más o menos espinosa de hoja caduca que pertenece a la familia botánica Lythraceae. Es originario de Irán, aunque se ha naturalizado en la región mediterránea y en las Islas Canarias. Alcanza una altura máxima de 5m, y tiene hojas pequeñas, lanceoladas, de color amarillo-verdoso cuando son jóvenes, y verdes cuando terminan de madurar. La flor, que brota en primavera, mide unos 4cm de diámetro, de color rojo. Y el fruto, la granada, mide hasta 12cm y tiene forma esférica, de color rojo.

Es una planta que, pese a que pueda parecer lo contrario, es muy, muy rústica. De hecho, puede resistir hasta los -12ºC. Y si hablamos de temperaturas máximas, aguanta sin problemas hasta los 40ºC. Así pues, puedes tener un granado en una gran variedad de climas 🙂 .

Variedades de granado

Hay de tres tipos:

  • Común: que es el que da los frutos de sabor dulce.
  • Agrio: como su nombre indica, sus frutos son desagradables para el paladar. Pero se utilizan sus flores para decorar.
  • Sin pepita: como el grano de Elche o el mollar de Játiva, dos de las principales variedades españolas.

Cultivo o cuidados del árbol de granado

¿Te gustaría tener uno en tu jardín o patio? Toma nota de estos consejos:

Ubicación

Es una planta que necesita sentir el paso de las estaciones, de modo que se ha de tener en el exterior. Asimismo, es importante que esté en una zona donde le dé el sol directamente, a ser posible durante todo el día, pues de lo contrario su desarrollo no será el adecuado.

Suelo o tierra

No es exigente, pero tanto si lo vas a tener en el jardín como en maceta, es preferible que la tierra o el sustrato sean capaces de drenar rápido el agua, pues el granado es una planta a la que no le gustan demasiado los encharcamientos.

Riego

El granado resiste la sequía

En el jardín

Se trata de una planta que aunque es muy resistente a la sequía, cuando se cultiva por su fruto se debe de regar dos veces por semana. De todas maneras, si en tu zona caen al menos 350mm de precipitación al año, a partir del segundo año que esté en el suelo puedes ir espaciando los riegos.

En maceta

En caso de cultivarlo en maceta, has de ir regándolo de vez en cuando a lo largo de todo el año, siendo más seguidos en verano que en el resto del año.

Tienes que echar agua hasta que se salga por los agujeros de drenaje. Si vieras que sale demasiado rápido, algo que ocurre si el sustrato se ha vuelto tan compacto que se ha ‘convertido’ en una especie de bloque tierra incapaz de absorber el agua, coge la maceta (sin extraer al granado de ella) y métela en un recipiente con agua durante una media hora o hasta que veas que el sustrato se ha humedecido por completo.

Abonado

No es estrictamente necesario, pero puedes abonarlo desde primavera hasta finales del verano, siendo aconsejable hacerlo con un abono orgánico como el extracto de algas siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.

También puedes echar mantillo, compost o estiércol de animales herbívoros sobre la tierra, y mezclarlo con la capa más superficial del suelo. De este modo, conseguirás enriquecer tanto tu jardín como a tu granado.

Poda

Para podar tu árbol, tienes que quitar aquellas ramas que se entrecrucen, los chupones, y aquellas que se vean débiles o enfermas a finales de invierno.

Utiliza para ello herramientas de podar adecuadas, como las tijeras de podar para las ramas de 1 centímetro de grosor o menos, y un serrucho o sierra de mano para las más gruesas.

No te olvides de ponerte unos guantes para mantener protegidas tus manos.

Época de plantación o trasplante

Planta tu granado en el jardín o pásalo a otra maceta mayor en primavera, cuando las heladas hayan pasado.

Soporta bastante bien los trasplantes, pero ten cuidado de no manipular mucho sus raíces. Cuando esté en su nueva ubicación, dale un buen riego.

Plagas

Puede verse atacado por el barrenillo, pulgones, cotonet, cochinilla de la tizne y por la barrena.

Se tratan con tierra de diatomeas, jabón potásico o aceite de neem.

Enfermedades

Es sensible a la botritis, un hongo que, en su caso, pudre el fruto. Se trata con fungicida.

Problemas del granado

El granado es fácil de mantener sano, pero a veces pueden surgir dos problemas:

  • Las granadas se abren: ocurre cuando no ha recibido la misma cantidad de agua durante el crecimiento y la maduración de los frutos. Puedes evitarlo instalando un riego por goteo por ejemplo.
  • Las granadas se agrietan y les aparecen manchas: ocurre cuando han estado expuestas a una fuerte insolación.
    Puedes ponerle por encima malla de sombreo si lo consideras necesario.

Recolección

Las granadas se recolectan en otoño

La recolección empieza en cuanto los frutos adquieren su color y tamaño definitivo, es decir, hacia finales del verano/comienzos de otoño las variedades más tempranas, y hacia mediados de otoño las más tardías.

Multiplicación

El granado se multiplica por semillas y esquejes en primavera u otoño.

Semillas

Se siembran en semilleros con sustrato de cultivo universal, procurando no poner más de 2 semillas en cada uno. Luego, se va regando de vez en cuando, para que germinen al cabo de unos 20 días.

Coloca el semillero al aire libre, a pleno sol. De este modo, las plántulas podrán crecer bien.

Esquejes

Es la manera más rápida de conseguir un ejemplar de cierto tamaño. Para ello, se corta una rama de unos 25 centímetros, se impregna la base con enraizantes caseros, y luego se planta en una maceta con tierra enterrando sus primeros 5 centímetros.

Por último, se lleva la maceta en el exterior, en semisombra.

Rusticidad

Resiste el frío y las heladas de hasta los -12 grados centígrados, pero por propia experiencia te diré que vive sin problemas en regiones cálidas. Por ejemplo, en mi zona la temperatura mínima que hay es de -1,5ºC algunas veces en febrero, y la máxima es de 38ºC en agosto, y el granado crece y produce numerosos frutos sin problemas.

¿Qué usos se le da?

El granado resiste la sequía

El granado tiene diversos usos:

Ornamental

Es una planta muy decorativa, ideal para tener como seto, o incluso como ejemplar aislado. También se utiliza mucho como bonsái.

Culinario

La fruta se consume grano a grano, fresca. Asimismo, se hace con ella jarabe, bebidas y sorbetes.

Medicinales

Se usa en gargarismos para aliviar la tos sobretodo. Además, puede ayudar a reducir la fiebre, frenar las diarreas y aliviar el dolor de los cólicos.

¿Dónde comprar?

Consigue tu granado desde aquí.

Con estos consejos, tu granado crecerá sano y fuerte 😉 .

Cuándo plantar un cerezo

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Las cerezas las produce un árbol caducifolio

¿Te gustan las cerezas? Tienen un sabor delicioso, ¿verdad? Además, nos sirven para calmar el estómago, aunque sea temporalmente. No obstante, no hay nada como el sabor de tus alimentos recién cosechados, así que voy a explicarte cuándo plantar un cerezo. Un árbol frutal muy bonito y que podrás disfrutar durante todo el año.

Y para que eso sea posible, es necesario conocerlo un poco. De este modo, se ubicará en una zona adecuada para él, en una en la crecerá correctamente y en la que podrá ser contemplado en todo su esplendor.

¿Cómo es el árbol de cerezo?

El cerezo se planta a finales de invierno

Imagen – Wikimedia/Prazak

El Prunus avium (así se le conoce en jerga botánica), es uno de los árboles caducifolios más decorativos que nos podemos encontrar. Con una altura de unos 30 metros y un diámetro de copa de 3 metros la cual se puede incluso podar para que ocupe menos espacio, nos alegrará el jardín con sus preciosas flores, en verano degustaremos sus deliciosos frutos y en otoño veremos cómo sus hojas se tornan de colores anaranjados antes de caer. Solo durante la estación más fría del año nos parecerá que no tiene vida, aunque si está bien formado puede verse muy bonito sin hojas.

Las hojas son simples, con forma aovada a oblonga, tienen el margen crenado o aserrado y, si las condiciones son adecuadas, se tornan anaranjadas en otoño. Con un tamaño de 6 a 15 centímetros de longitud por 3 a 8 centímetros de ancho, son bastante grandes, algo que es interesante ya que además son producidas en gran número, convirtiendo al cerezo en un magnífico árbol de sombra.

Sus flores aparecen antes que las hojas, o junto con estas. Son de color blanco y miden de 2 a 3 centímetros de diámetro. No son autofértiles. Para que la polinización se dé, recurren a los insectos polinizadores, como las abejas.

Las frutas son drupas de color rojo o rojo negruzco dependiendo de la variedad. Son globosas, con la piel muy fina y la carne de un rojo anaranjado claro. Pueden consumirse frescas sin problemas: su sabor es ácido pero agradable. También se usan para hacer mermeladas, o como parte de la macedonia de frutas por ejemplo.

¿Cuándo plantar un cerezo?

Para que todo vaya bien desde el principio es importante saber cuándo hay que plantarlo. Como es un árbol resistente a las heladas, podemos pasarlo a nuestro jardín o huerto en otoño -siempre que no vaya a haber temperaturas bajo cero en los próximos 2-3 meses- o, si lo preferimos, después del invierno.

¿Cómo plantar un cerezo?

El paso a paso a seguir es el siguiente:

Elige la ubicación

Antes de plantarlo, escogeremos un lugar donde vaya a recibir la luz del sol durante todo el día, a una distancia mínima de 2 (mejor si son 3 para que pueda tener un excelente desarrollo) metros de paredes y/o de otras plantas altas. De esta manera, nuestro cerezo no tendrá ningún impedimento para crecer y desarrollarse correctamente.

La tierra ha de ser rica en materia orgánica, y además es importante que no tenga tendencia a compactarse mucho pues de lo contrario las raíces tendrían dificultades para crecer bien y el árbol se resentiría.

Cava el agujero

Una vez elegida la zona donde va a estar plantado, es momento de ponerse los guantes de jardinería y de hacer el agujero con la ayuda de una azada. También se podría con una excavadora si se dispone de ella, pero realmente no lo considero necesario a no ser que, por problemas de salud, no puedas hacerlo de otra forma.

Llénalo con agua

Hay que echarle uno o dos cubos de agua para que, cuando se plante el cerezo, se encuentre ya con la tierra humedecida. Esto también te servirá para saber si tienes un suelo con buen drenaje, algo que sabrás si ves que el agua empieza a ser absorbida desde el momento en el que la echas.

Para ir bien, no debería de tardar más de 30-35 minutos en absorber toda el agua. Si tarda más, haz el agujero más profundo y échale luego una capa de unos 40 centímetros de greda volcánica, arcilla expandida, o similares.

Rellénalo con tierra

Ahora tienes que echar mantillo mezclado con un 30% de perlita en el agujero. Echa toda la que sea necesaria. Solo ten en cuenta tanto la altura de la maceta, como que la superficie del cepellón del árbol ha de quedar unos dos centímetros por debajo del nivel del suelo.

Introduce la planta de cereza en el agujero

Luego, extrae el cerezo con cuidado e introdúcelo en el agujero. Si ves que queda muy alto o muy bajo, no dudes en quitar o en echar más mantillo para que quede bien.

A la hora de ahorrar agua, es interesante que quede siempre un poco por debajo pues así el agua se quedará concentrada en el árbol, por lo que podrá ser mejor aprovechada.

Termina de rellenar

El último paso es terminar de rellenar el agujero con tierra, y si se quiere regar un poco para humedecer esta tierra nueva que se ha echado. Por otra parte, si vives en una zona muy ventosa, es recomendable ponerle un tutor hasta que sus raíces se hayan anclado bien en el suelo.

El cerezo es un árbol frutal muy decorativo

Que disfrutes de tu árbol de cerezo 🙂 .

Terminalia catappa, el almendro tropical

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El almendro tropical es un árbol sensible al frío

El almendro tropical es un árbol que seguro que si vives en una zona con clima suave lo habrás visto alguna vez. Es una planta muy bonita de crecimiento rápido que da muy buena sombra gracias a sus 35 metros de altura y a sus grandes hojas.

¿Te apetece conocer más en profundidad a este increíble árbol frutal? Si tienes un sitio espacioso donde poder cultivarlo y las temperaturas son suaves, seguro que crecerá de maravilla.

Origen y características del almendro tropical

El almendro indio es un árbol tropical

Imagen – Wikimedia/Alejandro Bayer Tamayo from Armenia, Colombia

La Terminalia catappa, que es así como la conocen los científicos, es un árbol caducifolio (pierde las hojas en la época seca) que puede medir hasta 35 metros de altura. Las ramas crecen horizontales, hacia arriba, pero a medida que envejece, su copa se va volviendo más aplanada. Las flores son monoicas, es decir, hay flores machos y flores hembras las cuales ambas están en el mismo árbol. El fruto es una drupa de unos 5-7cm de longitud, y de 3 a 5,5cm de anchura; primero son verdes, volviéndose amarillas o rojas a medida que terminan de madurar. Estas almendras, como son llamadas, tienen un sabor ligeramente ácido.

Todavía no está claro su origen, pero lo que sí se sabe es que procede de una región tropical, quizás de Nueva Guinea, quizás de Malasia o quizás de la India. Aún y así, sabiendo que crece en climas donde no hay heladas, su cultivo está restringido a esas regiones, donde la temperatura mínima es de 4ºC.

Cultivo y cuidados de la Terminalia catappa

Y hablando de cultivo, si quieres tener un ejemplar, puedes disfrutar de tu almendro tropical dándole estos cuidados:

Ubicación

Coloca tu árbol de almendro indio en una zona luminosa, donde pueda recibir la luz del sol de manera directa durante todo el día. En el caso de que quieras tenerlo dentro de casa, ubícalo en una habitación que tenga buena claridad, y lejos de las corrientes de aire tanto frías como cálidas.

Riego

El riego ha de ser frecuente. Por lo general, se regará entre 2 y 3 veces por semana en verano, y cada 4-5 días el resto del año. Además, debes saber que no es buena idea pulverizar/rociar las hojas pues podrían aparecerle manchas causadas por hongos.

Si lo tienes como planta de interior y en tu casa la humedad es muy baja, lo ideal es que compres un humidificador, o que le pongas vasos con agua alrededor de la maceta.

Abonado

Es aconsejable abonar en época de crecimiento (es decir, en temporada de lluvias si es un clima tropical, o desde primavera hasta verano en climas templados), con un abono orgánico como guano o estiércol de vaca.

Si lo tienes en maceta, usa abonos líquidos para que el agua siga pudiendo ser drenada con facilidad. La dosis y la frecuencia vendrán especificadas en el envase.

Trasplante

Tanto si quieres pasarlo a una maceta mayor como al jardín, has de hacerlo en cuanto termine la temporada seca, antes de que sus hojas broten de nuevo. Si el clima es templado, hazlo a comienzos de primavera.

¿Cómo plantar un almendro tropical en el jardín?

El paso a paso a seguir es el siguiente:

  1. Primero, haz un agujero de plantación de unos 50 x 50 centímetros (aunque es mejor si es de 1 x 1 metro).
  2. Luego, échale un par de cubos de agua. Esto te servirá para ver si el suelo tiene buen drenaje (algo que sabrás cierto si la tierra empieza a absorber el agua a buen ritmo desde el primer momento) o si por el contrario tienes que mejorarlo (algo que se hace cavando un agujero más profundo y echándole una capa de unos 40-50 centímetros de arcilla expandida o grava).
  3. A continuación, rellena un poco el agujero con sustrato universal o mantillo mezclado con un 20-30% de perlita.
  4. Después, extrae el árbol de la maceta, e introdúcelo en el agujero. Si queda alto o bajo, quita o echa tierra.
  5. Por último, termina de rellenar y, si quieres, puedes regar para que se humedezca la tierra nueva que has echado.

¿Cómo cambiarlo de maceta?

Si ves que se le salen las raíces por los agujeros de drenaje, o si ya han pasado más de 3-4 años desde el último cambio y el árbol ha ocupado toda la maceta, será buen momento para cambiarlo. Se hace así:

  1. Primero, se elige una maceta con agujeros en su base que mida unos 5 centímetros de diámetro y de profundidad que la anterior.
  2. Después, se echa una capa de unos 3 centímetros de arcilla expandida.
  3. Luego, se rellena hasta algo menos de la mitad con una mezcla de mantillo o sustrato universal mezclado con un 20-30% de perlita o similares.
  4. Después, se extrae a la Terminalia catappa de su ‘vieja’ maceta, y se introduce en la nueva. Si queda muy alta, quita tierra; y si por el contrario queda baja, echa más sustrato.
  5. Por último, termina de rellenar, y dale un riego generoso.

Multiplicación

El almendro tropical es un árbol grande

Imagen – Wikimedia/Alejandro Bayer Tamayo from Armenia, Colombia

Se multiplica por semillas y esquejes en primavera.

Semillas

Las semillas se han de sembrar en macetas o bandejas de semillero con mantillo, poniendo un máximo de dos en cada una. Luego, se colocan en semisombra, cerca de una fuente de calor, y se va manteniendo el sustrato húmedo.

En un plazo de unos dos meses empezarán a germinar.

Esquejes

Para multiplicar al almendro tropical por esquejes tienes que cortar una rama de unos 30 centímetros de largo, impregnar su base con hormonas de enraizamiento y plantarla en una maceta con sustrato como la vermiculita.

Si se mantiene el sustrato húmedo, enraizará en alrededor de un mes.

Rusticidad

Resiste hasta los 5 grados centígrados, y la salinidad.

¿Qué usos se le da?

La Terminalia catappa tiene varios usos:

Ornamental

Es una planta muy decorativa, ideal para tener como ejemplar aislado o en alineaciones. También es un bonito árbol para cultivar en maceta, aunque no por siempre debido al gran tamaño que llega a alcanzar.

Cuando el clima en invierno no acompaña, se utiliza como planta de interior. De hecho, en España es habitual que se venda como tal, pues solo se podría cultivar en el exterior en Costa Tropical (comarca de Andalucía, en el sur de la península ibérica), en algunos puntos de Málaga (también de Andalucía), así en puntos de baja altitud de las Islas Canarias.

Culinario

Los frutos son comestibles, pudiéndose consumir frescos o en postres. Su sabor es algo ácido.

Medicinal

Las hojas se utilizan en Surinam (América del Sur) para hacer infusiones de té, el cual se dice que podría ayudar a frenar la diarrea y aliviar la disentería.

Madera

La madera se utiliza para fabricar canoas. Es de color rojo y sólida, y además resistente al agua.

¿Dónde comprar almendro indio?

El almendro tropical produce frutos comestibles

Imagen – Wikimedia/H. Zell

Puedes comprar semillas desde aquí.

¿Qué te ha parecido este árbol?

¿Cómo sembrar el fruto del avellano?

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Los frutos del avellano se siembran en otoño

El avellano es un árbol frutal que produce unos frutos deliciosos: las avellanas. Son muy nutritivas, ya que además son ricas en vitaminas y minerales. Pero, por si fuera poco, germinan muy fácilmente, tanto es así que solo vas a necesitar una maceta, sustrato y agua.

Así que si quieres tener un ejemplar, a continuación te explicamos cuándo y cómo sembrar el fruto del avellano.

¿Cómo es el avellano?

El avellano produce frutos comestibles

Imagen – Wikimedia/H. Zell

Las avellanas son producidas por el árbol del avellano, cuyo nombre científico es Corylus avellana. Crece en las regiones templadas de Europa y Asia, con temperaturas frescas en invierno y suaves en verano. Con una altura de entre los 3 y los 8 metros, podría parecer una planta demasiado grande para tener en según qué jardín, pero lo cierto es que se puede controlar fácilmente su crecimiento mediante podas, las cuales se han de realizar a finales de invierno.

Su copa es muy amplia e irregular, compuesta por ramas de las cuales brotan hojas redondeadas de entre 6 y 12 centímetros de largo y ancho, y con los márgenes aserrados. Las flores brotan antes que las hojas, y son monoicas: las masculinas son de color amarillo pálido, y las femeninas rosadas. Los frutos son las avellanas, que maduran a los 7-8 meses desde la polinización.

¿Cómo sembrar el fruto del avellano?

Como termina de fructificar en otoño, es en esa estación cuando tenemos que sembrar sus semillas, a ser posibles recién cogidas de la planta. Si esto no es posible, no hay problema: podremos comprar algunas en un supermercado.

Una vez las tengamos en casa, es muy recomendable introducirlas en un vaso con agua durante 24 horas. Así sabremos cuáles germinarán (las que se hundan) y cuáles son las que probablemente no lo hagan. Al día siguiente, preparamos macetas de unos 8’5cm de diámetro como mínimo y de 13cm como máximo, rellenándolas con sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.

Ahora, regamos y colocamos una semilla por recipiente, justo en el centro. La cubrimos con más sustrato, y espolvoreamos con azufre o cobre para prevenir la aparición de hongos. Luego, volvemos a regar.

Manteniendo las macetas en semisombra y bien regadas, las primeras plantitas de avellano germinarán sin dificultad durante la primavera. Pero no tengamos prisa por pasarlas al jardín o un tiesto mayor: antes del trasplante, deben de salirse las raíces por los agujeros de drenaje.

¿Cuándo plantar avellano a una maceta o al jardín?

El avellano es un árbol que crece de manera más bien lenta. Si las condiciones son las adecuadas para él, crece a un ritmo de unos 20, quizás 30 centímetros por año. Es por eso por lo que con él hay que tener paciencia. El trasplante se ha de hacer solo cuando se le salgan las raíces por los agujeros de drenaje de la maceta.

¿Cómo se hace? De la siguiente manera:

Plantar el avellano en maceta

Si quieres cambiar tu avellano de maceta, debes seguir este paso a paso:

  1. Primero has de elegir una maceta que tenga agujeros en la base y que mida unos 3-5 centímetros de diámetro y de altura más que la anterior.
  2. Luego, mezcla sustrato para huerto (en venta aquí) o mantillo con un 30% de perlita, arlita o similares.
  3. Después, rellena la maceta hasta más o menos la mitad con esa mezcla.
  4. A continuación, extrae el avellano de su antigua maceta, e introdúcelo en la nueva, poniéndolo en el centro. Si queda muy alto o muy bajo, quita o echa más sustrato.
  5. Por último, termina de rellenar y riega.

Plantar el avellano en el jardín o huerto

Si quieres tener un avellano en tu terreno, has de plantarlo del siguiente modo:

  1. El primer paso es buscar el sitio ideal para él. Con el fin de que pueda crecer bien, es importante que la tierra sea fértil y ligeramente ácida; además, hay que plantarlo a una distancia mínima de 5 metros de muros, tuberías, etcétera.
  2. Una vez elegida la ubicación, se hará un agujero de plantación de unos 50 x 50 centímetros.
  3. Luego, se rellenará con mantillo.
  4. Después, se extraerá el avellano de la maceta y se introducirá en el agujero, procurando que la superficie del cepellón quede un poco por debajo del nivel del suelo.
  5. Por último, se termina de rellenar y se riega. Se le puede también colocar un tutor para que crezca recto.

¿Dónde comprar semillas de avellano?

Avellanas, frutos del avellano

Consigue tus semillas aquí.

Esperamos que ahora consigas tener un avellano sano 🙂 .


Frutales de rápido crecimiento para jardín

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El Prunus spinosa es un árbol que produce frutos comestibles

¿Te gustaría poder cosechar una buena cantidad de frutos en poco tiempo? Si es así, no te pierdas nuestra lista de los 6 frutales de rápido crecimiento que no pueden faltar en tu jardín o huerto, ya que además, si estás buscando árboles que den sombra, te sugerimos algunos muy interesantes.

Todos ellos se pueden podar en otoño o hacia finales del invierno para evitar que crezcan demasiado en altura y, de paso, que te sea más fácil poder coger los frutos. Descúbrelos.

Almendro

El almendro es un frutal caducifolio

El almendro, o Prunus dulcis, es un árbol o arbolito caducifolio originario de Asia que alcanza una altura de entre los 3 y los 5 metros. Necesita que la tierra sea fértil y tenga buen drenaje, creciendo sin problemas en los calizos.

Soporta la sequía, aunque agradece un riego moderado durante el verano. Resiste el frío y las heladas de hasta los -7ºC.

Castaño

El castaño es un frutal para climas templados

El castaño, cuyo nombre científico es Castanea sativa, es un árbol que alcanza los 30 metros de altura. Originario de Europa y Asia, es el mayor productor de frutos secos del mundo.

Gusta de climas templados, donde crece en suelos frescos y bien drenados. Soporta hasta los -18ºC sin sufrir apenas daño.

Cerezo

El cerezo es un frutal de rápido crecimiento

El cerezo, cuyo nombre científico es Prunus avium, es un árbol caducifolio originario de Asia. Crece hasta los 30 metros de altura, con una copa amplia y piramidal la cual se llena de flores blancas en primavera. Los frutos son drupas de color rojo negruzco, de sabor ligeramente ácido.

Necesita sol, un clima templado y riegos moderados. Resiste hasta los -18ºC.

Citrus

El naranjo es un frutal de hoja perenne

Los árboles frutales del género Citrus, especialmente los naranjos y los limoneros, son plantas rápido crecimiento que se pueden tener en jardines pequeños. Crecen hasta los 6-7 metros de media, y como tienen hojas perennes, puedes usarlos para dar sombra a algún rincón. Soportan heladas ligeras.

Algunos ejemplos son:

  • Limonero: es un arbusto o arbolito cuyo nombre científico es Citrus x limon que alcanza una altura de 4-5 metros. Sus frutos como tales no son comestibles, pero sí lo es el zumo que se extrae de ellos. Este tiene un sabor ácido, y se utiliza mucho tanto como bebida como para dar sabor a distintas recetas, entre ellas a las que llevan arroz, como la paella. Resiste hasta los -4ºC. Más información.
  • Mandarino: es un arbolito cuyo nombre científico es Citrus reticulata que alcanza una altura 4-5 metros. Los frutos son parecidos a las naranjas, pero más pequeños y de un sabor más suave. Resiste hasta los -4ºC.
  • Naranjo: es un árbol cuyo nombre científico es Citrus x sinensis que alcanza una altura máxima de 13 metros, si bien no se le deja superar los 5 metros. Produce frutos con la cáscara y los gajos naranjas. Resiste heladas de hasta los -4ºC. Más información.
  • Pomelo: es un arbolito cuyo nombre científico es Citrus x paradisi que alcanza una altura de 4-6 metros. Produce frutos de color amarillo a rojo. Resiste heladas débiles de hasta los -2ºC. Más información.

Granado

El granado es un frutal de rápido crecimiento

El granado, o Punica granatum, es un arbolito caducifolio originario de la región irano-turania que alcanza una altura máxima de 5 metros. Produce frutos llamadas granadas cuyas semillas son comestibles.

Es espinoso, por lo que hay tener cuidado con su manipulación. Por lo demás, debes de ponerlo a pleno sol y darle riegos moderados. Soporta la sequía y las heladas de hasta los -7ºC.

Higuera

Higuera

La higuera, o Ficus carica, es un arbusto o pequeño árbol frutal originario del mediterráneo que no supera los 6m de altura. Produce frutos, los higos, de sabor dulce. Crece en todo tipo de suelos, prefiriendo los que son de tipo calcáreo.

Soporta sin problemas la sequía, pero para obtener una buena cosecha, se recomienda darle riegos regulares durante el verano. Si bien es muy sensible al frío, resiste sin dificultad heladas de hasta -4ºC.

Manzano

El manzano es un árbol frutal que crece rápido

El manzano, cuyo nombre científico es Malus domestica, es un arbolito caducifolio originario de Asia que alcanza una altura de 4-5 metros.  Produce frutos llamados pomos de color verde, rojizo, o amarillo.

Crece en suelos fértiles y bien drenados, pero además es importante que el clima sea templado. No resiste la sequía; en cambio, las heladas de hasta los -17ºC no le perjudican.

Morera

La morera es un árbol de rápido crecimiento

Imagen – Flickr/mauro halpern

La morera, perteneciente al género botánico Morus, es un árbol que crece hasta los 15m de altura. Es originario de China, y también tiene las hojas caducas.

Esta es una especie que se puede tener tanto en climas templados como aquellos más frescos, ya que soporta hasta los -18ºC de mínima y los 38ºC de máxima.

Níspero

El níspero es un árbol de rápido crecimiento

El níspero, cuyo nombre científico es Eriobotrya japonica, es un árbol perennifolio originario del sudoeste de China que crece hasta los 6-8 metros. Sus frutos son pomos de piel anaranjada y de sabor dulce o ácido.

Necesita riegos moderados, sol y suelos ricos en materia orgánica. Resiste hasta los -12ºC.

¿Cuál te ha gustado más? ¿Conoces más árboles frutales enanos que cuenten con un rápido crecimiento?

Cuidados del olivo en maceta

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El olivo en maceta es fácil de cuidar

Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr

Cuando se quiere tener un árbol en maceta es muy importante elegir uno que no necesite de mucho espacio para crecer, y que además no sea demasiado alto. Pero a veces es difícil encontrar el más adecuado. En esos casos, se opta por uno que crezca a un ritmo lento y/o que tolere bien la poda, como por ejemplo el olivo.

El olivo en maceta es una planta muy, muy interesante, ya que puede producir gran cantidad de aceitunas con total normalidad. Además, queda genial en terrazas, patios o balcones expuestos al astro rey. Sepamos cómo se cuida 🙂 .

¿Dónde hay que colocar el olivo en maceta?

El olivo en maceta florece sin problemas

El olivo es un árbol perennifolio (es decir, que se mantiene siempreverde) que va dejando caer las hojas poco a poco a lo largo del año a medida que le salen otras nuevas. En su hábitat natural, esto es, en los campos abiertos y matorrales de la Región Mediterránea, puede alcanzar una altura máxima de hasta 15 metros, pero en cultivo rara vez supera (o se le deja superar) los 4-5 metros.

Por eso, si vas a cultivarlo en maceta lo ideal es que lo coloques en el exterior, y como decíamos al principio, a pleno sol. No es un árbol para tener en rincones sombreados, pues necesita luz para crecer y producir sus frutos.

¿Se puede tener un olivo en interior?

No es lo recomendable, puesto que la luz que entra del exterior no suele ser suficiente. Asimismo, hay que tener presente que resiste heladas hasta los -12ºC, de modo que se puede cultivar en el exterior todo el año.

Si en tu zona hiciera más frío, protégelo en un invernadero sin calefacción o con una tela antiheladas (en venta aquí).

¿Cada cuánto se riega un olivo en maceta?

El riego de cualquier planta cultivada en maceta es una de las tareas más importantes a realizar, si no la que más. El sustrato pierde su humedad con rapidez, sobretodo en pleno verano, por lo que hay que ir controlando que no se seque del todo. El olivo es una planta que resiste la sequía, pero si se cultiva en recipiente va a depender de ti para mantenerse hidratado.

Teniendo esto en cuenta, hay que tener presente que durante la temporada veraniega se regará más que en invierno. La frecuencia va a depender del clima, pero en general se aconseja regar una media de dos veces por semana en verano, y una a la semana el resto del año.

No le pongas un plato debajo, ya que el agua que quede estancada en él pudriría las raíces. Tampoco es aconsejable pulverizar/rociar sus hojas con agua, y menos si en ese momento les da el sol pues podrían quemarse.

Sustrato universal para olivo en maceta: ¿es buena opción?

Uno de los sustratos que más se comercializan es el universal. Es el que encontramos en cualquier vivero, tienda de jardinería, e incluso en hipermercados. Es económico, pero a pesar de su nombre lo cierto es que no se aconseja usar en según qué plantas, ya sea porque su pH no es el adecuado para ellas o porque no es capaz de filtrar con la suficiente rapidez el agua.

Sin embargo, para nuestro protagonista está bastante bien. Es un sustrato hecho normalmente con turba rubia, fibra de coco, compost, perlita, y/o algún que otro tipo de abono. Su pH es de 7 en general, si bien puedes encontrarte de 6,5-7, de manera que solo se utilizará en plantas que quieran sustratos neutros o alcalinos como el olivo.

Eso sí, la composición varía un poco de una marca a otra. Pero aunque cambie por ejemplo solo la cantidad de perlita, esta pequeña diferencia puede acabar siendo decisiva para que un olivo viva o termine muriendo. Debido a esto, por propia experiencia y si vives en la región mediterránea recomiendo usar marcas como la de Flower (en venta aquí) o la de Fertiberia.

Sin desmerecer al resto (como la de Compo o las de marca blanca), son las que mejor resultado me han dado, ya que por mucho que se sequen no se convierten en bloques de tierra a los que les cuesta absorber luego el agua. Ahora, si no puedes conseguir de otra marca, mézclalo con un 30% de perlita. Y si vives en una zona donde suele llover con frecuencia, sin duda sustratos como el de Compo (en venta aquí) te pueden ser muy útiles.

¿Cuál es el mejor abono para el olivo en maceta?

Ninguna planta sobreviviría únicamente con agua. Al cultivar un olivo en maceta se debe de abonar desde primavera hasta finales del verano, e incluso hasta otoño si el clima es suave y/o se producen heladas pero son débiles. Pero, ¿con qué tipo de abono?

Como estamos hablando de un árbol que produce frutos comestibles, aconsejamos abonarlo con abonos de origen orgánico, y en formato líquido al estar cultivándose en maceta. Por ejemplo, el guano (en venta aquí) o el extracto de algas son una buena opción, siempre y cuando se sigan las indicaciones especificadas en el envase.

Poda del olivo en maceta: ¿cuándo y cómo?

Tijeras de poda para plantas

Un olivo en maceta no crece tanto como si estuviera en el suelo, pero así y todo se debe de ir podando para que se mantenga con poca altura, con la ayuda de unas tijeras de podar y con un serrucho o sierra de mano para cortar las ramas gruesas. Para los pinzados, es decir, para recortar un poco las ramas más jóvenes, puedes utilizar tijeras comunes, como las de cocina o incluso las de manualidades.

¿Qué hay que cortar o recortar? Básicamente, lo siguiente:

  • Cortar ramas enfermas, débiles y rotas.
  • Cortar aquellas que sobren teniendo en cuenta la forma que se le quiere dar a la copa. Por ejemplo, si quieres que tenga una copa redondeada, tendrás que quitarle las ramas que sobresalgan.
  • Recortar un poco las que se estén alargando, dejando crecer de 4 a 6 pares de hojas y quitando 2-4.
Importante: desinfecta las herramientas antes y después de su uso para prevenir infecciones.

¿Cuál es la mejor época para trasplantar un olivo en maceta?

El cambio se realizará cada 2 o 3 años, en primavera, y solo si se le salen las raíces por los agujeros de drenaje o si ya ha ocupado todo el recipiente y ha detenido su crecimiento. El paso a paso a seguir es el siguiente:

  1. Primero, se elegirá una maceta con agujeros en su base (es indiferente si es de plástico o de barro) que mida unos 5-7 centímetros de diámetro y profundidad que la anterior.
  2. Luego, se rellena un poco con sustrato universal.
  3. Después, se extrae el olivo de su ‘vieja’ maceta con cuidado de no manipular mucho sus raíces.
  4. A continuación, se introduce en la nueva maceta procurando que quede centrado. Si ves que queda muy alto o muy bajo, quita o echa más sustrato.
  5. Por último, termina de rellenar con sustrato universal y riega.

Plagas y enfermedades del olivo

El olivo es bastante resistente; sin embargo, puede verse afectado por insectos como las cochinillas, barrenillo del olivo o arañuelas. Todas ellas se tratan bien con insecticidas aptos para la agricultura ecológica, como la tierra de diatomeas (en venta aquí) o el jabón potásico (en venta aquí).

Además, en caso de exceso de humedad los hongos como podrían echarlo a perder. Estos se tratan con fungicidas.

¿Dónde comprar?

El olivo en maceta se ha de tener en el exterior

Consíguelo joven desde aquí.

Y esto es todo. Esperamos que disfrutes mucho de tu olivo en maceta 🙂 .

Tipos de frutos secos

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Si queremos llevar una dieta sana y equilibrada es fundamental comer del diferentes tipos de frutos secos. Existen gran variedad de estos y lo encontramos en todo tipo de textura y sabor. Estos frutos secos tienen propiedades muy saludables y recomendables para todas las personas.

En este artículo vamos a contarte las principales características, soporte nutricional y los diferentes tipos de frutos secos.

Propiedades de los frutos secos

Tipos de frutos secos

Se le conoce como fruto seco aquel tipo de fruto cuyo contenido en agua es menor de la mitad de su capacidad total. Hay gran variedad de tipos de frutos secos en la naturaleza y es interesante introducirlos en nuestra dieta habitual por diferentes razones. La primera razón es por la cantidad de nutrientes que nos aportan y, la segunda es por saciedad. Cuando establecemos una dieta de pérdida de grasa debemos conocer el déficit calórico que necesitamos.

El macronutriente existente principalmente en los frutos secos es la grasa. Como sabemos, la grasa es más calórica que los hidratos de carbono o las proteínas. Por ello, hay que tener muy controlado la cantidad de frutos secos que metemos en la dieta. Dependiendo de la naturaleza del fruto seco tendrá mayor o menor cantidad en grasas.

Hay diferentes tipos de frutos secos y presentan características diferentes. Existen algunos más carnosos, otros más duros y con más o menos contenido en grasa vegetal. La característica que tienen en común todos es su cáscara protectora. Al igual que ocurre con el resto de características, la cáscara puede ser más o menos resistente.

Tipos de frutos secos el alimentación

Aunque los frutos secos tengan otros usos, el más habitual es el gastronómico. Son muchas las culturas que han potenciado los beneficios medicinales que tienen estos alimentos. Por ejemplo, en la región del mediterráneo occidental los frutos secos se sirven al medio día como un aperitivo o bien a final de la cena para favorecer el proceso de la digestión. Se suelen añadir como acompañamiento en ensaladas en tela que encontramos frutos secos principales como lo son los cacahuetes, pistachos, almendras, nueces, piñones o pipas.

Entre los usos medicinales que tienen estos alimentos encontramos la elaboración de aceite es para poder hacer masajes y aportar beneficios tanto los músculos como la piel. Los aceites naturales principales que se extraen de los frutos secos son el aceite de almendra, de nuez, de pistacho o el de cacahuete. Estos aceites también pueden servir como alimento gastronómico.

Aporte nutricional

Como hemos mencionado antes, estos son alimentos muy nutritivos que podemos introducir en nuestra dieta a diario. Su gran aporte nutricional hace que se convierta en un grupo de alimentos de casi obligada introducción en cualquier dieta para cualquier objetivo y edad. Aunque los médicos recomiendan comer un puñado de frutos secos al día, esto no es del todo así.

Como hemos mencionado antes, el macronutriente prioritario que tienen los frutos secos son las grasas vegetales. El contenido de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas es mayor que el de proteína o carbohidratos. Por ello, el contenido en calorías será mucho mayor. Dependiendo del gasto energético de actividad física que tengamos en nuestro diaria, deberemos consumir una cierta cantidad de calorías para mantener, subir o bajar de peso. Esto hace que la cantidad de frutos secos que ingerimos en la dieta sea limitado. El típico puñado de frutos secos puede ser muy variable dependiendo del tamaño de la mano, el tipo de fruto seco, etc.

Las nueces son ricas en selenio y zinc. Los pistachos tienen grasas naturales en mayor cantidad y las almendras aportan algo más de proteína vegetal. Por último, las avellanas contienen bastante vitaminas y minerales. Lo más recomendable es ingerir frutos secos sin sal ni aditivos y mejor en crudo antes que tostado cocinado de cualquier modo. En crudo es como mantienen todas las propiedades nutricionales.

Tipos de frutos secos y sus propiedades

Tipos de frutos secos y salud

Consumir a diario frutos secos pueda ayudar a tener grandes beneficios en la salud. Puede reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, respiratorias, anemia, problemas intestinales, diabetes y determinados tipos de cáncer. Además, favorece al buen desarrollo de los músculos y huesos. Y es que a las grasas vegetales tienen características que ayudan a mejorar la circulación de la sangre y ayuda a mantener los niveles de minerales en sangre suficientemente altos para mejorar tu fertilidad.

Vamos analizar los siguientes tipos de frutos secos:

  • Nueces: proviene del nogal común. Se trata de uno de los frutos secos más populares en todo el mundo. Se suele consumir en crudo tanto en ensaladas como la aperitivos.
  • Almendras: proviene del almendro cuyo nombre científico es Prunus dulcis. Se utiliza como aperitivo y como ingrediente de repostería. Una de las propiedades que no interesa tanto las personas es su potencial alergénico. Se trata de una capacidad para poder provoca reacciones alérgicas a personas que son susceptibles.
  • Avellanas: se come tanto comida como cocinada y se extrae un aceite de intenso sabor. Tiene numerosos beneficios para la salud como lo es la regulación del aparato circulatorio o la prevención del desgaste corporal que se asocia al envejecimiento. La avellanas son muy utilizadas, ingrediente de repostería.
  • Pistachos: tienen un color verdoso y se utilizan en salsas, helados, pasteles y otra recetas.
  • Anacardos: es uno de los frutos secos menos consumidos al natural. Normalmente se suelen consumir tostados y con gran cantidad de azúcar. Se utiliza también para crear cosméticos, insecticidas y medicamentos, entre otros.
  • Pipas de girasol: es considerada como la alimento de ocio. Han sido utilizadas alargada la historia para preparar tintes, aceites del pelo y aceites de la piel.
  • Cacahuetes: técnicamente el cacahuete no es un fruto seco. Son legumbres. Sin embargo, desde el punto de vista alimenticia y culinario se puede considerar como tales ya que son muy similares en características y nutrientes. Se consumen como aperitivo de forma muy habitual y en crema por aquellas personas del mundo fitness.

Espero que con esta información puedan conocer más sobre los diferentes tipos de frutos secos y los beneficios que tienen para salud.

 

¿Cuál es la mejor época para abonar frutales?

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El manzano se abona en primavera y verano

Los árboles frutales son plantas que necesitan una serie de cuidados para que puedan producir una gran cantidad de frutos, y uno de ellos es el abonado. Pero no sirve cualquier abono, sino que se recomienda que sea natural, de origen orgánico, ya que son para consumo humano.

Sin embargo, si es la primera vez que tenemos uno de estos árboles es más que probable que queramos saber cuál es la mejor época para abonar frutales. Pues bien, es hora de resolver esa duda. A continuación sabremos cuándo tenemos que echarles ”comida” extra a nuestras queridas plantas.

¿Cuándo abonar a los frutales?

Todas aquellas plantas que producen frutos de gran tamaño, como lo son los árboles frutales, necesitan un aporte de abono regular a lo largo de todo el año. Este abono no solo le servirá para que podamos tener una excelente cosecha, sino que además le permitirá formar reservas que, llegado el invierno, lo mantendrán sano y fuerte hasta la primavera.

Por lo tanto, no hay una época ideal para abonar, pues todo el año lo es. Lo que ocurre es que durante la primavera y sobre todo el verano, es cuando más lo va a necesitar pues es cuando la planta está creciendo mientras que se desarrollan los frutos.

¿Qué tipos de abonados hay?

Hay dos tipos de abonados:

  • De fondo: consiste en abonar la tierra antes de plantar o trasplantar el árbol.
  • De mantenimiento: es el que se hace para que la planta pueda crecer normalmente, tres o cuatro veces al año sin pasarse con la dosis.

¿Cómo abonar a los frutales?

Para responder a esa pregunta primero es aconsejable saber cuáles son los nutrientes que necesitan las plantas y cuáles son los síntomas de su carencia y exceso:

Nutrientes que necesitan los árboles frutales

La clorosis es un problema común en frutales

Imagen – Flickr/Archivos de Planeta Agronómico // Clorosis en mandarinos.

Son estos:

Macronutrientes

  • Nitrógeno (N): es esencial para la formación de la clorofila, motivo por el que resulta tan importante durante el crecimiento.
    • Carencia: se verá primero en las hojas viejas, que tenderán a volverse amarillentas. Además, su desarrollo se ralentizará.
    • Exceso: el crecimiento será exagerado, pero sus tallos y hojas serán débiles.
  • Fósforo (P): estimula la floración y la maduración de los frutos, y también interviene en el crecimiento de las raíces.
    • Carencia: se verá en la menor producción de flores y, por consiguiente, frutos. También lo notarás en sus hojas más viejas, que tenderán a volverse amarillas. Las hojas nuevas serán cada vez de menor tamaño.
    • Exceso: cuando hay exceso de fósforo la planta tiene problemas para absorber el hierro, el zinc y el manganeso.
  • Potasio (K): es esencial para que la planta pueda respirar, puesto que interviene en la apertura y el cierre de los estomas (poros) de las hojas, y también hace que sea más resistente al frío.
    • Carencia: el crecimiento se ralentiza, y las hojas viejas empezarán a tener las puntas y los bordes secos.
    • Exceso: impide que las raíces puedan absorber algunos nutrientes, como el hierro, el zinc o el calcio.
  • Calcio (Ca): es un nutriente esencial para el desarrollo de los frutos de pepitas, así como para que los tejidos sean resistentes.
    • Carencia: las hojas se volverán amarillas, empezando por las más jóvenes. Asimismo, sus frutos podrían deformarse.
    • Exceso: un exceso de calcio hará que las raíces no puedan absorber magnesio, hierro ni fósforo.
  • Magnesio (Mg): sin este nutriente, las plantas no podrían producir clorofila. Por ello, es esencial para el crecimiento, tanto de las hojas y tallos como de los frutos.
    • Carencia: cuando falta o escasea, las hojas viejas se volverán cloróticas (dejando los nervios verdes o no).
    • Exceso: si hay demasiado, el potasio podría quedar bloqueado.
  • Azufre (S): interviene en la producción de clorofila y proteínas. También, junto con el nitrógeno, es esencial para el crecimiento.
    • Carencia: un déficit de azufre se verá en las hojas jóvenes, que se volverán cloróticas.
    • Exceso: si hay de más, el crecimiento será exagerado pero débil.

Micronutrientes

Son los siguientes:

  • Boro (B): es un nutriente gracias al cual las células se pueden dividir, algo esencial para que pueda haber crecimiento. Asimismo, es importante para la polinización, así como para que el desarrollo de las semillas llegue a buen término.
    • Carencia: los síntomas de la carencia se verán en los nuevos brotes. Estos se deformarán y crecerán lentamente.
    • Exceso: las puntas de las hojas más viejas se volverán cloróticas, negras o marrones.
  • Cloro (Cl): interviene en la apertura y cierre de los estomas o poros de las hojas, de modo que es esencial para evitar la deshidratación de la planta.
    • Carencia: los márgenes de las hojas amarillearán, y podrían necrosar.
    • Exceso: sus hojas se deforman y se vuelven cloróticas.
  • Cobre (Cu): con el cobre las plantas pueden crecer con normalidad, puesto que interviene en la respiración celular, y en el metabolismo de proteínas y carbohidratos. Otro dato interesante es que potencia el sabor y el color de las flores y frutos.
    • Carencia: las hojas jóvenes presentarán deformidades, y el tallo podría perder resistencia.
    • Exceso: cuando hay un exceso, las plantas se verán cloróticas y crecerán con más lentitud.
  • Hierro (Fe): es muy importante para que se pueda producir clorofila, por lo que interviene en el crecimiento de las plantas.
    • Carencia: las hojas jóvenes se volverán cloróticas, dejando los nervios verdes. El ritmo de desarrollo se ralentiza.
    • Exceso: crecerán más y puede que más rápido, pero irán perdiendo resistencia.
  • Manganeso (Mn): interviene en la síntesis de clorofila, por lo que es importante para el crecimiento.
    • Carencia: se verá en las hojas jóvenes, las cuales se volverán cloróticas dejando los nervios verdes. También verás que su crecimiento se ralentiza.
    • Exceso: las puntas de las hojas más viejas se verán marrones o de color rojizo.
  • Molibdeno (Mo): el Mo es un nutriente que se asocia frecuentemente con el nitrógeno. Con él, interviene en el crecimiento de las plantas estimulando la producción de clorofila.
    • Carencia: es poco habitual, pero cuando sucede, las hojas se vuelven cloróticas, de menor tamaño y con los bordes secos.
    • Exceso: las hojas inferiores amarillean y se necrosan.
  • Zinc (Zn): ayuda a metabolizar las proteínas, así como el alimento (glúcidos y azúcares) de las plantas. También las vuelve más resistentes a las bajas temperaturas.
    • Carencia: se verá primero en las hojas jóvenes, que crecerán deformadas, de menor tamaño y cloróticas.
    • Exceso: si hay más del que necesitan, algunos nutrientes quedan bloqueados, como el hierro, el fósforo, el manganeso o el cobre.

¿Qué tipos de abonos hay?

A grosso modo, sean abonos orgánicos o químicos, estos se pueden clasificar según su forma:

Abonos líquidos

Son aquellos que se venden en forma líquida, envasados normalmente en botellas de un litro aunque los hay de 5 litros o más. Estos suelen estar muy concentrados, por lo que su eficacia es bastante rápida (por lo general, en cuestión de pocos días ya notas que la planta está respondiendo). Ahora bien, el riesgo de sobredosis es alto, ya que la cantidad que necesitan es muy pequeña y no es difícil sobrepasarse. La dosis indicada se debe de diluir en agua antes de su aplicación.

Pero, si se usan bien, son muy interesantes para plantas que están en macetas puesto que la capacidad del sustrato de drenar el agua se mantiene intacto.

Abonos en polvo o granulados

Los abonos en polvo o los granulados son aquellos que, por lo general, se van liberando de forma lenta, a medida que se va regando. También con ellos es imprescindible leerse la etiqueta del envase para evitar el riesgo de sobredosis, pero además hay que hacer algo más: mezclarlos con la tierra.

Teniendo esto en cuenta, se aconsejan más para cultivos en tierra, puesto que así será más difícil dañar las raíces. Y eso por no hablar de que, si se usaran para los frutales cultivados en macetas, el drenaje podría empeorar.

Barritas

Los abonos en barritas son, en su mayoría, químicos. Son muy fáciles de usar, puesto que simplemente tienes que clavar las que se indique en el envase en la tierra o sustrato. El riego que le vayas dando a tus árboles hará el resto. A medida que se vayan liberando los nutrientes, las plantas estarán mejor.

Pero, ¿se aconseja más para cultivos en tierra o en macetas? Lo cierto es que da un poco igual. Eso sí, hay que tener presente que, como son más bien pequeñas, en un jardín o en un huerto se pueden perder con facilidad.

Caseros

Los abonos caseros merecen una sección individual, porque no se venden en ningún sitio (bueno, técnicamente sí, pero ya verás por qué digo eso). En casa, y sobre todo en la cocina, hay muchas cosas que puedes usar para abonar tus frutales, como por ejemplo estas:

  • Cáscaras de huevo
  • Cáscaras de plátano
  • Pienso de animales (que no quieran o que esté caducado)
  • Ceniza de madera o de tabaco (que esté más bien fría. No echar nunca cuando aún siga caliente)
  • Restos de verduras
  • Bolsitas de té
  • Compost

Eso sí, no aconsejamos su aplicación en plantas que estén en macetas (salvo las cáscaras de huevo, bolsitas de té y las cenizas) pues si se hace el drenaje podría empeorar, poniendo en peligro las raíces.

¿Cuáles son los mejores abonos para árboles frutales?

El estiércol de caballo es un abono natural

Por propia experiencia, recomiendo usar abonos orgánicos de rápida eficacia durante los meses más cálidos del año (guano), y de liberación lenta (estiércol, compost) en invierno. ¿Por qué? Porque en primavera y verano es cuando el árbol necesita alimentarse más, mientras que en los meses fríos el crecimiento es prácticamente nulo.

En viveros y tiendas de jardinería encontrarás muchos tipos de abonos, que se pueden clasificar según sean de origen orgánico o compuestos (llamados comúnmente abonos químicos). Dado que estas plantas producen frutos comestibles, y tal y como decíamos al principio de este artículo, aconsejamos el uso de abonos orgánicos.

Ahora bien, eso no significa que no se recomiende utilizar los químicos, como el triple 15, porque sí se hace. De hecho, son muy interesantes (y útiles) cuando el árbol necesita con urgencia algún nutriente. Pero ojo, se han de usar de la manera adecuada, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase y respetando el plazo de seguridad.

De modo que cualquier abono te servirá, en su momento justo 🙂 , como estos:

Abonos compuestos

Son aquellos que además de contener nitrógeno, fósforo y potasio, también tienen micronutrientes. Para un uso correcto se deben de seguir las indicaciones al pie de la letra, pues una sobredosis podría resultar fatal.

Puedes conseguirlo aquí.

Extracto de algas

Son unos abonos que se obtienen a partir de los cultivos de bacterias, algas y otros vegetales. Contienen proteínas, fitohormonas, así como otros minerales esenciales, pero son muy alcalinos motivo por el que no se debe de abusar de ellos. Por lo demás, un aporte cada cierto tiempo (por ejemplo, una vez cada dos meses) ayudará a tus frutales a ser más productivos y resistentes.

Puedes comprarlo aquí.

Guano

El guano no es más que excremento de aves marinas, o de murciélagos. Es muy rico en nutrientes, como el nitrógeno, el fósforo y el potasio, por lo que es interesante para los frutales. Además, está muy concentrado, de modo que solo necesitas echar una pequeña cantidad cada vez para ver resultados.

Consíguelo aquí granulado.

Los frutales necesitan abonados regulares

Esperamos que este artículo te haya sido de utilidad 🙂 .

Cómo debes podar un almendro viejo

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El almendro necesita podas regulares

Imagen – Wikimedia/Libero12 at Italian Wikipedia

El almendro, como todos los árboles frutales, requieren de dos tipos de podas: poda de formación y poda de producción. En este caso vamos a hablar de la poda de los almendros ya adultos o viejos, por lo que sólo nos centraremos en la poda de producción.

¿Quieres saber cómo debes podar los almendros más viejos para producir al máximo y mantenerlos saludables?

El almendro es un frutal que crece bastante rápido, y que ha demostrado ser muy adaptable. De hecho, se cultiva sin problemas desde hace unos mil años en toda la región mediterránea, donde las temperaturas en verano llegan a ser altas (35-40ºC de máxima, a veces algo superiores) con periodos secos o sequías que pueden durar meses (en mi zona, por ejemplo, podemos estar hasta seis meses sin ver llover). Aunque nunca se deja sin regar, sí que es cierto que, a diferencia de otros como los cítricos, tolera mejor la deshidratación.

Además, hay que decir que es uno de los que menos horas de frío necesita pasar para poder fructificar; en concreto, entre 250 y 300 horas serán suficientes para él, especialmente si es de variedades originarias de las Islas Baleares, o del sur y/o este de la Península Ibérica, como el ‘Marcona’ por ejemplo.

Sus frutos son muy importantes, ya que al tener un sabor agradable y a ser nutritivos, se incorporan en las recetas de postres, helados, bebidas… Se hacen incluso productos de higiene personal, como jabón de manos o champús. No es de extrañar pues, que más de uno acabe con un ejemplar en su huerto, jardín… o patio. Y es que su floración en primavera es espectacular, al cubrirse las ramas de magníficas flores que, según la variedad, son blancas o rosadas.

Pero para que todo vaya sobre ruedas, es importante preguntarse…

¿Cuándo se poda el almendro?

Bien. Como decíamos antes, hay básicamente dos podas que hay que hacerle a nuestro querido árbol: una es la poda de formación, que se le va haciendo regularmente desde que es un ejemplar de 1,5 metros y tiene un tronco muy delgado, hasta que se convierte en un árbol hecho y derecho cuyo grosor de tronco pasa a medir de los escasos 1-3 centímetros a los 10 centímetros o más cuando es más mayor.

Este es un tipo de poda que conviene hacer cuando es joven, pues son podas que pueden ser drásticas, ya que a menudo conlleva quitarle y/o reducirle varias ramas de una vez, y solo podrá soportarlo en su juventud. Asimismo, es necesario hacerlo durante la época de menor actividad, es decir, a finales de invierno para evitar la excesiva pérdida de savia.

Por otra parte, el otro tipo de poda que hay que hacer es la de producción. Esta tiene un único objetivo: conseguir que el almendro produzca la mayor cantidad de almendras posibles, y de la máxima calidad. También se hace a finales de invierno, aunque se puede en otoño cuando se le caigan las hojas -y siempre que no se produzcan heladas hasta pasados unos 3 meses-.

¿Cómo podar un almendro viejo?

La poda del almendro se hace a finales de invierno

Imagen – Wikimedia/Thomas Bjørkan

Vamos a partir de que el almendro ya se formó en su día. Cuando realizas la poda de producción, lo primero a tener en cuenta es que la mayor parte de la fruta (la almendra) se produce en elementos esenciales de las ramas llamados dardos o centros frutales. Estos elementos suelen tener una duración de cinco años y su crecimiento anual es escaso.

Por esta razón la poda de producción debe hacerse manteniendo, al menos, una quinta parte de estos dardos, reemplazándolos con los otros que dejan de ser productivos. Cuando queremos conseguir la renovación de los dardos, debemos podar todos los años aquellas ramas que tengan entre 4 o 5 años, teniendo un diámetro de entre 2 y 3cm sobre las cuales están los dardos de dicha edad.

Si estamos continuamente realizando esta renovación anual no será necesario efectuar los cortes en las ramas demasiado gruesas. Así evitaremos que se disminuya la producción de almendras. Por lo general, el almendro suele producir bastantes chupones en el centro del árbol, por lo que es conveniente dejar algunos. Estos chupones pueden constituir madera de reemplazo de una rama que sea necesario renovar.

De todas formas, como normalmente se debe eliminar gran parte de ellos, es conveniente hacerlo temprano en el verano, cuando aún son suculentos. Esto se realiza en la poda de verano.

Además de la eliminación de una quinta parte de las ramas con dardos, que permitirá la renovación de estos centros frutales, también deben eliminarse las ramas enfermas y dañadas para mantener el almendro continuamente saludable.

Con esta información podréis podar los almendros más viejos.

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